Con el escritor Gabriel Jiménez Emán como invitado especial, el predominio de los jóvenes durante el acostumbrado recital a micrófono abierto,y el generoso aporte sonoro del canto popular y experimental de artistas locales.
Miércoles 13 de julio de 2016

Desde el inicio una composición mayoritariamente juvenil predominó entre los asistentes y participantes del evento.
La famosa pregunta “¿para qué poetas en tiempos de penuria?” que se hacía el poeta alemán Hölderlin hace más de dos siglos, encontraría una contundente respuesta por la positiva el pasado viernes 8 de julio en el estado Falcón, durante la doceava edición delrecital Punto Fijo En Verso.
Esta importante iniciativa, nacida de la siempre inquieta “inconformidad creativa” delos promotores literarios José Antonio Ramírez y Angiela Casas, se viene realizando desde el 27 de febrero del 2014, con el propósito más general de convocar a quienes albergan aptitudes e inquietudes literarias, a confluir en esfuerzos por dinamizar espacios independientes y gratuitos para la actividad poética y la literatura, así como otras expresiones del arte.
Sin soslayar objetivos más puntuales como el de rescatar de la desidia oficial espacios como la Biblioteca Pública Ramón Ruíz Polanco, donde inicialmente tendrían sede los encuentros, para luego diversificarse ocupando la Plaza José Leonardo Chirinos (conocida tambiéncomo “plaza del Obrero”), y en esta ocasión las instalaciones del Ateneo de Punto Fijo.
En esta oportunidad se dio inicio puntualmente a las 5 pm, con el conversatorio“Microrrelato venezolano”, dirigido por el escritor Gabriel Jiménez Emán; el recital a micrófono abierto siempre posible gracias al significativo aporte de Héctor y Gustavo Zavarce contribuyendo con el sonido en todos los eventos; también una modesta pero luminosa muestra de arte visual a cargo del joven promotor Néstor Peralta (25), y la buena música del dueto Astrid Acacio y José Brett, y la agrupación acústica Cosmos (@cosmosBanda).
Banner para el 12° recital Punto Fijo en Verso, diseñado por Stephany Alessandra
Gabriel Jiménez Emán: entre un “género camaleónico” y la apoteosis del lector
En el interior de la sala de exposiciones del Ateneo de Punto Fijo, el verbo ameno y cálido de Jiménez Emán hacía el juego con el ambiente y, sobretodo, con la temperatura de la propia sala, cerca de 25 asistentes en el pequeño espacio, en su mayoría estudiantes de bachillerato y universitarios.El autor de Los 1001 cuentos de una línea(Fundarte, 1980) disertaba sobre el microrrelato entre lecturas de autores venezolanos y experiencias propias sobre su incursión en el mismo.
Al llegar al momento de las definiciones, por “ficción mínima” o “microrrelato” no entiende Gabriel Jiménez Emán un “Género literario” hermético y con mayúsculas, sino “una forma de escribir relatos”escurridiza para el común punto de vista “pragmático objetual” de la creación literaria para el que todas las cosas en literatura han de ser enunciadas y explicadas con palabras, es una “forma que el lector completa”;muy permeable –en cambio– de gestos provenientes de otras formas y estilos, así como temas y recursos: la parodia, la sátira, el shock, el terror, el humor, la sorpresa, etc. Sentenciará: “el microrrelato es un género camaleónico”.
Bordeados por una exposición de pintura de artistas paraguaneros y en torno al escritor, durante el conversatorio sobre el Microrrelato venezolano
El microrrelato que reivindica Jiménez Emán tiene detrás de sí una larga tradición en el país, entre lecturas visitamos a José Antonio Ramos Sucre, Alfredo Armas Alfonso, Salvador Garmendia, Wilfredo Machado, entre otros, y textos de su autoría, de momento provocando risas o estallando en ellas con cuentos como “El día de los pies perdidos” o “los dientes de Raquel” [pueden leerse aquí].
