Hace algunos días la derechista precandidata a la presidencia y actual alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, se sumó a algunos dinosaurios conservacionistas y de Chile Vamos e interpeló a la ciudadanía con la siguiente interrogante “Yo le pregunto si prefieren que se gaste en seguridad ciudadana” a propósito de los 11 mil millones dólares que costaría condonar la deuda educativa. La militante UDI, partido que junto a RN presentan el 75% de los casos de corrupción ocurridos en Chile, tiene la desFACHAtez de cuestionar una demanda sentida por la gran mayoría de la población.
Domingo 26 de mayo
Esta lógica es común en el discurso de la derecha, que antepone su agenda securitaria (su única bandera, al parecer) frente a las demandas sociales, dejando en la opinión pública la sensación de que quienes apoyan dichas causas son parásitos del Estado. También podemos notar esta idea en sus medios de comunicación, por ejemplo en el titular de radio Cooperativa que publicó “La mayoría de quienes pagan el CAE (78%) desembolsan menos de 75 mil pesos mensuales” haciendo la relación que el pago no es excesivo porque por norma nadie paga más del 10% de su sueldo.
Esto dentro de la lógica de los que defienden la Educación de mercado puede funcionar, pero este dato expresa una realidad mucho más grotesca y es que los sueldos del 78% de los profesionales que mantienen la deuda no superan los $750.000. Es decir que el mero hecho de tener un título profesional no es garantía de salir del círculo de la pobreza, cuestión que prometían Ricardo Lagos y Sergio Bitar a principios de los 2000.
Podríamos preguntarnos entonces ¿Cuál es el objetivo de Evelyn Matthei al intervenir en esta discusión? La respuesta es clara. Como representante política de los empresarios ella busca defender los intereses de la banca, que recibe jugosos bonos del Estado año a año con motivo del Crédito Aval de Estado. Parece que Matthei no quiere que sus financistas pierdan.
El año 2022 el Estado solo por garantía pago a la banca privada $180 mil millones, situación que se repite año a año. Incluso, según el portal CiperChile entre los años 2006 y 2011 el Estado desembolsó alrededor de 288 millones de dólares ($144.405.076.000) información rescatada de una auditoría efectuada por la Contraloría General de la República. La deuda del CAE ya está saldada. Oponerse a la condonación solo beneficia a los grandes poderes económicos. Incluso, el Estado debería parar de transferir dinero a la banca, pues ahí se van una gran porción del presupuesto anual de Educación mientras las escuelas se caen a pedazos.
Esas son las ganancias parasitarias que tienen los bancos a costa de la educación de millones de chilenos y chilenas. Por eso no es novedad que otro parásito los defienda. La señora Evelyn Matthei piensa que en el dinero del Estado como si estuviera en su bolsillo. Busca ahorrar para cuando sus honorables militantes UDI se hagan nuevamente de la estructura estatal. La realidad es que ella es la que ha vivido a expensas del Estado todos estos años, todos la hemos mantenido.
Primero, financiada por su padre y miembro de la Junta Militar Gral. Matthei para luego ser enviada a Londres como traductora de la embajada durante la dictadura. Posterior a eso, desde 1989 ha recibido, ininterrumpidamente, sueldos estatales por ser diputada, senadora, ministra, asesora ministerial y alcaldesa. Entonces ¿Cómo nos puede juzgar una persona que jamás ha trabajado realmente? si nosotros somos quienes día a día echamos andar fábricas, escuelas, centros comerciales, hospitales y todo lo que genera riqueza para el país.