La conducción del gremio docente rionegrino, volvió a dar la espalda al conjunto de la docencia, y estableció una agenda que acompaña las políticas gubernamentales de Juntos Somos Río Negro. Paritaria a la baja, y sin salario para la docencia sin cargo, mientras se agrava a situación de miles de trabajadores de la educación en pandemia.
Miércoles 30 de septiembre de 2020 14:58
Sin responder a todos los reclamos expresados durante la pandemia y sin llamar a asambleas la conducción Azul Arancibia de UnTER Central, acordó un aumento muy por debajo de la inflación. Quedaron afuera los reclamos legítimos por trabajo para todas y todos los docentes sin cargo, por conectividad para estudiar y trabajar, se desoyeron los reclamos de distintos sectores como bibliotecarias y bibliotecarios, la titularización de los cargos de referentes TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), la regularización inmediata de la obra social IPROSS y la demanda de módulos alimenticios para miles de estudiantes y sus familias.
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Desde el comienzo de la pandemia no se realizaron asambleas en ninguna seccional dirigida por el oficialismo, y ante el último acuerdo solo se limitaron a llamar a reuniones informativas en las que no dieron oportunidad para discutir y decidir sobre la propuesta del Gobierno. Esta política funcional de UnTER, que se pone en sintonía con la de ATE, les da la espalda a las y los trabajadores que vienen desarrollando sus tareas directamente con la comunidad durante esta crisis sanitaria económica y social, en el caso de salud estando en la primera línea. Negociaciones que dejan los salarios por debajo de la línea de la pobreza pero que son presentadas como grandes logros cuando con nuestros salarios no llegamos a fin de mes, y una gran cantidad de compañeros y compañeras que se encuentran sin recibir ningún tipo de ingreso y se encuentran en una situación crítica.
Cuando las comunidades educativas sufren un absoluto abandono por parte del Gobierno, es preciso decir que la conducción provincial de UnTER, al igual que a nivel nacional lo ha hecho CTERA, les han soltado la mano a las y los niños de la escuela pública que se encuentran en las tomas, amenazados de desalojos y estigmatizados. La derecha y sectores del Gobierno nacional dicen que ellos son delincuentes y se atreven a decir que hay que sacarles la AUH, pero son también los mismos que les niegan los módulos alimentarios o les retacean los mismo a los estudiantes y sus familias, en un contexto de absoluta desconexión que se profundiza por falta de políticas de conectividad. Sin techo y sin vivienda no hay educación que pueda brindarse.
Desde la Agrupación 9 de abril hemos sostenido que frente al pacto de las burocracias con el gobierno necesitamos coordinar acciones en el camino de un plan de lucha unificado, imponerle a la conducción que se llame a asambleas para que decidan las bases, que rompa la tregua. La desigualdad social crece día a día y esta crisis no la tenemos que pagar nosotros ni las familias de la comunidad educativa. Necesitamos ajustar a los ajustadores, un impuesto a las riquezas que toque a los bancos y a las multinacionales que no paran de llevársela en pala, a los grandes terratenientes que expropian tierras de manera ilegal pero no pagan impuestos como Lewis.
La decisión de la conducción provincial es de absoluta complicidad con el gobierno y sus políticas de abandono y pauperización de la educación. Tanto UnTER como CTERA han dejado a la docencia en una situación de vulnerabilidad con sus salarios y han desatado una pauperización de las condiciones laborales queriendo imponer un teletrabajo que destroza las conquistas de los convenios colectivos de trabajo pero que a su vez establece nuevas prácticas que buscan legitimar la virtualidad como una panacea educativa que no atestigua la verdadera situación de deserción y abandono a los que han sido empujados miles y miles de estudiantes a los largo de la provincia, por falta de conectividad tanto de docentes como estudiantes.
Por todas estas razones es necesario que la docencia tome en sus manos los reclamos al Gobierno y profundice los debates para la recuperación de los sindicatos pero para ello es preciso que demos pasos en la organización para enfrentar a las burocracias cómplices que articulan con el poder como si fueran un funcionario más.
Desde la Agrupación 9 de abril acompañamos y vemos como necesario un tercer encuentro provincial abierto como los dos ya impulsados por seccionales y agrupaciones opositoras en el camino de arrancar a la burocracia de sus cómodos sillones.