La difícil realidad de miles de madres que no lograron hacer efectivo la retención del 10% por pensiones adeudadas, muchas de ellas cargan solas con la crianza de sus hijos y durante la crisis sanitaria han sido suspendidas o han quedado cesantes.
Miércoles 3 de marzo de 2021
Con la llegada de la pandemia que agudizó la crisis ya existente en millones de hogares chilenos a causa de la falta de empleo y la precarización de las y los trabajadores, donde ya parece un privilegio tener trabajo.
El primer retiro del 10% al fondo de pensiones ayudo a mitigar la crisis que cruzan las y los trabajadores, pero dejando en claro la incapacidad del gobierno de dar soluciones y llevando a las y los trabajadores a retirar sus ahorros para la vejez.
Hay un sector que ha sido particularmente golpeado por esta crisis, son trabajadoras y madres que deben llevar sobre sus espaldas el peso de la crianza y muchas veces sin ningún apoyo. Por más que han alzado la voz, el gobierno ha hecho oídos sordos.
Son muchas las trabajadoras que han sufrido con despidos y con la ley de suspensión de empleo, además de trabajadoras de pertenecientes al área informal que también se han visto afectadas por la pandemia
El 84% de las pensiones alimenticias son impagas, agudizando aún más la crisis económica y social que puedan estar atravesando las trabajadoras y madres.
Con el anuncio del retiro del 10%, el 30 de julio de 2020. El cual contempla el poder retener el porcentaje adeudado por los progenitores, tomándose como una gran victoria para poder ayudar a la madres. No terminó en más que un suplicio para miles de mujeres que deben permanecer hasta 7 horas en largas filas para recibir nulas respuestas.
Hasta la fecha hay miles de mujeres esperando el pago, que aunque muchas de las liquidaciones han sido ordenadas por parte del juzgado de familia y los dineros han sido retenidos por las AFP, no se han pagado la gran mayoría de pensiones, donde son estos mismos los que se lavan las manos culpando unos a otros de la demora del pago. .
El segundo retiro del 10%, comenzó el 10 de Diciembre del 2020, este segundo retiro fue promulgado por Piñera como su propio proyecto. Asegurando que las madres podrían acceder a la liquidación de deuda por concepto de pensión de alimentos de manera automática y oportuna, que utilizaran los canales en línea para realizar el trámite. Lo cual fue un fracaso por el colapso de las paginas, obligando a madres a tener que ir gran cantidad de ocasiones con sus hijas e hijos en brazos, bajo el sol y muchas veces sin respetar distanciamiento social por lo extenso de las filas.
La historia se repite y la burocracia continúa haciendo de las suyas postergando a miles de madres que no están más que exigiendo un derecho legítimo y que fue impulsado por el mismo presidente Sebastián Piñera.
Es el mismo que prontamente saldrá a dar un discurso por la conmemoración del día internacional de la mujer, aludiendo que son importantes en la construcción del país, pero que a su vez no sale a dar respuesta en porque su proyecto no se concreto, porque la demora de los pagos y asumir que fracaso en sus plazos.
¿Cuál es el rol que cumple el gobierno con nuestras niñas y niños?
El artículo 27 número 4 de la convención del niño que entró en vigencia en septiembre de 1990, dice: “Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad financiera por el niño”.
Una vez más vemos cómo el estado y el gobierno de Sebastián Piñera entran en contradicciones con el discurso de garantizar de derechos.
La realidad de muchas madres es que deben mendigar por el pago de pensiones y así dar efectividad a un derecho básico de nuestras hijas e hijos. Clara muestra de violencia económica que sufren millones de mujeres en Chile y que viene de parte de un estado que sólo entrega calmantes y no soluciones reales.
La irresponsabilidad del progenitor que no paga la pensión, no es más que uno de los eslabones de una estructura de abuso contra la mujer. Quienes son las que en vez de recibir mayor contención por parte del estado, son además golpeadas con esta violencia económica que ratifica aun más el cómo el estado patriarcal vulnera y coarta las mujeres.
Por otra parte, el gobierno es garante del cumplimiento de las necesidades de las y los infantes. No todos los padres son irresponsables y se han visto afectados por esta crisis, disminuyendo o dejando de percibir ingresos a causa de una ley de suspensión de empleo que permitió una vez más al empresariado lavarse las manos con las y los trabajadores obligándolos a rascarse con sus propias uñas y recurrir al seguro de cesantía vaciando así sus ahorros.
Es necesario que exista una política eficaz que resuelva de raíz el problema con las pensiones impagas, no solo con sanciones sino llevando adelante un programa que cubra las necesidades de los infantes en caso de pérdida de fuente laboral del padre o irresponsabilidad. Lo más importante es que los niños tengan garantizado el derecho a una crianza digna.
El gobierno de Piñera debe dar una respuesta y solución inmediata a las millones de solicitudes de retención y liquidación de deuda. Es su ley, su responsabilidad la que no se cumple, basta de migajas, basta de denigración, es un derecho concedido y debe hacerse valer.