La cúpula de la CGT se reunió en la sede de UOCRA para analizar los resultados electorales y las propuestas de ajuste que viene agitando Javier Milei. Aseguraron que no aceptarán "bajo ningún punto de vista la pérdida de derechos laborales" pero también que esperarán hasta la asunción del 10 de diciembre: "Las cosas hay que verlas en un marco de formalidad". Si de verdad se quiere enfrentar los ataques que planea el nuevo gobierno, es necesario empezar a organizar la resistencia como ya lo vienen haciendo los trabajadores de los medios públicos y otros sectores del Estado.
Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran
Jueves 23 de noviembre de 2023 23:13
Foto: Andrés Rodríguez, Héctor Daer, Gerardo Martínez, Pablo Moyano, José Luis Lingeri, Abel Furlán y Mario Manrique en la reunión de la CGT.
La sede nacional de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), ubicada en Avenida Belgrano 1800 de la Ciudad de Buenos Aires, fue el lugar elegido para realizar la primera reunión de la mesa chica de la CGT luego de los resultados del balotaje. Hasta ahí fueron el triunvirato que conduce la central, encabezado por Héctor Daer (Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicios), quienes se reunieron junto a otros dirigentes de peso como Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodrígez (UPCN), Rodolfo Daer (Alimentación), Armando Cavalieri (Comercio), Abel Furlán (UOM), Mario Manrique (SMATA), Carlos Sassia (Unión Ferroviaria), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), entre otros.
En la foto que dejó la reunión, podía leerse la frase "Ni un paso atrás. Por los derechos sociolaborales y la justicia social" junto al logo de la central obrera. Una forma de enviar un mensaje ante la transición y el cambio de gobierno, como la mayoría de los grandes medios levantaron luego del cónclave. Sin embargo, en las declaraciones realizadas por Héctor Daer ante la prensa quedó claro que, al menos por el momento, no hay noticias sobre medidas o un plan de acciones a seguir para enfrentar los ataques que propone Javier Milei.
"Hay preocupación por los anuncios de esta semana"señalaron dirigentes gremiales a la agencia de noticias Télam y aseguraron: "Nadie, absolutamente nadie que integra el consejo directivo de la CGT o conduce un gremio se pintará la cara antes de tiempo". Una frase al menos llamativa, teniendo en cuenta que desde el lunes tanto Milei como quienes lo acompañarán en ese raro experimento que encabezará desde el 10 de diciembre vienen prometiendo privatizaciones de las empresas públicas, recorte de derechos y despidos en el Estado.
Por su parte, Héctor Daer remarcó que "las cosas hay que verlas en un marco de formalidad" y Sergio Sasia señaló que "el movimiento obrero siempre fue y será propenso al diálogo y aguarda que el presidente electo convoque a la central y a los gremios para analizar la realidad de las variadas actividades nacionales". ¿Qué clase de diálogo hay que esperar con los entusiastas de la motosierra que prometen entrar al gobierno "recortando lo que haya que recortar", como aseguró Milei?
La postura de los dirigentes de la CGT tampoco sorprende cuando una analiza la actitud qu tuvieron durante los últimos años, en donde las condiciones de vida de millones de trabajadores se vinieron a pique ante su atenta mirada. Una pasividad absoluta, funcionando como garantes del ajuste en curso y moviéndose únicamente para hacer campaña electoral por el ministro que lo viene llevando adelante. Quizá algún desprevenido podría esperar un cambio drástico de actitud ante el inminente cambio de gobierno, pero los tiempos de los dirigentes parecen ser otros...
Si de verdad se quiere enfrentar los ataques anunciados por Milei, Macri y compañía, es importante no dejar pasar el tiempo ni detenerse en cuestiones formales y empezar a definir los pasos a seguir desde ahora. Esa fue la premisa entre los trabajadores de medios públicos, quienes realizaron asambleas esta semana en Radio Nacional, la Agencia Télam y la Televisión Pública. Y es algo que se viene replicando en distintas dependencias estatales, con un estado de alerta y deliberación, para empezar a discutir como enfrentar los planes de ataques que vendrán. Así se dieron asambleas durante estos días en CONICET, Ministerio de Salud, Ministerio de Desarrollo Social, INDEC, Ministerio de Trabajo, Parques Nacionales, Ministerio de Economía y Vialidad Nacional, entre otros sectores.
Como bien se ha planteado en distintas asambleas y reuniones de estos días, de nada sirve sentarse a esperar los detalles del "plan motosierra", sino que es necesario comenzar a organizarse y preparar la resistencia. Una actitud que contrasta fuertemente con la de las direcciones sindicales que vienen planteando poner paños fríos y con la de la CGT, que propone una espera pasiva hasta que asuma el nuevo Gobierno.
Declaraciones como las de Daer, que promete que "bajo ningún punto de vista la CGT aceptará la pérdida de derechos", son solo papel mojado si no van acompañadas de un estado de alerta y discusión en los distintos gremios y en los lugares de trabajo. Es necesario preparar desde ahora una respuesta a la altura del ataque que anuncian, sin esperar pasivamente ni confiar en reuniones de negociación entre cuatro paredes. De lo contrario, la única garantía es darle tiempo a quienes quieren descargar un ajuste todavía mayor sobre la cabeza de millones de trabajadores.