El Círculo Rojo. “Si sos jubilado es casi seguro que te vas a morir”

· La canciller Diana Mondino dijo en la mesa de Mirtha Legrand: “Si sos jubilado es casi seguro que te vas a morir”.

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· Su frase dejó entrever dos cosas. Por un lado, lo que piensa el gobierno de jubilados y jubiladas. Por el otro, expuso un prejuicio muy presente en nuestra sociedad: cuando te jubilás, cuando sos viejo, lo único que tenés por delante es la muerte, no se habla de tus proyectos, no podés soñar con nada, no hay deseo ni goce.

¿Quién dijo que ser viejo es malo?

· La connotación negativa de la vejez no tiene que ver con la biología, es social y está relacionada con la vida en el capitalismo. En la antigüedad era al revés: equivalía a experiencia y sabiduría.

· La noción de que ser una persona vieja es algo malo tiene que ver con que a determinada edad se supone que nos jubilamos y nos retiramos del mercado laboral (algo que hoy es muy relativo) y ya no producimos.

· No hay nada que ponga más incómodos a los capitalistas que una persona improductiva, quieren deshacerse de ella. Y en una sociedad que está organizada alrededor de sus ganancias (resultado de la explotación del trabajo de la mayoría) es un gran problema.

Tiempo y dinero

· A ese problema (ser improductivo) se suma otro: las personas vivimos más tiempo. Antes nacías, empezabas a trabajar muy temprano (en la niñez hasta comienzos del siglo XX, de forma extendida y aceptada) y te morías joven, incluso en tus años económicamente activos.

· A lo largo del último siglo y pico, la vida se prolongó (hubo avances científicos, mejoraron las condiciones de vida si pensamos cómo se vivía en 1800). Y sobre todo, la tecnología permitió realizar la misma tarea que hace cien años en una fracción de tiempo.

· Entonces, ¿por qué no es una buena noticia que vivamos más? ¿Y por qué si el trabajo es más productivo, no trabajamos menos tiempo y todas las reformas jubilatorias quieren hacernos trabajar más años?

Cortocircuitos

· El cortocircuito principal está en que se extiende la vida después de la edad jubilatoria, por un lado, y cada vez menos gente trabaja de forma registrada (aportes a la jubilación futura), por el otro.

· Y el cortocircuito tiene un responsable: el Estado, que le cuida el bolsillo a los ricos.

· Las políticas estatales privilegian los intereses de las empresas, que se benefician del empleo precario (sobreexplotación y ahorro de los aportes para jubilaciones futuras) y del Fondo Monetario Internacional y los acreedores de la deuda. En el mes de enero se pagó más intereses de deuda que jubilaciones. El gobierno de Milei lo hace de forma descarada, pero no es el primero ni el único.

· El problema de ser viejo ese ese. Y sobre esa connotación negativa se construyen un montón de prejuicios: si sos viejo no tenés más deseos ni intereses, salvo tu salud y tu familia. Esos prejuicios son funcionales, a su vez, a que la jubilación solo contemple la subsistencia.

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Mi mamá no trabajó

· Si hay algo peor que ser viejo es ser vieja: las mujeres tenemos dos marcas de improductividad a la edad de jubilarnos, la del mercado y la de la biología. Perder la capacidad de reproducir la vida conlleva un estigma de inutilidad social. Por este y otros aspectos, la menopausia es un periodo de la vida que se mantiene opaco, rodeado de prejuicios.

· Cuando el presidente Javier Milei se refirió a la moratoria jubilatoria que incluyó a muchas mujeres que no tenían la totalidad de los aportes, dijo que era una injusticia porque esas mujeres, como su propia madre, “no trabajaron” y ahora accedían a una pensión igual que los que sí trabajaron (como su padre).

· La idea de “no trabaja” expone la desvalorización del trabajo de cuidados en el capitalismo, que hacen las mujeres de forma gratuita, sosteniendo una parte indispensable del funcionamiento de la sociedad. Lo piensa Milei pero no es el único, es un prejuicio muy extendido aunque hoy muy discutido gracias a los debates instalados por el movimiento feminista hace décadas.

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· Las mujeres vivimos más años pero muchas más mujeres que hombres llegan a la edad jubilatoria sin aportes o aportes insuficientes porque dedicarle menos tiempo al trabajo remunerado por la sobrecarga de trabajo de cuidados (que es gratuito y para la mayoría no es una “elección personal”) o tener que elegir trabajos con horarios flexibles (más precarios) redunda jubilarte con la mínima y ser más pobre en la vejez.

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· El año pasado cuando marchan en Francia contra la reforma previsional de Macron circulaba un graffiti que resume el problema de envejecer en el capitalismo: “Solo se trabaja en la vida. Y jubilarse a los 60 años ya es demasiado tarde”.