El miércoles tuvo lugar otra reunión por las 6.500 computadoras que prometió Nación para los chicos que no tuvieron contacto con la escuela durante la pandemia. Nación dice que el gobierno porteño presenta “inconsistencias” en la información sobre quiénes son. Mientras tanto, los pibes siguen sin dispositivos ni conectividad.
Jueves 1ro de octubre de 2020 14:54
La “novela” entre el Ministro de Educación Nacional, Nicolás Trotta, y la Ministra porteña Soledad Acuña, suma nuevos capítulos. Mientras tanto, las y los estudiantes porteños quedan en el medio de esta pelea, sin tener ninguna solución al problema de falta de conectividad y dispositivos para mantener las actividades escolares durante la pandemia y el período de aislamiento obligatorio.
Desde que el Gobierno porteño anunció que identificó a 6.500 estudiantes en la Ciudad que no lograron tener ningún contacto con la escuela durante los 6 meses de pandemia, el 3 de septiembre Nación prometió entregar esas 6.500 computadoras con un plan limitado de conectividad. De esto ya pasaron varias semanas.
El día miércoles Trotta se reunió con el Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, y la Defensora de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación, Marisa Graham, para revisar lo que denominó “inconsistencias” en la información brindada sobre los chicos y chicas que se quedaron sin contacto durante estos seis meses. El ministro sostiene que desde la Ciudad, sólo pasaron datos parciales de 1.459 estudiantes.
De dicha reunión también participó el titular del Ente Nacional de las Comunicaciones (Enacom), Claudio Ambrosini, ya que fue parte del plan anunciado de proveer de conectividad sólo a través de datos celulares y por 4 meses.
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En un comunicado presentado por la cartera educativa nacional, según consignó Página 12, señalaron que "Las inconsistencias y dilaciones en la entrega de la información necesaria para la georeferenciación y efectiva distribución del equipamiento por parte del Gobierno de la Ciudad, fueron el eje del encuentro".
Como con el problema de la falta de agua en los barrios más pobres de la Ciudad de Buenos Aires, en el que se tiraban la pelota entre los funcionarios del gobierno porteño y la empresa Aysa, dirigida por Malena Galmarini, del Frente de Todos, en la situación educativa se repite lo mismo. Se tiran las responsabilidades, pero quienes continúan sin computadoras y sin internet, son las y los estudiantes porteños. Como también en las villas continúan sin agua, como sucedió esta semana en la 1-11-14, donde los vecinos denunciaron que nuevamente hay manzanas que se quedaron sin este servicio.
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A seis meses de pandemia, ningún gobierno brinda una solución a esta problemática urgente. Quienes sostienen la escuela siguen siendo las y los trabajadores de la educación, docentes, directivos, auxiliares, trabajadores de cocina que participan de entregar quincenalmente las canastas alimentarias que tanto se necesitan, junto a las familias y los estudiantes. Son quienes hacen malabares, poniendo plata de su bolsillo para pagar internet, mientras es sabido que muchas familias tienen que compartir un solo celular con datos móviles entre 4 hermanos o más.
Tampoco en estas reuniones las y los funcionarios hablan de la situación desesperante en la que cayeron cientos de familias de la escuela pública, con adultos que perdieron sus trabajos, se quedaron sin las pocas changas, y no les alcanza ni la canasta alimentaria miserable que ofrece el gobierno porteño cada quince días. A esto se sumó la grave problemática de la vivienda, que se expresa en las tomas de tierras como en Guernica, donde las 2.500 familias y 3.000 chicos sin nada piden un pedacito de tierra para vivir.
En esta puja se inscribe la insistencia con la vuelta a clases presenciales por parte del gobierno porteño, pasando de la propuesta de las “ciberescuelas” a las escuelas bares/plazas, que ya fue rechazada de forma contundente por la comunidad educativa, por no estar garantizadas las condiciones mínimas de seguridad, cuidado e higiene de las y los trabajadores de la educación y los estudiantes. Son ellos quienes se siguen organizando, a pesar de los gobiernos.
Julieta Azcárate
Nació en Buenos Aires en 1982. Militante del PTS, licenciada en Sociología y docente.