Miles de familias pelean por tierra en todo el país, miles de estudiantes quedan fuera de la universidad y la semana pasada el Congreso votó un presupuesto de ajuste para el 2021. Es urgente que los centros de estudiantes salgan del silencio cómplice y la pasividad y llamen a los estudiantes a organizarse
Lunes 23 de noviembre de 2020 00:00
Miles de familias pelean por tierra en todo el país, miles de estudiantes quedan fuera de la universidad y la semana pasada el Congreso votó un presupuesto de ajuste para el 2021. Es urgente que los centros de estudiantes salgan del silencio cómplice y la pasividad y llamen a los estudiantes a organizarse
Un presupuesto a medida del FMI
Durante el martes pasado se debatió mucho sobre el aporte extraordinario a los ricos, pero lo que realmente pasó es que el Congreso votó un presupuesto de ajuste. Se recortó a la salud en tiempos de pandemia, el salario de los docentes y un 9% en la educación universitaria, en momentos donde los números de la deserción en las universidades nacionales son históricos.
El Frente de Izquierda denunció muy claro en el Congreso que el proyecto oficialista de “aporte extraordinario” fue una cortina de humo para tapar la entrega del país al FMI. Ell proyecto de presupuesto del 2021 que se aprobó parece haberse escrito dentro de las oficinas del organismo: ajuste fiscal y recorte del gasto público, pago millonarios en intereses de deuda, superando más de 3 veces el de educación, salud y salarios. Era eso lo que realmente iba a definirse ese día y no un aporte escueto de los ricos por única vez, donde a demás, la recaudación va a parar a manos de otros empresarios y el fracking.
Las tomas de tierra y el derecho a la vivienda
La crisis social que se acrecienta en el país, que tiene su mayor expresión en las tomas de tierras, fenómeno que se extiende en todo el país, producto de los despidos, la desocupación y miles que no pueden seguir pagando alquileres, afecta a millones, y los números de la pobreza ascienden. La política del gobierno viene siendo falsas promesas y desalojos con represión. Es decir, un gobierno que viene dando muestras de responder siempre para caer bien a las grandes empresas, las inmobiliarias y los sectores más concentrados de la economía, asegurando al FMI el pago de la deuda ilegítima.
En Tucumán las tomas de tierra vienen aumentando, como también los intentos de desalojos, su mayor expresión, sobre todo en organización es la toma de Altos de Belgrano en Lomas de Tafí, donde 142 familias con 230 niños vienen resistiendo para no ser desalojados, comenzaron a organizarse en reuniones y asambleas, el desalojo dictado fue prorrogado, producto de la movilización junto a las organizaciones de izquierda del FIT que se realizó hace dos semanas.
Entre los que venden promesas que no se cumplen, el principal, es el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera, que ante los reclamos del barrio privado “Altos del Cebil” que linda con la toma de tierras, se puso al servicio de garantizar que esas familias se vayan de los terrenos que tomaron, llevando falsas promesas de tierras que aún no se concretan estando nuevamente a días de la nueva fecha de desalojo, el lunes que viene. Lo que quiere asegurar Javier Noguera es el negocio millonario de countries y barrios privados que crece en Lomas de Tafí. Otra vez el gobierno jugando a favor de los que más tienen.
El rol de los centros de estudiantes
Desde las agrupaciones de la juventud del PTS, las secretarías de DDHH del CUEFyL, Medicina y Artes, Secretaría de actas y la de medio ambiente de Ciencias Naturales venimos organizando la solidaridad con estas 142 familias, organizando colectas de dinero y alimentos, y marchando junto a estudiantes que vienen solidarizandose con la lucha por tierra para vivir.
Estudiantes, graduados y docentes, agrupaciones ambientalistas han participado de las campañas de fotos, de las colectas de alimentos, ropa y materiales de higiene y sanitizantes. Otros son firmantes del petitorio contra el desalojo: personalidades de los DDHH, organizaciones estudiantiles como la UEST (unión de Estudiantes Secundarios de Tucumán) y el CUEFyL, sindicatos y organizaciones de mujeres como Socorro Rosa, entre muchas más.
En varias oportunidades hemos interpelado a las conducciones de los centros para que se acerquen a las tomas, y se solidaricen, si bien centros como el CUEFYL se pronunciaron en contra del desalojo, aún no aportaron materialmente a la colecta ni su presencia en las acciones que convocan las familias, es necesario que los centros vuelquen todo el apoyo a estas familias que son el sector más golpeado por la pandemia, y el lugar donde, en última instancia, se juega algo muy importante, que es dónde van a parar los recursos del país: a vivienda, salud y educación o a pagar la deuda ilegítima.
Mientras las agrupaciones que conducen otros centros como la Franja Morada, la Reforma, ligadas al macrismo y el radicalismo directamente se negaron a firmar el comunicado de apoyo, porque defienden la propiedad privada de unos pocos, frente al derecho a la vivienda de miles, dando muestras de su tradición de ponerse del lado de los empresarios y los poderosos siempre.
Las conducciones de los centros, donde el MPE, ligada al peronismo, tiene peso en Filosofía y Letras, Bioquímica y Psicología no movieron un dedo, porque son consecuentes con el gobierno de Alberto Fernández, a quién le militaron la campaña, un gobierno que viene dando respuesta a la problemática habitacional con palo y desalojos, como se demostró en Guernica, nada muy diferente a la política de Macri con el desalojo del Indoamericano en 2010, o Alperovich en 2013 con el violento desalojo de 100 familias en Tucumán.
Hoy en alianza con Noguera el MPE sigue sin reaccionar frente a los desalojos a ese “pueblo” de la “universidad para el pueblo” que dicen defender, a ese mismo “pueblo” al que el gobierno de Manzur y Noguera les fue a pedir votos las últimas elecciones, como dicen las mismas familias, es el mismo “pueblo” al que presionan a irse de esos terrenos sin ninguna solución habitacional, apoyados en la orden de desalojo que ordenó la justicia federal. Lejos queda en Tucumán la promesa de los que entraron al gobierno diciendo que iban a gobernar “para los que menos tienen”.
Una respuesta parecida hubo a la mayoría de los ataques que se dieron a la universidad pública, como lo fue la deserción producida por una modalidad virtual forzada e impuesta, como el presupuesto de ajuste educativo que se votó la semana pasada, mientras miles de compañeros que trabajan y estudian quedaron fuera de la universidad, porque pasaron sin mucha reacción de los centros de estudiantes.
Por un movimiento estudiantil ligado los que luchan
Los centros tienen que llamar a asambleas por el aumento del presupuesto universitario, becas para todxs, junto a la defensa de la universidad y la educación públicas, el aumento del presupuesto educativo (rompiendo con los condicionamientos del FMI) y la rebaja de la jornada laboral manteniendo el salario, para poder estudiar. Luchemos por un movimiento estudiantil que se ligue a los que luchan por vivienda, a los jóvenes precarizados que luchan por trabajo con derechos, solo con la unidad de la clase trabajadora y el movimiento estudiantil podemos enfrentar la crisis a la que nos llevaron los capitalistas y sus gobiernos.
Desde la Juventud del PTS llamamos nuevamente a los centros, y a todos los estudiantes a solidarizarse con las familias que luchan por vivienda, para poner la universidad y la fuerza del movimiento estudiantil al servicio de los trabajadores,y las luchas en curso. Llamamos a estar en estado de alerta y movilización frente a la amenaza de desalojo de la toma de Altos de Belgrano.