Finalmente por la tarde de este lunes, el PRO emitió un comunicado que esperaba el Gobierno. No dará quorum en la sesión de este martes que discutirá la limitación a los DNU de Milei, y en caso de que la oposición lo alcance, no "votarán con el kirchnerismo". Macri y su espacio, desdibujados políticamente con Milei en el Gobierno, se debaten entre la humillación por parte del oficialismo y el peligro de alejarse más de su base electoral.
Martes 12 de noviembre 12:01
Foto: Posteo en X de PRO
Este martes a las 15hs. está llamada la sesión especial pedida por la oposición para intentar limitar el uso de Milei de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), un mecanismo clave para el Gobierno que cuenta con minorías en ambas Cámaras del Congreso y nulo poder territorial mediante gobernadores e intendentes.
La importancia que tiene ese mecanismo para la administración libertaria es el motivo de la ansiedad que reinó en la Rosada a la espera de la postura que tomarían Macri y el PRO. El antecedente del "voto junto al kirchnerismo" en el tratamiento al DNU que otorgaba fondos millonarios a la SIDE generaba algún grado de incógnita entre los funcionarios del Gobierno, pero sin duda menor a la certeza de que el ex presidente no querría ser visto "oponiéndose al cambio" a los ojos de su base electoral, hoy forzosamente compartida con LLA.
"Sobre la Ley DNU: no vamos a votar con el kirchnerismo. Nosotros defendemos la gobernabilidad y las instituciones." fueron las palabras que eligió la mesa chica del PRO para hacer público, a través de X, una vez más su apoyo político a Milei.
En esa misma publicación presentaron a la vez sus "demandas" a la administración libertaria: "Basta del bloqueo de sindicalistas mafiosos en Aerolíneas y en muchas empresas más: pedimos que se trate la Ley de Democratización Sindical" y "Terminemos con la corrupción: pedimos que se debata la Ley de Ficha Limpia."
Se trata de proyectos con los que vienen insistiendo el PRO y parte de la UCR principalmente. En el caso del de "democratización sindical" buscan restarle poder a los sindicatos, por la vía del desfinanciamiento y un aumento de la criminalización de la protesta, como en el caso de los cortes y bloqueos. El objetivo, más allá de los manejos burocráticos de los dirigentes sindicales, es restarle poder de fuego a la clase trabajadora para avanzar más fácilmente en sus planes de ajuste.
Por otro lado la Ley de Ficha Limpia, que propone la imposibilidad de ocupar cargos públicos a quienes tengan una condena por corrupción en segunda instancia, apunta directamente contra la ex presidenta Cristina Kirchner, en un evidente propósito proscriptivo -más allá de la existencia o no de corrupción-.
Junto a esas prendas de cambio presentadas por el PRO, desde ese espacio dejan trascender acerca del "fastidio" del expresidente por el ninguneo que recibe desde la Rosada desde diciembre pasado. El malestar, es sobre todo con el "círculo de hierro" de Milei -su hermana y Santiago Caputo-, que son quienes tienen la línea más dura con Macri, convencidos y más jugados a no tener que depender de un futuro armado electoral con el PRO el año que viene, apoyados sobre la tesis de haberle quitado al titular del partido amarillo, una parte decisiva de su base electoral.
En esa sintonía exteriorizan también como "deadline" el tratamiento en el Congreso de Presupuesto 2025, esperado con desesperación por los gobernadores del PRO, tras la motosierra de Milei sobre las arcas de esos territorios.
Hasta el momento, a pesar de que las advertencias del ex presidente sobre restarle apoyo al Gobierno fueron varias, el PRO sigue siendo jugando un rol central para nutrir de gobernabilidad a Milei. Es un tira y afloje en el que Macri claramamente viene en desventaja y cediendo, pero en el que una eventual ruptura, pondría en serios problemas al oficialismo.