Derecho a la vivienda. Río Negro: vecinos desalojados retomaron acampe en Catriel exigiendo una solución habitacional

Los vecinos del Barrio Costanera de Catriel quienes fueron desalojados el 30 de junio de forma violenta en un operativo en el que intervinieron el ministerio publico fiscal, policía de Río Negro, el municipio y maquinas del DPA que arrasaron sus casas con topadoras, comenzaron un nuevo acampe en las puertas de la municipalidad exigiendo la restitución de sus hogares de forma urgente.

Diego Guzmán, vocero del barrio explicó que han pasado más de 40 días del violento desalojo y no ha habido respuestas de la municipalidad de Catriel para con los vecinos, “no han dado respuestas de los desmanes que hicieron, de las cosas que nos rompieron ni de los terrenos de los que nos desalojaron, hasta la fecha no nos dan respuestas, se nos han reído en la cara”.

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En el acampe anterior, luego del desalojo, el municipio encabezado por Viviana Germanier de Juntos Somos Río Negro, firmó un acta con los voceros del Barrio Costanera, en el que se comprometía a buscar una solución para la crítica situación en la que se encontraban las familias desalojadas. “En el acta se comprometían a dar una respuesta y a tener otras reuniones pero unas semanas después nos reunimos y siguieron con lo mismo, mandaron a gente a alquileres precarios, sin condiciones, donde pagan parte del alquiler y no recibieron ni siquiera una visita de alguna asistente social, sin amparo ni asistencia ni contención a los niños”.

Ante estas condiciones y la falta de respuestas al resto de los vecinos afectados por el desalojo es que decidieron retomar el acampe hasta conseguir que el municipio dé las respuestas que necesitan los vecinos y vecinas. “seguimos con el reclamo, y nos vamos a plantar, si no hay respuestas no nos movemos”, aseguró Diego Guzmán.

El Barrio Costanera era un barrio conformado por familias trabajadores afectadas por la pandemia en sus ingresos y que sobrevivieron bajo la contención de la solidaridad y de una economía informal que les aseguraba ingresos mínimos para poder brindar un plato de comida a sus hogares. Pelearon por el reconocimiento y lograron la inscripción en el Renabap, sin embargo esto no frenó una disputa de terrenos destinados a especulación inmobiliaria, en la que están involucradas todas las partes que intervinieron en la represión y desalojo en el que se vivieron situaciones de abuso policial, detenciones arbitrarias, violencia psicológica y violencia contra las infancias.