Son las escuelas N° 5 del D.E 3, del barrio de Constitución y la N° 3 del D.E 19, de Pompeya, esta última con un caso sospechoso. La directora tuvo síntomas durante el fin de semana pero el gobierno porteño se rehusó a suspender las actividades del día lunes. Los docentes y familias continúan organizados en asambleas.
Martes 3 de noviembre de 2020 13:04
Se confirmó un nuevo caso de Covid-19 en una escuela en el barrio de Constitución y un caso sospechoso en Pompeya, en el marco de la reapertura de escuelas que lleva adelante el gobierno porteño.
El caso confirmado en la escuela N° 5 del distrito escolar 3, Agustín Alvares, de Constitución (Humberto 1° 1553) fue de un docente que había estado en la entrega de canastas alimentarias. Esta escuela iba a comenzar las actividades “de revinculación”, como las denomina el gobierno porteño, este lunes, y debió suspenderlas. Aislaron a todo el personal.
El segundo caso sospechoso fue en la escuela N° 3 del distrito escolar 19, Carlos Justo Florit, en el barrio de Pompeya. La directora había tenido síntomas compatibles con coronavirus durante el fin de semana, y se iba a realizar el hisopado. Las actividades presenciales también comenzaban este lunes; sin embargo el gobierno porteño se rehusó a cerrarla, argumentando que la directora no había estado durante el fin de semana en la escuela. No se sabe si el personal de la escuela tuvo contacto estrecho. Frente a esta situación, las familias de la escuela no enviaron a sus hijos, entendiendo la riesgosa exposición al contagio por parte de los chicos, las familias y los trabajadores del establecimiento.
En un comunicado emitido por la escuela 5 D.E 3 de Constitución, denuncian esta situación y hacen responsable al gobierno de la Ciudad: “Queda expuesta la política de negligencia del Ministerio de Educación, ya que no hay controles de salud para el personal docente y no docente, en un momento de alto nivel de contagios en CABA.
La apertura de la burbuja prevista para el día lunes 2 de noviembre, contaba hasta el viernes con 1 solo inscripto, de una matrícula de 48 estudiantes de 7º grado.
Entendemos que la apertura de burbujas presenciales no hace más que promover la circulación del COVID19 y poner en peligro la salud de la comunidad educativa, de este modo también lo entienden las familias ya que no inscriben a sus hijos/as en instancias de presencialidad”.
Ya sumarían siete los casos de contagios en las escuelas porteñas, en el marco de la decisión inconsulta del gobierno de Larreta y Soledad Acuña de volver a las clases presenciales y abrir las escuelas. Los casos anteriores fueron: una auxiliar de cooperativa de la escuela Técnica N° 15 del DE 5, del barrio de Barracas, y dos auxiliares y la asesora pedagógica de la Técnica N° 14 del mismo distrito; y una una auxiliar casera en Flores, en la escuela de jornada completa N° 10 del D.E 11. Ahora se suman las de Constitución y Pompeya.
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El gobierno había anunciado la reapertura de las escuelas para los estudiantes de los últimos años de nivel secundario y primario, y recientemente de los primeros años en ambos niveles.
Desde las escuelas, las y los docentes y organizaciones gremiales informaron que la mayoría de las “burbujas”, como denomina el gobierno a estos espacios en los patios de las escuelas, no se llevaron a cabo porque las familias no mandaron a sus hijos, debido al peligro de contagiarse de Covid-19. Hasta la semana pasada, a las burbujas asistieron sólo 187 chicos en las escuelas primarias y 17 en las escuelas medias.
En este marco, el gobierno porteño no sólo insiste con la apertura de escuelas a fin de año, con el fuerte rechazo por parte de docentes, trabajadores de la educación, familias y sindicatos, por poner en riesgo sus vidas, sino que anunció que pretende retomar las clases con presencialidad total a mediados de febrero de 2021.
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Sin tener en cuenta la situación de las escuelas, la falta de recursos para garantizar la higiene y cuidado de sus miembros, y la exposición que significa, Larreta y Acuña quieren abrir las escuelas para mostrarse aperturistas frente a los medios, sacarse fotos y salir en televisión para su campaña política. No hay ningún objetivo pedagógico detrás de estas aperturas.
El sindicato Ademys viene realizando asambleas de manera frecuente para discutir desde las escuelas cómo seguir frente a esta política del gobierno, y vienen realizando paros para rechazar esta apertura. Esta semana declararon un paro hasta el sábado y una caravana educativa el día miércoles.
El sindicato UTE-Ctera, por su parte, sólo realiza denuncias en los medios pero no llama a ninguna medida para decidir y debatir ni de lucha. No lo hicieron durante los siete meses de pandemia. Tampoco se pronunciaron contra el brutal desalojo y represión a las familias de Guernica, que son las familias de las escuelas públicas que pelean por un pedacito de tierra donde vivir, y que el gobierno de Berni y Kicillof dejaron en la calle de forma brutal el jueves pasado. Deben romper con el gobierno nacional y convocar a plenarios en la Ciudad.
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Desde las escuelas, se siguen organizando y debatiendo en asambleas para decidir entre docentes, directivos y familias, cómo seguir.
Julieta Azcárate
Nació en Buenos Aires en 1982. Militante del PTS, licenciada en Sociología y docente.