Para diciembre se espera que el monto de las remesas enviadas por los migrantes mexicanos llegue a 27 mil millones de dólares. Trump, presidente electo de EE.UU., había amenazado con expropiarlas y usarlas para financiar la construcción del muro en la frontera. ¿Lo puede hacer?
Miércoles 16 de noviembre de 2016 13:16
Alrededor de 12 millones de mexicanos residen en Estados Unidos. Muchos trabajan en la industria agrícola o de la construcción. Antes de Trump, enfrentaban discriminación, salarios bajos, falta de prestaciones, peligro de deportación y violencia policial. Después de Trump, a esas zozobras se le suman el peligro de que el presidente electo cumpla con su promesa de expropiar las remesas para financiar la construcción del muro entre México y Estados Unidos.
Según datos del Banco de México, en el año 2010 ingresaron al país de 21,303 millones de dólares en remesas; en 2011 subieron a 22,803 millones; al año siguiente, llegaron a 22,438 millones; en 2013 descendieron levemente en 22,302 millones; en 2014 ascendieron a 23,647 millones; en 2015 a 24,784 millones. En cuanto a este año, entre los meses de enero y septiembre de este año se registró un monto de 20,046 millones, y de mantenerse la tendencia, se pronostica que la suma total al cierre de diciembre podría ascender a unos 27,000 millones de dólares.
¿Cómo se distribuyen las remesas?
Los estados que reciben más remesas se cuentan entre algunos de los más pobres del país. Se aplican al desarrollo de infraestructura en comunidades rurales, así como para el consumo básico de las familias.
El primer lugar lo ocupa el estado de Michoacán, con 10.2% del total de remesas recibidas entre 2015 y 2016; en segundo lugar, están parejos los estados de Jalisco y Guanajuato, con 9.1% del total, recibidos en cada uno.
Les sigue en el tercer puesto el Estado de México con un 6.2%; luego, en cuarto lugar, el estado de Puebla, con 5.5% del total; en quinto lugar, empatados, Guerrero y Oaxaca con un 5.2% cada uno de ellos; en sexto, está la Ciudad de México con un 4.6% y en séptimo lugar el estado de Veracruz con un 4.3%. Estas entidades concentran alrededor del 60% de las remesas enviadas a México.
También según datos de Banxico, desde California entre enero y septiembre de 2016 se enviaron 5,966,025,331 dólares, que representan el 31.1%. Le siguen Texas, con 2,789,512,049 dólares (14.5%), Illinois con 979,441,093 (5.1%). Sólo estos tres estados incluyen el 50.7% del total de las remesas.
El peligro Trump
Con el xenófobo Donald Trump como presidente electo de Estados Unidos, que asumirá el próximo 20 de enero de 2017, la incertidumbre irradió del gigante del norte al mundo y especialmente a México.
Se teme que cumpla su promesa de concretar deportaciones masivas y apropiarse de las remesas, lo que puede constituir un golpe contra la clase trabajadora y los sectores populares en México
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Los analistas consideran que no es fácil que Trump concrete su plan de expropiar las remesas para construir el muro. Según Jerjes Aguirre, catedrático de la Universidad Michoacana, "Es complicado que las pueda gravar o impedir, pero puede haber intentos por fiscalizar los recursos. Sería muy inhumano porque van a los más pobres", explica. Prevé que esto puede dirimirse en la Corte Suprema.
Por su parte, Juan José Li, economista senior de BBVA Bancomer, señala que “La medida de la restricción es inminente, puede solicitar un requisito legal para que las remesas solo sean enviadas por alguien con un estatus legal”. Para esto, economistas ven dos medidas posibles a través de las cuáles podría hacerlo: imponer una restricción total y la otra, una cuota al envío de remesas, que representan 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB) de México.
A su vez, Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics para América Latina, sostiene que “El gobierno puede confiscar las remesas lo que sería una forma de expropiación, o podría implementar un mecanismo más sofisticado (de impuestos)”.
De acuerdo con estimaciones de este analista, con un impuesto de 5% al envío de remesas de mexicanos ilegales, Trump podría captar alrededor de 1,300 mdd anuales.
El ataque de Trump contra los migrantes busca profundizar las divisiones entre los trabajadores, para que las corporaciones puedan explotar a todos cada vez más. Sólo se puede frenar con la unidad de la clase trabajadora multiétnica de Estados Unidos junto con la mexicana.