MIGAJAS PARA POBRES. Sin confirmaciones sobre el cuarto IFE, el Gobierno pone parches insuficientes con la AUH

Arrancó noviembre y aún no está confirmado si se pagará o no el cuarto Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que desde hace meses está en período de revisión por parte del Ministerio de Desarrollo Social y Anses.

La titular de Anses, María Fernanda Raverta, confirmó en Crónica HD que la entrega del IFE 4 "no está descartada" sino que se encuentra en una "etapa de evaluación". "El IFE todavía está sin definiciones. El equipo económico está planteando distintas alternativas por lo que aún no hay nada confirmado. El Ingreso Familiar de Emergencia se había diseñado como una partida por única vez que luego por el transcurso de la pandemia hizo que se tomarán nuevamente dos veces, lo que dejó tres cronogramas en total", sostuvo la funcionaria.

Tanto la AUH y la Asignación por Embarazo (AUE) como las Becas Progresar fueron compatibles con el IFE. Sin embargo, desde agosto no se volvió a pagar para las personas beneficiarias de las asignaciones familiares. Desde entonces sólo reciben las prestaciones habituales por hijos, embarazo o estudios.

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Para quienes recibían el IFE anteriormente y ahora sólo pueden cobrar AUH, AUE o Progresar, las fechas de pago comenzarán la semana que viene.

Según trascendió, la AUH incorporaría en noviembre a más de 700.000 nuevas personas beneficiarias. La cifra se desprende de la decisión del Gobierno nacional de eliminar el tope de 5 hijos para su percepción.

Además, debido a las medidas de distanciamiento social que dificultan la tramitación de documentación, los padres de 4,3 millones de niños que perciben la AUH estarán eximidos de presentar los certificados de vacunación y escolaridad.

Por otra parte, un 80 % del beneficio se cobra mes a mes y el otro 20 % en un pago anual, contra presentación de la Libreta de Asignación Universal. El pago del 20 % que se otorga a fin de año, rondará los $8000 y también estará exento de requisitos.

El anuncio se dio en un video grabado en Olivos, con la titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), Fernanda Raverta y el presidente Alberto Fernández. En aquella ocasión, el presidente insistió en una idea que el Gobierno ya repitió varias veces, acerca de que gracias a la operatoria del IFE que alcanzó a alrededor de 9 millones de personas, las autoridades se dieron cuenta del grave problema de la informalidad en el país. ¿Qué pasará con aquellos alrededor de 8 millones que no no se sabe si cobrarán el IFE y que no se encuentran entre ese millón que absorberá la AUH?

“Fuimos a buscarlos para darles los derechos que se merecen”, dijo el Presidente al anunciar los cambios en los requisitos para cobrar la AUH, la semana pasada. No se refería a lo que hizo el gobierno del Frente de Todos, ese mismo día: reprimir salvajemente Guernica. Con respecto a esta forma de responder a los reclamos por derechos básicos como la vivienda, el presidente no dijo nada esa mañana. Quizás no sepa que precisamente, quienes más sufren el déficit habitacional son parte de esos millones que cobraban el IFE o que subsisten en la miseria con las asignaciones, en el marco de un desempleo creciente. Según Fernández, lo que merecen los y las más pobres, es la suma de 5 mil pesos por mes. Si bien el IFE fue de 10 mil pesos, su pago se instrumentó de manera bimensual y se otorgó por grupo familiar.

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En la actualidad, 2,3 millones de personas que tienen 4,3 millones de hijos, cobran la AUH. El monto por chico es actualmente de $ 3.540 y se ajusta por la movilidad previsional. Para acceder a él, la madre (que tiene prioridad) o el padre que vive con los menores debe reunir algunas de éstas condiciones: a) estar desocupado; b) ser trabajador no registrado; c) trabajar en servicio doméstico; d) ser monotributista social; o e) estar inscripto en Hacemos Futuro, Manos a la Obra u otros programas de Trabajo.