Este domingo, heridos y familiares de las víctimas de la represión en Nochixtlán a manos de la Policía Federal, arribaron a la Ciudad de México. En la Plaza de las Tres Culturas, ofrecieron una conferencia de prensa, en donde dieron su testimonio sobre lo ocurrido y exigieron justicia y castigo para los responsables.
Lunes 1ro de agosto de 2016 13:02
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Este domingo, decenas de personas que fueron víctimas de la brutal represión con la que la Policía Federal irrumpió el pasado 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca, arribaron a la Ciudad de México. Entre heridos y familiares de los asesinados, convocaron en la Plaza de las Tres Culturas a una conferencia de prensa en donde ofrecieron a los medios de comunicación su versión de los hechos.
Venimos a exigir justicia, no dinero.
Los sobrevivientes agrupados en el Comité de Víctimas 19 de junio, mostraron a los medios las heridas que aún quedan en sus cuerpos como testimonio de la acción policíaca de aquél día, de las balas, las bombas de gases lacrimógenos, de los golpes.
De las declaraciones, se puede ir reconstruyendo lo ocurrido aquél día. Víctimas aseguran que el desalojo de la carretera se realizó rápidamente. “Desalojaron en 6 minutos”, asegura uno de los heridos, “pero se siguieron con la población”.
Algunos medios han querido minimizar los hechos, diciendo que no hubo maestros fallecidos producto de la represión. Lo que no dicen –y empata perfectamente con los testimonios de los heridos– es que los muertos fueron pobladores, más de diez, según datos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y de las autoridades municipales de Nochixtlán. Mucho menos dicen que la orden era arrasar con el pueblo.
Queremos que lo sepa el mundo, que lo conozca la opinión pública: fue una masacre.
La visita tuvo como principal objetivo responder a diputados y senadores que en sus declaraciones se han atrevido a negar los hechos. Como si los videos, las fotografías, los testimonios y hasta los informes de la Gendarmería Nacional en donde se asegura que la Policía Estatal iba armada, fueran una invención.
Así, luego de informar que muchos de los heridos que podían viajar no quisieron hacerlo por miedo a las represalias, los sobrevivientes contaron cómo luego de liberar la autopista del bloqueo que pobladores y maestros mantenían como parte de las acciones a nivel nacional en contra de la aplicación de la reforma educativa, los policías irrumpieron en el poblado. Más de 200 habitantes habrían sido heridos por la Policía.
Me dejaron tirado […] estaba trabajando y ahí me tundieron a golpes.
Una vez en el pueblo, golpearon a quienes se encontraron a su paso. Un anciano contó cómo él estaba trabajando la tierra y fue agredido por elementos de la Policía Federal. Trabajadores de la construcción cuentan también cómo acudieron a apoyar y en el camino fueron baleados por la Policía.
A los niños no les fue mejor, pues mientras desde helicópteros la Policía disparaba a discreción, contra los menores usaron gases lacrimógenos. Aterrados por el ataque, cerca de 30 niños huyeron a otra colonia, en donde permanecieron escondidos hasta el día siguiente.
Denunciaron también el cierre de hospitales. Empleados del nosocomio local les habrían advertido a los pobladores que llegaría la Policía a realizar una purga y que en el hospital no podrían hacerse responsables. El servició médico se restableció hasta muchas horas después, mientras la Policía se mantenía apostada en la entrada del Hospital, impidiendo la entrada.
Ante la inacción de las autoridades federales, las víctimas continúan exigiendo verdad y justicia. Exigen a la Procuraduría General de la República la creación de una fiscalía especial para atender el caso Nochixtlán.
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