Lo hicieron mediante una foto y un comunicado. El intento de diferenciarse del kirchnerismo terminó en un insulto a la memoria de los 30.000 detenidos-desaparecidos.
Viernes 24 de marzo de 2017 13:01
Una vez más, el espacio político de Cambiemos dio la nota en relación a la histórica pelea contra el genocidio y sus responsables. Los diputados de ese espacio dieron a conocer dos fotografías, que se difundieron en las redes sociales. En las mismas pretenden “celebrar” el aniversario del golpe genocida de marzo de 1976.
En una de las fotografías, los diputados oficialistas sostienen dos carteles. En uno puede leerse “Nunca más a los negocios de los DDHH”. La afirmación va en el sentido de aquella frase que lanzara el actual presidente Macri en campaña electoral, cuando dijo que había que terminar con “el curro de los derechos humanos”.
El intento de diferenciación con el kirchnerismo termina entonces en un nuevo agravio a la memoria de los 30.000 detenidos-desaparecidos. Reducir “los derechos humanos” a la utilización política que hizo el anterior oficialismo de los mismos es una simplificación. Implica ignorar la lucha de cuatro décadas de organizaciones de derechos humanos, sociales y la izquierda, para terminar con la impunidad de los genocidas y sus cómplices civiles.
Paradójicamente (o cínicamente) uno de los que sostiene este cartel es el diputado Nicolás Massot, sobrino del empresario Vicente Massot, implicado en crímenes de lesa humanidad.
El segundo cartel solicita, difusamente, un “Nunca más a la interrupción del orden democrático”. La frase no condena el último golpe militar, no hace mención a los desaparecidos o a los centros de detención clandestinos. Resulta tan ambigua que una movilización popular como la que echó a Fernando de la Rúa en 2001 podría entrar dentro de la condena.
Poco antes de la foto mencionada, había habido otra donde participó un sector más amplio de legisladores, entre ellos Pablo Tonelli, una de las figuras de Cambiemos en la Cámara Baja. En esa primer fotografía, los diputados tenían otro cartel, con los colores y el logo del oficialismo, donde se leía “Los derechos humanos no tienen dueño”.
Según informa Tiempo Argentino, en el comunicado que difundieron, los legisladores afirman que “los Derechos Humanos no corresponden a un gobierno o partido político, ni deben ser utilizados para realizar negocios personales, sino que son transversales a todos y son de todo el pueblo argentino. Por ello sostenemos que los Derechos Humanos no tienen dueño”.