Editorial Río Negro. Solidaridad y resistencia: la lucha de salud, entre los planes de ajuste de Weretilenck y Milei

Si uno ve la provincia de Río Negro desde afuera, cualquier espectador podría sacar como conclusión que Weretilneck está aplicando un ajuste similar al de Milei. Inclusive, en las formas de gobierno el mandatario provincial copia al presidente, y hasta lo supera, porque Milei perdió con la fallida primera Ley Omnibus los poderes especiales que pretendía; en cambio a Weretilenck toda la Legislatura provincial le votó similares facultades extraordinarias. Ese poder le permite al gobernador hacer dos cosas sin que pase por la cámara legislativa: cortar contratos, por ejemplo con proveedores de insumos para la salud pública y en eso achicar los gastos del estado provincial que son paliativos a las necesidades populares; y por el otro lo faculta a tomar nueva deuda externa en dólares, algo que él mismo hizo a fines de 2017 con los bonos Castello.

Es decir, Weretilenck aplica un plan motosierra de pequeña escala. Comenzó con los despidos de municipales en sus intendencias amigas de Cipolletti y Villa Regina; la revisión de los mas de dos mil contratados del estado provincial; el cierre del ramal del Tren Patagónico, abriendo la perspectiva de ciertas formas de privatización de algunas de las empresas provinciales que son Sociedades del Estado. Por más que Weretilenck se ubique discursivamente junto al peronismo y ciertos gobernadores en un tipo de modelo de país en defensa de la soberanía, la clave es que en estos tres meses de su mandato no hizo más que ajustar como Milei.

Eso explica la rosca en las alturas de un kirchnerismo rionegrino que con Doñate y Marks intentan ahora diferenciarse, cuando fueron parte de la coalición (junto a radicales) que le dieron el poder al jefe político de Juntos Somos Río Negro.

Doñate y Marks, los que pusieron en la boleta a @weretilneck y aprobaron poderes especiales para que pague la deuda del Castello con mas ajuste, ahora se apartan del Gran Acuerdo. Tarde. Ya cumplieron su papel colaborador.
Todo el apoyo a Salud contra el ajuste.#saludenlucha pic.twitter.com/CrmWEt2ACG

— Alhue B. Gavuzzo (@AlhueBG) March 26, 2024

Las tendencias por abajo: solidaridad y deliberación democrática de quienes luchan

Pero más interesante que eso es lo que pasa por abajo. En plena tregua sindical de las centrales, que incluye a la dirección docente de UnTER, quien también está dejando pasar el ajuste, resiste la lucha de salud. Una pelea que contiene distintos niveles de intensidad según cada hospital, en una provincia enorme. Pero si hay algo que preocupa a Weretilenck de las distintas manifestaciones del paro provincial en Viedma, Fiske, o Cipolletti; son dos cosas fundamentales que Bariloche las expresa de modo más profundol: cada propuesta de lucha u oferta de los funcionarios la debaten democráticamente en sus asambleas hospitalarias; y por otro lado, concitan un apoyo popular masivo.

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A las acciones como los abrazos simbólicos, marcha de antorchas, velatones, cortes parciales del puente que une Cipolletti con Neuquén se escuchan los bocinazos y aplausos de los trabajadores y vecinos, siendo acompañados en las calles familiares, amigos, vecinos de los barrios con fuertes lazos con los CAP´s, además de las organizaciones sociales y políticas. Estas son expresiones profundas de la simpatía con esa primera línea que Weretilenck reaviva al maltratarlas públicamente mandándoles la policía a los domicilios para sumariarlas e invitarlas públicamente a que renuncien y se vayan al sector privado. ¿Tendrá el gobernador algún interés o acciones en alguna de las clínicas privadas de la provincia, que tanto quiere que los profesionales de la salud vayan a buscar trabajo en ese sector? Como fuera, la cuestión es que Weretilenck le erró, se encontró con una relación de fuerzas desfavorable y tuvo que retroceder.

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Cada lucha deja sus lecciones. Algunas, más próximas en el imaginario, quedan vivas en la memoria activa de los que hoy en pleno paro y lucha, se están preguntando cómo hacer para ganarle la pulseada. Ayer viernes, cuando una delegación de hospitalarias del Castro Rendón de Neuquén se presenta ante la jornada de lucha en el Centro Cívico de Bariloche en plena Fiesta del Chocolate, fueron ovacionados. Porque son reconocidos como los elefantes que pusieron en jaque a toda una provincia gracias al enorme apoyo de toda la comunidad. Eso quedó en el chip de las y los hospitalarios rionegrinos, que también dieron su lucha al mismo tiempo y que hoy deben retomar.

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Puede ser que la lucha de salud entre en un relativo impasse, como también puede ser que vuelva a tensarse, como parte de los crecientes despidos en sectores que afectan incluso a trabajadores de todo Río Negro, como en Vialidad, ANSES, CNAE, Parque Nacionales, etc. La línea de Weretilneck de ningunear perdió, por lo que giró a una mesa de negociación sectorial, que es una concesión que nunca había dado el oficialismo en el poder. Pero la clave es que la plata en la provincia va a ir a la deuda externa; por lo que el horizonte de propuestas del gobernador sabe siempre a ajuste. El no pago del Bono Castello tiene que ser una consigna que abracen todas las organizaciones que quieran enfrentar el ajuste.

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Lo que queda hacia futuro es potenciar la experiencia de solidaridad y entrelazamiento de la comunidad con los hospitales y CAP´s. Desde el PTS, junto a nuestras agrupaciones de trabajadores, del feminismo socialista y estudiantiles ponemos nuestro mejor empeño para que las mismas se expresen hasta el final. Potenciarlas implica dos cosas: coordinar salud con los nuevos sectores en lucha; y por otro lado llevar la lucha de Salud a los lugares de trabajo, universidades, escuelas, los barrios. Es decir, empezar a tejer por abajo una fuerza lo suficientemente fuerte, que esté organizada en asambleas y otras instituciones democráticas de lucha, para imponerle a las centrales sindicales lo que es de una necesidad imperiosa del momento: un paro provincial y nacional contra este plan de “motosierras” en tándem, tanto de Weretilenck como de Milei.