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Red Internacional
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Entre contradicciones y omisiones. Sheinbaum destaca la estabilidad de México y anuncia participación en G20

En una conferencia donde se abordaron temas de seguridad y salud, la presidenta Claudia Sheinbaum evitó confrontar los casos críticos de violencia contra defensores y comunidades.

Jueves 31 de octubre

Esta mañana, desde Palacio Nacional, la Presidenta Claudia Sheinbaum encabezó un nuevo encuentro con la prensa. Acompañada de miembros de su gabinete y asesores de la administración actual, Sheinbaum tocó varios temas de interés nacional, como el panorama de salud pública, la consolidación de la Guardia Nacional, y la posición de su administración ante las protestas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). En un contexto donde la presencia militar y la centralización del poder en las fuerzas armadas han tomado un papel cada vez más visible, el mensaje fue, en esencia, una reafirmación de la ruta de seguridad militarizada que sigue el país.

En cuanto a salud pública, Sheinbaum destacó la ampliación de programas de atención primaria. Anunció inversiones en infraestructura hospitalaria y la dotación de insumos y personal especializado fueron presentadas como logros significativos para el fortalecimiento del sistema de salud. Sin embargo, la implementación de estos esfuerzos se enfrenta a limitaciones en recursos y falta de personal capacitado en muchos estados, lo cual podría poner en riesgo su continuidad y eficacia.

La conferencia también incluyó referencias a temas constitucionales y laborales que han generado debate en las últimas semanas. Sheinbaum defendió la "supremacía constitucional", una afirmación que busca, según la administración, enfatizar la importancia de respetar el marco legal en un contexto de cambio social y político marcado por la disputa entre el poder Judicial y el Ejecutivo.

En lo que respecta a las protestas recientes, especialmente las encabezadas por la CNTE, el gobierno enfatizó su disposición al diálogo, aunque las demandas de la CNTE por mejoras laborales y mayor autonomía sindical han sido recibidas con respuestas parciales, e incluso, en ocasiones, con represión. La brecha entre la promesa de diálogo y la realidad en que se encuentra el magisterio deja ver que los esfuerzos de negociación pueden ser más retóricos que reales.

Durante la conferencia de prensa, se cuestionó a la mandataria sobre la desaparición de la activista Sandra Domínguez, quien había denunciado amenazas y agresiones en su lucha por la protección ambiental en Oaxaca. Este caso evidencia el nivel de vulnerabilidad de las y los defensores de derechos humanos, quienes enfrentan altos riesgos sin una protección efectiva por parte del Estado.

Sheinbaum también habló sobre la próxima participación de México en el G20, enfatizando la relevancia de que el país mantenga una presencia activa en foros internacionales. Sin embargo, esta participación parece paradójica: mientras México se presenta como un defensor de la paz y la estabilidad en el ámbito global, la violencia contra activistas y periodistas, sumado a la creciente militarización, parece contradecir esos principios dentro de sus propias fronteras. Asimismo, el tema de Cuba fue brevemente mencionado, reiterando el respaldo de México al país caribeño en materia de soberanía y derechos humanos, lo que añade otra capa de contradicciones en la postura mexicana en foros internacionales, al contrastar con las propias limitaciones de derechos internos.

La conferencia de hoy dejó en claro que, aunque el gobierno se proyecta en el G20 como un socio de paz y estabilidad, la realidad nacional enfrenta retos serios que desmienten este mensaje. Casos como el de Sandra Domínguez reflejan una profunda desconexión entre los compromisos internacionales y la situación interna. Mientras la administración de Sheinbaum parece apostar por una imagen de progreso y colaboración global, los desafíos para la protección efectiva de los derechos humanos y la paz interna persisten.

Frente a estas contradicciones, surge la necesidad urgente de que los sectores más afectados —trabajadores, defensoras y defensores de derechos humanos, el magisterio, y comunidades vulnerables— se organicen de manera independiente del gobierno y sus instituciones que hasta ahora han sido omisas cuando no responsables de las violaciones a los derechos elementales y de perpetuar las condiciones de precariedad y vulnerabilidad.