San Luis. Nueva pericia determinó lo que ya se sabía de antemano y que las autoridades policiales, judiciales y gubernamentales quisieron ocultar: Florencia Magalí Morales fue asesinada en la celda policial donde se encontraba detenida. El reclamo de Justicia sigue más firme que nunca.
Martes 28 de septiembre de 2021 21:08
El 5 de abril de 2020, Florencia Magalí Morales fue demorada por efectivos de la Comisaría N° 25 de la Localidad de Santa Rosa del Conlara. El informe policial de aquel día indicaba que había sido detenida mientras "andaba en bicicleta en contramano" y que, "al revisar su D.N.I., se constató que estaba violando el aislamiento social obligatorio", decretado por la pandemia. Esa misma noche, según el mismo reporte, "apareció colgada en la celda en la que había pasado todo el día".
A lo largo de un año de recolección de pruebas, los abogados de la familia afirmaron que pudo comprobarse que Florencia no fue detenida, sino que entró voluntariamente a la Comisaría, y que el informe de la necropsia arrojó que su cuerpo tenía "lesiones compatibles con la autodefensa", "habiendo sido herida de muerte en su celda".
Sin embargo, las autoridades policiales, judiciales y gubernamentales intentaron todo el tiempo de ocultar o desviar lo que era evidente. De caratular el hecho como "suicidio" se pasó a pretender archivar la causa por "falta de pruebas". La lucha de la familia de Florencia, sus amistades y del movimiento de mujeres por la búsqueda de la verdad, siempre con la convicción de que ella había sido asesinada, hicieron que se llegara a la situación actual.
A raíz de las pruebas de ciencia criminalística y las conclusiones de los peritos de parte, se confirmó técnicamente que es inviable la posibilidad de un suicidio y que, desde el punto vista técnico, la hipótesis más práctica tiene que ver con un homicidio: Según la nueva pericia, "la medida del cordón y la bisagra donde se anclaba, el peso de Morales y la posición del cuerpo en la que se la encontró, no coincide con la posibilidad de un suicidio".
A pesar de que en la primer autopsia se omitieron algunas cuestiones forenses por caratular el hecho como un "suicidio"; a pesar de que en la necropsia se detectó que faltaban los músculos del cuello, que son fundamentales para conocer la asfixia mecánica, y que no se detectó nada más por el estado de putrefacción del cuerpo; y a pesar de que las muestras que se enviaron a un laboratorio de La Pampa no sirvieron por el mal estado de conservación de las mismas; esta nueva pericia acaba de determinar lo que ya se sabía: a Florencia Magalí Morales, la mató la Policía, esa misma que hace poco fue premiada por el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá con cientos de patrulleros, motos, camionetas y lo último de armamento y equipos para reprimir mejor a la población.
Hoy, el grito de Justicia por Florencia sigue más vigente que nunca, al igual que la lucha contra la represión policial y la violencia hacia las mujeres. ¡El Estado es responsable!