María Rosa Muiños, Silvia Eva Gottero, una peronista histórica del PJ de la Capital y Claudio Heredia de UPCN conformarán bloque aparte denominado “peronistas”. El bloque del FpV liderado por Carlos Tomada queda con 9 diputados de La Cámpora, Nuevo Encuentro y otras agrupaciones kirchneristas.
Ruth Werner @RWlaruta99
Miércoles 7 de septiembre de 2016
Fotografía: Archivo Enfoque Rojo
Las fugas de los diputados y senadores del Frente Para la Victoria se han transformado en un deporte nacional, con sede en el Congreso y en varias provincias del país, desde que el kirchnerismo perdió la elección presidencial. Esta semana fue el turno de la Ciudad de Buenos Aires.
Por la tarde de ayer se oficializó la ruptura del bloque. María Rosa Muiños, Silvia Eva Gottero, una peronista histórica del PJ de la Capital y Claudio Heredia de UPCN conformarán bloque aparte denominado “peronistas”. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede a nivel nacional donde muchos peronistas huyen de la disciplina impuesta por la ex presidenta, en el reciente Congreso del PJ Capital, todos los sectores que integran el FpV reivindicaron la conducción de Cristina Kirchner aunque se sabía que la interna estaba al rojo vivo.
Hace doce días, el secretario General del SUTERH, Víctor Santa María, se adelantaba como promotor de la ruptura y presentaba en sociedad, a través de twitter el quiebre que terminó de concretarse ayer. Es sabido que María Rosa Muiños, hoy vicepresidenta segunda de la legislatura, responde a los lineamientos del dirigente del poderoso gremio de los porteros. Su marido, Juan Manuel Olmos quien fuera hasta el año pasado el presidente del consejo de la magistratura porteño es considerado un hábil negociador y decía de su persona el diario La Nación “personifica al acuerdo Pro-Frente para la Victoria en la ciudad”. El caso de Heredia es entendible. Fiel a la tradición de UPCN quien suele negociar con quien tenga arriba sea de donde sea, “peronistas” marca una línea más negociadora aún con el macrismo. Para que se entienda gráficamente basta ver lo que circulaba en los ministerios en estos días: carteles con una cita de una frase dudosamente atribuida a Darwin, con firma de UPCN, que dicen “No es el más fuerte o el más inteligente quien sobrevive sino aquel que más se adapte a los cambios”. El nuevo bloque se reivindicó como opositor a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, "pero sin renunciar a ser parte de los consensos parlamentarios cuando estemos de acuerdo en lo sustancial de un proyecto o iniciativa que mejore la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad".
De todas maneras, el bloque que lidera Carlos Tomada no presenta muchas diferencias con “Peronistas”. “Lo lamentamos, y mucho" dice el comunicado que emitió el FpV depurado cuando tomaron conocimiento "que tres legisladores” habían decidido formar un nuevo bloque, "luego de una serie de confusas idas y vueltas”. Entre los nueve legisladores que permanecen bajo el sello del FpV están quienes responden a La Cámpora, Peronismo Militante, Nuevo Encuentro y la agrupación de Pablo Ferreyra.
La votación de la Agencia de Bienes fue una de las leyes claves del PRO y un ejemplo de la política privatista que promueve Mauricio Macri a nivel nacional y Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires. No se trata de cualquier ley sino la que habilita a esa entidad a enajenar todos los terrenos de la Ciudad o concesionarlos a distintas empresas y emprendimientos privados. Para lograr la votación se necesitaban dos lecturas. En la primera, en diciembre de 2015, en una sesión escandalosa, prácticamente la totalidad del FpV votó con el PRO. En los pasillos de la legislatura y posteriormente se hizo público en distintos medios, el “consenso” se debió al otorgamiento de cargos públicos que se rapartian a fin de año.
Algunos medios quieren presentar que este fue uno de los hitos que habría terminado de quebrar al FpV. La realidad es que en la primera lectura, a fines de 2015, todo el bloque, excepto dos diputados, votó por uno de los proyectos que más le importaba a Rodríguez Larreta. Gracias a este acuerdo el PRO logró pasar a la segunda lectura, donde pese a que el partido mayoritario tenía los votos de sus aliados de CAMBIEMOS tres diputados del FpV decidieron votar a favor y otros dos, el caso de Tomada y de Fuks, dijeron “no sabe, no contesta” y se abstuvieron. Hoy ambos bloques, tanto en “peronistas” como en el actual FpV, son proveedores constantes de los votos que necesita el oficialismo. Como el caso de Gabriela Cerrutti de Nuevo Encuentro, hoy con el FpV de Carlos Tomada, que levantó la mano a favor de privatizar terrenos de la Ciudad de Buenos Aires.
El papel jugado por el FpV en la legislatura no es una novedad y el pacto por el que el PRO logró la Agencia de Bienes no será el último. Es toda una tradición el rol del FPV en el distrito. En 2013 le votaron un paquete de negocios multimillonarios en beneficio de pulpos inmobiliarios como Eduardo Elsztain, principal accionista de la constructora de grandes shoppings IRSA. También la creación de un Fondo para la Promoción y Desarrollo de la Actividad Sindical de Juegos de Azar, que será administrado por el Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (ALEARA).
Falta ver qué será del posicionamiento adoptará Gabriel Fucks, quien estaba posicionado como en nexo entro los dos sectores y que responde al dirigente Daniel Filmus.
De esta manera el PRO, que cuenta con 28 diputados sobre 60, tiene más fácil que nunca la tarea de conseguir los votos necesarios para avanzar con sus planes privatistas. Cuenta con los miembros de Suma+, socios de Cambiemos a nivel nacional; un bloque de tres diputados comandado por Ocaña, siempre bien dispuestos a votar con el PRO; y a los bloques FpV y "peronista" que lejos están de cualquier resistencia.
La voz del Frente de Izquierda hasta ahora ha sido la única verdadera oposición en el recinto y se plantea nuevos desafíos para ganar aún mas peso en la Ciudad.