La provincia nuevamente está padeciendo el flagelo de los incendios, que ya son moneda corriente a lo largo de los últimos años. Pero ¿qué hay detrás del fuego?
Lunes 5 de octubre de 2020 16:22
Esta semana comenzó con malas noticias para la Provincia de San Luis. El Cerro de la Cruz de la Localidad de Juana Koslay se incendió gravemente. Durante la madrugada del pasado jueves, dotaciones de bomberos voluntarios trabajaron en el lugar. Llevó varias horas controlar el foco del incendio, ya que los vientos eran muy fuertes, reactivaban las llamas, dificultando la tarea de los bomberos.
Al día siguiente, debido al avance del fuego, se tuvo que trasladar a las y los pacientes y a las trabajadoras y los trabajadores del hospital maternal “Teresita Baigorria” para que no se vean afectadas y afectados por el humo y las cenizas que rodeaban la zona.
La organización y la solidaridad de las vecinas y los vecinos de las zonas aledañas no se hicieron esperar. Rápidamente acudieron a brindarles ayuda a los bomberos voluntarios, recolectando y donando crema para quemaduras, analgésicos, barras de cereal, caramelos, agua, frutas, leche, y alimentos, entre otros objetos de necesidad.
¿Qué hay detrás del fuego en San Luis y en provincias aledañas?
En cada ocasión en la que se comienza con un incendio intencional, existen intereses de la agroindustria y del sector inmobiliario cuyo objetivo es la explotación del suelo afectado para llenarse los bolsillos a costa de destruir el medio ambiente y la salud de las vecinas y los vecinos de las zonas quemadas.
Joaquín Déon -Geógrafo de la Provincia de Córdoba- denuncia que, a pesar de la Ley de Bosques vigente en su provincia, que establece la prohibición de eliminar bosques nativos para alterar el uso de los mismos con fines lucrativos luego de los incendios, no se cumple con dicha regulación dado que “los controles no se hacen, o se hacen y no se continúan cuando se clausura una propiedad donde se cometió una infracción por tala o desmonte”.
En la legislación puntana no se contemplan las actividades y prácticas de carácter extractivo y a gran escala, como así tampoco, el uso de sustancias contaminantes, lo que lleva a un nivel aún más peligroso a nuestra flora y fauna local. La zona afectada por los actuales incendios -denuncian vecinas y vecinos de Juana Koslay- está siendo explotada por el sector inmobiliario para futuros loteos de los mismos, y el Gobierno provincial de Alberto Rodríguez Saá mira para otro lado, haciéndose el distraído.
Los representantes de los problemas ambientales defendiendo sus intereses y sus ganancias
El Presidente de la Sociedad Rural, el empresario Daniel Pelegrina, manifestó en una entrevista en América TV que “le preocupa enormemente algunos proyectos del Congreso Nacional que buscan la protección y conservación de los humedales”.
Te puede interesar: El “derecho” de destruir en paz: la Sociedad Rural contra leyes de bosques y humedales
También se manifestó en contra del avance “sobre la aplicación de fitosanitarios”, básicamente agrotóxicos, argumentando que esto “resta posibilidades de producción”.
¿Por qué debemos conservar los humedales?
Los humedales cumplen roles fundamentales para combatir y mitigar la crisis climática y ecológica global: absorben carbono, regulan el clima, las inundaciones e incluso ponen un freno a la proliferación de pandemias de origen zoonótico como la que atravesamos en la actualidad con el COVID-19. Son los grandes negocios inmobiliarios, en conjunto con sectores que lo único que buscan es llenar sus bolsillos en desmedro de la vida del ecosistema, que nos llevan al precipicio ecológico, un verdadero ECOCIDIO.
Necesitamos una Ley de Protección de Humedales
Es indispensable apoyar el Proyecto de Ley de Humedales presentado por el Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad, ya que es el único proyecto que plantea la prohibición de la utilización del fuego y las quemas en ecosistemas afectados, como así también, actividades y prácticas de carácter extractivo y a gran escala, además del uso de sustancias contaminantes para el ecosistema.