Los ataques a los derechos de los trabajadores y a la estabilidad laboral se profundizan. Incerpaz, Bolivian Timberland, Illampu, Punto Blanco, Cerámica Victoria, Exbol y varias empresas se movilizan. Es necesario imponer un gran paro fabril en defensa de las fuentes de empleo.
Jueves 29 de marzo de 2018
El miércoles 28 de marzo una nutrida movilización encabezada por los trabajadores de Incerpaz y Exbol, junto a delegaciones sindicales de varias empresas recorrieron las calles de La Paz para denunciar los abusos y violaciones a los derechos laborales que se vienen produciendo en varias empresas, particularmente fabriles. La movilización culminó con un mitin en las puertas de la Federación Fabril donde hicieron uso de la palabra las diversas delegaciones sindicales y donde Quispe cerró el acto con un llamado a “la unidad en el marco de las organizaciones matrices”, es decir, nada nuevo para defender el empleo.
La creciente tendencia a cerrarse los mercados de exportación para una industria orientada esencialmente a la exportación se ha empezado a sentir provocando el ataque empresarial a las fuentes de empleo. Entre tanto los dirigentes sindicales como Mario Segundo o Víctor Quispe luego de formar parte del bloque gubernamental que asaltó la COB en el mes de febrero debido al abandono de toda pelea por parte de la otra pandilla encabezada por Guido Mitma, hoy intenta mantener a los trabajadores luchando de manera aislada, dividiendo fabrica por fabrica y evitando que pueda surgir un gran plan de lucha que imponga la estabilidad laboral. El ejemplo más tremendo de muchos, fue el de ENATEX donde estos dirigentes contribuyeron a dejar casi 900 familias en la calle, y más reciente tenemos el caso de la Empresa de Correos ECOBOL, dejando a más de 500 trabajadores en la calle.
Durante la movilización, grupos de trabajadores afirmaban que además de los apoyos morales brindados por la federación y confederación, hacía falta algo más contundente que las meras gestiones ante los ministerios. Se hace urgente poner en las calles toda la potencialidad de los miles de trabajadores y trabajadoras fabriles que pese a sus dirigentes departamentales y nacionales vienen resistiendo estos ataques. Es necesario empezar a discutir como coordinar las luchas en curso y como abrir canales democráticos y participativos de todos los trabajadores para discutir cómo enfrentar esta ola de despidos que vienen realizando los empresarios con la complicidad gubernamental. La convocatoria a un gran encuentro de los trabajadores, juntas de vecinos, centros estudiantiles y sobre todo, las empresas en lucha puede ser un primer punto de apoyo para avanzar en la organización y en la resistencia obrera a estos ataques.