También se produjeron incendios en los cerros. La actividad de los ingenios azucareros agrava la contaminación del aire.
Lunes 27 de julio de 2020 17:20
Como sucede cada año, en estas semanas comenzaron a proliferar la quema de cañaverales, generando un gran impacto negativo en el medio ambiente. De acuerdo a lo informado por Defensa Civil de la Provincia, hasta el momento se registraron cerca de mil denuncias por incendios en los cultivos de caña y pastizales.
Según las estadísticas en la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), en Tucumán existen unas 260.000 hectáreas destinadas al cultivo de caña. Cada año se quema un promedio de 80.000 hectáreas de cañaverales
Siguiendo los números de la EEAOC, de esas 260.000 hectáreas, sólo 44.000 hectáreas ingresaron en un programa de certificación donde se erradicaron el fuego como método de cosecha. Aquí tienen peso los grandes productores cañeros, ya que sólo un grupo del 20% de los productores concentran el 80% de la caña.
Los focos de incendio también se producen en los cerros. La semana pasada se registró un foco en la zona de Ancajuli. Estos episodios intencionales están relacionados con la necesidad de extender las fronteras del agronegocio.
Las consecuencias graves en el medioambiente y en la salud también se combinan con los servicios afectados. El sábado por la tarde, la mitad de la capital y el sur de la provincia sufrió un apagón de energía eléctrica ya que los incendios afectaron a los cables aéreos del tendido eléctrico. El domingo, el fuego de los cañaverales avanzó hasta acercarse a una planta transformadora cerca de Concepción.
Además, los incendios de cañaverales incluso a veces llegan a la vera de las rutas provinciales. De conjunto, el humo reduce la visibilidad en los caminos, aumentando los riesgos de choques entre vehículos.
La contaminación del aire se manifiesta en el hollín y las cenizas, que producen y agravan enfermedades respiratorias. Esto se agudiza con la propia contaminación que realizan los ingenios azucareros durante la zafra. En Monteros, un grupo de vecinos se movilizó ante la municipalidad y el ingenio Ñuñorco por la constante contaminación. Allí denunciaron que no hay controles para los empresarios, con la complicidad de funcionarios.
Desde diferentes áreas del Gobierno provincial se ensayan diferentes excusas ante estos hechos. La proliferación de los incendios de cañaverales es explicada por la estación seca en esta época del año, mientras que la contaminación que realizan los ingenios es atenuada porque los ingenios “no han tenido el debido aprestamiento” por la pandemia. Lo que no se dice es que todos esta contaminación del medio ambiente es producto de la intención de maximizar las ganancias del agronegocio.