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Red Internacional
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Cuando era ministro. Se corren por derecha: “Wado” de Pedro criticó a Axel Kicillof por no hablar con los empresarios

El ex ministro del interior en el gobierno de Alberto Fernández se sumó a los cruces contra el gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Lo hizo por derecha reivindicando el “diálogo” con los dueños del país y grandes ganadores del ajuste en curso. Axel Kicillof viene protagonizando mientras tanto un ajuste en la provincia que poco tiene para envidiarle a la situación que se vive en el resto del país.

Diego Iung

Diego Iung @IungDiego

Martes 24 de septiembre 21:14

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El senador nacional y ex ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro tomó la posta en la interna al rojo vivo que atraviesa al peronismo. Sin vueltas definió: “Además, nos faltó visión productiva. Teníamos un ministro de Economía que no hablaba con los empresarios”. De Pedro hablaba de 2015, cuando el mencionado ministro no era otro que Axel Kicillof. En el mismo movimiento que vuelve a sacudir la interna, el ex ministro busca profundizar el diálogo con los responsables de la fuga de capitales, que empujan por una reforma laboral aún más profunda, los únicos que festejan y siguen ganando en el medio de este brutal ajuste en curso. Por derecha.

Los comentarios de De Pedro tuvieron lugar en un ciclo de charlas que tuvo lugar en la Universidad Austral, vinculada al Opus Dei y de la que participaron importantes empresarios como José Urtubey de Celulosa o Sebastián Bagó, pero también personajes de la ultraderecha gobernante como el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem y el secretario de Trabajo Julio Cordero.

Las palabras de De Pedro para pegarle al gobernador de la provincia de Buenos Aires llegan después del acto donde su compañero en La Cámpora, Máximo Kirchner, se dedicó a también a tirarle “palos”, con comentarios alusivos: "Resulta que ahora Cristina no tiene que hablar porque eclipsa a otras figuras". Sobre todo resaltaron, sin embargo, los cantos de la militancia camporista apurándo a Kicillof al grito de “si querés canciones nuevas, vení te presto las mías”, que el presidente del PJ de la PBA dejó correr.

Mientras crece el descontento con el gobierno de Milei como reflejan múltiples estudios y encuestas, el peronismo se encuentra sumido en una profunda crisis que día por medio arroja nuevos capítulos, incluso ahora con Cristina Kirchner queriendo volver a la escena entre clases magistrales y tuits compulsivos. Sin embargo, entre tanto ruido, se esconde la voluntad firme de seguir brindando gobernabilidad al gobierno libertario, mientras este deja a su paso tierra arrasada.

Ninguno de los sectores enfrentados pone en cuestión la posibilidad de enfrentar ahora, en las calles, con la movilización, el violento ataque del gobierno que busca retroceder décadas en derechos conquistados por la clase trabajadora y el conjunto de las clases populares. Si De Pedro busca abrazarse a los empresarios, Kicillof no se queda atrás aplicando un ajuste feroz en la provincia que gobierna, pero también impulsando un Régimen Especial de Inversiones Estratégicas que poco tiene para envidiarle al RIGI. Si Kicillof no dialogaba con los empresarios en 2015 (lo que dista mucho de la verdad), parece que aprendió las canciones y ahora les entrega todo tipo de beneficios para sus negocios en la provincia más grande del país.

De lo que se trata es de seguir los pasos que hoy marcan los jubilados, pero también estudiantes, docentes y no docentes que se aprestan a salir a las calles el próximo 2 de octubre contra el inminente veto presidencial a la ley de financiamento universitario. También el paso de los trabajadores aeronáuticos que este miércoles se concentrarán frente al Congreso contra la avanzada libertaria por privatizar Aerolíneas Argentinas, un paso más en la entrega del país.

En todas estas peleas el peronismo y la dirigencia sindical se vienen mostrando austentes o apenas aparecen para la foto. Ninguno de estos temas son los que De Pedro, Kicillof, Cristina o Máximo buscan poner sobre la escena. Es hora de escribir una historia que comience en las calles, junto a los trabajadores, buscando barrer desde hoy con el plan de guerra que llevan adelante contra las familias trabajadores y el conjunto de los sectores populares.