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Red Internacional
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Devaluación. Sigue el show mediático entre Milei y Massa, mientras se derriten los ingresos de las mayorías

Mientras se acelera la crisis, con una danza frenética entre inflación y devaluación, Bullrich, Massa y Milei se tiran con títulos y pelean el rating. ¿Alguien puede pensar en los que cobran en pesos? La única que piensa como laburante es Myriam Bregman.

Miércoles 11 de octubre de 2023 21:51

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La denuncia penal que hizo el (todavía) presidente Alberto Fernández a Javier Milei, lejos de dar una solución a la corrida cambiaria, dio pie a que el candidato de La Libertad Avanza volviera a arremeter contra la moneda nacional frente a las cámaras de todo el país. Para el oficialismo fue como tirar un boomerang.

En conferencia de prensa, Milei tuvo la oportunidad de decir: “Si quieren detener a los responsables de las corridas tienen que mirarse al espejo”; luego de que Gobierno montó un show con algunos allanamientos a cuevas del dólar blue. Lo que no quita que las corridas son música para los oídos de Milei. Por si quedaba alguna duda de que para hacer la dolarización, hay que reventar los salarios e ingresos de las mayorías: Milei ya aclaró que mientras más pisoteado esté el peso argentino ante la moneda yanqui, más fácil va a ser dolarizar.

Para contrarrestar el rating libertario, el candidato-ministro Sergio Massa propuso realizar un examen psicofísico a los candidatos a presidente, si se diera un ballotage. Juega la carta de la "inestabilidad emocional", contra el rabioso defensor de la moneda norteamericana. Pero, luego de armarle las listas a Javier Milei en provincia de Buenos Aires y luego de convocarlo en el debate presidencial a conformar un gobierno de unidad nacional, esta baraja tiene poco filo.

Patricia Bullrich no quiso quedarse afuera de las cámaras y calificó a Sergio Massa como "un superministro que vendió soluciones y hoy es un superdesastre". Hasta ahí le dio el ingenio para un juego de palabras. Pero lo concreto es que hace menos de una semana, Carlos Melconian dijo que el dólar blue estaba muy barato.

¿Alguno puede pensar en los que cobran en pesos? Parece que no. Mientras se acelera la crisis, con una frenética danza entre inflación y devaluación, estos candidatos apelan a los titulares de impacto, para traccionar la voluntad popular en las urnas el próximo 22 de octubre. Show mediático, nada más.

"El poder de compra de los salarios, jubilaciones e ingresos del pueblo se derrite" -denunció la candidata Myriam Bregman, la única que introdujo en el debate social la perspectiva de los laburantes. "El Gobierno, sometido al FMI, ’no puede, no quiere o no lo dejan’ ponerle freno a la corrida" -planteó con ironía, y concluyó: "Saben que, más temprano que tarde, una nueva devaluación del peso llegará".

El ministro-candidato Sergio Massa anunció que el próximo miércoles estarían disponibles unos 5 mil millones de dólares, del segundo tramo del swap con China, para fortalecer las reservas del Banco Central (BCRA). Aún así, con cada nueva disparada del dólar, sumada a la devaluación que hizo el ministro luego de las PASO, y las “actualizaciones” periódicas que hace el BCRA, los ingresos de las mayorías van en caída.

La propia Cristina Fernández de Kirchner sinceró hace menos de un mes que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es inflacionario. Y que, además del golpazo devaluatorio que dio el ministro Massa por orden del FMI, el acuerdo también presiona a devaluaciones. Pero esta sinceridad del oficialismo no se traduce en enfrentar al organismo que le pisa la cabeza al país, ni a los bancos, ni a los grandes empresarios que especulan con los precios a diario y empujan las corridas cambiarias. Queda ahí, en el discurso. Mejor decir la verdad, ¿no? Que las políticas antipopulares que aplica el Gobierno peronista son porque se las pide el FMI.

— Y si el FMI te pide que te tires de un puente, ¿vos te tirás? -diría mi madre. Mejor no contestar.

La única fuerza política que denuncia y enfrenta esto desde el primer día es el Frente de Izquierda Unidad, cuando hasta el peronismo decía que si no se pactaba con el Fondo venía el caos. Pero el caos ya llegó, y lo recuerda en cada oportunidad Myriam Bregman: que el acuerdo con el Fondo, además de traer ajuste, es inflacionario y exige devaluación del peso y caída de los ingresos. Por eso la Izquierda lo rechazó, consecuentemente, desde un principio y por eso organizó importantes movilizaciones para enfrentarlo. Ante esta deuda odiosa, no queda otra que el desconocimiento soberano: ni cómplice, ni sometidos.

¿Cómo enfrentar esta situación? En principio es urgente un aumento de emergencia de los salarios, las jubilaciones y las prestaciones sociales, para que alcancen al menos la canasta básica familiar y se aten al ritmo que aumente la inflación. ¿De dónde la sacamos? De las abultadas ganancias de los grandes empresarios y banqueros, por ejemplo; también de impuestos progresivos a las grandes fortunas y los millonarios.

¿Cómo evitar que esos aumentos se trasladen a precios? Los trabajadores y trabajadoras tienen que intervenir en defensa de sus ingresos, pero también en defensa de los recursos del país.

Con la creación de comités de trabajadores que controlen los precios en los grandes centros de producción, en las grandes cadenas y en los barrios.

Con la estatización del sistema bancario y del comercio exterior, bajo gestión de los trabajadores y trabajadoras, se podría poner un freno a la especulación y las corridas. Mucho más efectivo que allanar tres cuevas.

Y por supuesto, romper con el FMI, porque cualquier acuerdo implica un sometimiento que se hace cada vez más insoportable.

Así lo sintetizó Bregman: "Que la crisis la pague la élite económica que nos condujo a esta catástrofe".

Todo lo demás, es show mediático, y cantos de sirena, para que el pueblo trabajador y pobre continúe sometido ante el poder económico de los yanquis y de los grandes empresarios que hacen negocios en este país.