Puntualizó que esta prácticanarrativa ha sido marginada por cierta crítica habituada a sopesar y jerarquizar en parangones estancos las convenciones escriturales (en géneros “mayores y menores”), y a cuantificar por número de páginas leídas la calidad de los lectores.
En este sentido planteará una defensa del lector y de su autoridad para elegir libremente sus opciones literarias, en palabras claramente dirigidas al tipo de crítica de la naturaleza señalada, dirá: “el lector es el que más sabe, el lector no perdona… el lector es el último destinatario de la literatura”.
La Contracultura renaceen el jardín
Caía la tarde en el Jardín del Ateneo cuando se dio apertura al recital a micrófono abierto, a cargo de José Antonio, organizador de los encuentros. Así programada para el atardecer, o“la hora de los colores”–según la expresión de JA–, haciendo entrada a escena las sucesivas voces de los nuevos versificadores y lectores con iniciativas que despiertan (cada una de ellas) nuestro interés.
Luego de la apertura, se monta el estudiante universitario Cornelio, también voluntario de la realización de estos encuentros, irrumpiendo con su estética “punk rock” y temáticas contraculturales, como en el poema dedicado a SydBarrett; a continuación la propuesta poética de quien, entre otras cosas, se destaca como artista plástico, Miguel Rojas.
De izquierda a derecha: José Antonio, Aureliano, Christian, y el dueto musical de Astrid Acacio y José Brett
Aureliano, uno de los asistentes al evento, se postuló apenas llegado al lugar, para leer poemas escritos en vida por su padre, a modo de recordarle y compartir con la audiencia su palabra y motivos.
Seguidamente, Christian, poeta de 14 años, incursionó por segunda vez con las ácidas sátiras irreligiosas al estilo Stand Up, seguido por eljoven pro beatnik, Junior, quien nos recitó textos de Jack Kerouac.
Embriagado de esta atmósfera “anti-edénica” y casi epicúrea del Jardín que nos recibía, el autor de estas líneas incluso se animó a leer un par de poemas.
No podría dejar de destacar el torrente debuena vibra transmitido por dos duetos musicales: el conformado por Astrid Acacio (voz) y José Brett (cuatro) con una propuesta de canto popular que homenajea y revitaliza a Simón Díaz, Alí Primera y la palabra cantada de otro coterráneo,Guillermo De León Calles; y finalmente los sonidos “indie” y melodías experimentales del dúo acústico Cosmos (@CosmosBanda) conformado por José Luis Weffer (guitarra y voz) y @Heltoito (percusión menor).
Entrada la noche, nuevamente acompañados del narrador Gabriel Jiménez Emán y una lectura de textos de su autoría, dábamos por concluido el evento.
Para unir el arte con la vida
Volviendo ahora a la interrogante inicial, vemos cómo mientras la profunda crisis asedia por doquier las posibilidades de desarrollo del arte, ya sea arrastrándolo a su mercantilización habitual o ala cooptación(y el dirigismo) institucional;en contraste, el emplazamiento u oposición del arte independientefrente a la dinámica del rutinarismo de la alienación del trabajo, el imperio de los sentidos comunes y el progresivo deterioro social, se muestra capaz de revelar, aunque sea embrionariamente, un importante potencial de desmitificación y resistencia.
Puntualmente esto se expresó, o al menos eso sintió mi paladar durante el 12º Punto Fijo en Verso, tanto por la voluntad de articular las más diferentes inconformidades independientes, inquietudes y deseos, entre quienes prepararon, contribuyeron, y disfrutaron dinámicamente del evento participando en él; como también en el sello voluptuoso e insubordinado implícito en la variedad de formas de expresión, desde las más iniciáticas hasta las más adiestradas vistas allí.
En diálogo con la frase que acompaña el banner del evento, podría decirse que si bien al arte no puede pedírsele que redima por sí mismo los antagonismos y las contradicciones sociales, como la propia crisis en ciernes, respondiendo a la manera de Trotsky tiene un alto sentido político preservar su más completa independencia, precisamente porque “tenemos una idea muy elevada de la función del arte como para rehusarle una influenciasobre el destino de la sociedad”.