Sig Ragga, la banda oriunda de Santa Fe, se presentó en el teatro Vorterix de Buenos Aires el 6 de mayo y una vez más con todo su brillo a sala llena: eran las nueve y media de la noche y aterrizaron en el teatro, los Sig Ragga.
Viernes 13 de mayo de 2016
¿Cómo definirlo? . . tocaron. Abrieron telón, fluyo arte, arrancaron "empezó la obra", humo y misterio, luces especiales y su público expectante. La música en su pura expresión, Sig Ragga.
Los cuatro artistas vestidos con sus trajes blancos sucios gastados, llenos de oficio y esfuerzo, sus rostros plateados como seres que vienen de otro mundo a dar su arte, suave, dulce lleno de ternura y sentimientos de amor y alegría.
Pero a la vez duro, templado, filoso, agresivo, estridente, que no se deja doblar. Su pintura su música hermosa, perfecta, de otro lado, no se sabe de donde, pero tiene reggae, rock, música clásica, ópera, metal, funk, Sig Ragga es de esas bandas que no se parecen a otras, son únicas, con lenguajes de otros tiempos que sin saber lo que dicen se entiende. Su poesía te llega ahí, donde a cada uno le late, y podes sentir paz, amor y lucha.
Mezclado con luces que acompañan cada acorde cada melodía cada golpe como si saldrían de sus instrumentos, esos rayos, ese clima, ese humo . Sus movimientos, toda una obra de arte en vivo, con su público ahí, expectante, respetuoso, más de 1500 personas disfrutando, no queriendo despertar.
Más de dos horas duro la ceremonia de Sig Ragga todos aplauden mientras prenden las luces, nos vamos contentos por poder disfrutar ese momento vivido muy intenso. Vuelvo pensando, algún día todos van a poder disfrutar de esto, de ese espectáculo, mis amigos que no pudieron ir por que trabajaban, o por que no tenían el dinero, pienso, como buscan separar a los jóvenes del arte, nos tiran para consumir solo con lo que más lucran y lo convierten en picadero.
Pero ellos no saben que .. “El futuro es nuestro” y está repleto de arte.