El gobierno y Metrovías atacan a trabajadores y usuarios. La conducción mayoritaria del sindicato, alineada con el kirchnerismo, deja pasar los ataques. El planteo de la oposición.
Martes 17 de mayo de 2016 07:00
Desde un tiempo a esta parte, el gobierno comenzó a implementar una política de ajuste a nivel nacional, que bajo tierra está caratulada elegantemente como "proceso de modernización del servicio de subterráneos". Esto, que suena igual de peligroso que cuando el presidente habla de "sinceramiento de la economía", no es más que un proceso de flexibilización laboral, amenaza de reducción de personal en todos los sectores en donde los trabajadores desarrollamos tareas, y persecuciones gremiales. Mientras tanto, para los usuarios no hay más que tarifazos y la continuidad de un servicio deficiente e inseguro.
Y para esto Sbase (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado) cuenta con sus más fieles aliados: la empresa concesionaria Metrovías, que ejecuta todas las políticas de ajuste del organismo estatal, y la burocracia sindical de la UTA, que siempre presta su firma al mejor postor, a pesar de que la personería gremial, pero sobre todo la representatividad de los trabajadores del subterráneo, está en manos de AGTSyP. Por último, un importante debate recorre la AGTSyP, ya que la conducción mayoritaria de Pianelli y Segovia, alineada con el kirchnerismo, viene dejando pasar los ataques, e incluso en algunos casos apoya las políticas de flexibilización laboral de la empresa.
Primera etapa: los trabajadores votan NO a la flexibilización en Estaciones
El plan macrista de implementación de máquinas para la recarga de la SUBE (“modernización”) implica para los trabajadores una nueva categoría que flexibiliza el trabajo del boletero, agregándole tareas que lo sacan afuera de la boletería, y que corresponden a otras categorías y puestos, sobre todo al de auxiliar. Esto pone en riesgo puestos de trabajo, ascensos, e inclusive la paralización de la bolsa de trabajo. Además, la empresa incumple actas-acuerdo con los trabajadores del sector desde hace años.
Los delegados del sector Estaciones, junto con compañeros de la base, y con apoyo del sector de la oposición del Secretariado Ejecutivo de AGTSyP (Claudio Dellecarbonara, Ariel Mastandrea, Natalia Lallana), le dijimos no a la recategorización y flexibilización del sector e impulsamos una propuesta diferente que cuida las fuentes de trabajo, la cual fue votada por la mayoría del sector (donde la votación era vinculante) a través de un importante plebiscito el 14 de abril.
Pero como la política de ajuste que quieren llevar adelante es la contraria, Metrovías hace oídos sordos y firma dicha recategorización con la UTA. Esto es ilegitimo por donde se lo mire, ya que la UTA no tiene representatividad en el subte y a su vez no es lo que expresaron los compañeros en las urnas.
A pesar de todo esto, la mayoría del Secretariado Ejecutivo encabezado por Pianelli y Segovia no sólo impulsó en el plebiscito la propuesta de la empresa (que perdió en la votación) sino que también decidió, por sobre la voluntad de los trabajadores, que no estaban dadas las condiciones para pelear por una salida que fuera realmente en nuestro beneficio, y que inclusive permitiría brindar un mejor servicio y más personalizado al público usuario.
Segunda etapa: tráfico
Pero el plan no termina en estaciones. Ahora van por tráfico, con la intención de terminar con un puesto más, el de guarda. Y otra vez utilizaron el mismo modus operandi: firmar un acta con el sindicato que no tiene firma ni representatividad, pero que como buena burocracia, responde sin chistar a capitalistas y políticos patronales de turno.
Los trenes nuevos de la línea H venían con el sistema de apertura de puertas con el que opera el guarda. Pero Piccardo (Sbase) ordenó que se les retiren esas botoneras, que venían originalmente en los trenes! Y ahora dicen que a un gran porcentaje de esos guardas de la línea H los reubicarían en nuevas tareas. Como por ejemplo… la nueva categoría 4! No quedan dudas ya de que esa categoría va a ser utilizada por la empresa como comodín para tapar “baches” de personal. En vez de tomar más gente, quieren reducir puestos de trabajo, y que los que queden, encima sean multifunción.
No contentos con esto, la empresa y Sbase también quieren aumentar el tiempo de exposición en línea de los tráficos, lo que implicaría que la jornada laboral se extienda a más de 6 hs. Esto es un ataque muy grave, que atenta contra una de las conquistas más importantes en la historia del subterráneo, que es la reducción de la jornada laboral por las condiciones de insalubridad en las que trabajamos. Pero a la patronal y el organismo estatal esto no les interesa. Sólo pretenden que rindamos lo máximo que podamos, aunque eso implique ir en contra de nuestras condiciones laborales.
Ataques a delegados y activistas
Paralelamente a todos estos ataques, los delegados de la oposición en el sindicato vienen siendo perseguidos por denunciar incansablemente estas maniobras llevadas adelante por Sbase, Metrovias y los gobiernos.
Al delegado de estaciones de la línea C, Néstor Piriz le están aplicando 25 días de suspensión que ordena quitarle los fueros para poder sancionarlo. Los demás delegados vienen sufriendo descuentos ilegales en sus salarios cobrando 12, 14 y hasta 16 días menos, además de otros ataques a sus más elementales derechos, como por ejemplo cambios de horarios. Y trabajadores activistas de la base en menor medida también sufren descuentos, solo por presenciar una apertura de molinetes o por el simple hecho de hacer valer sus derechos. Un ejemplo son los compañeros de tráfico de la B, que sufrieron descuentos por hacer valer sus derechos y condiciones, motivo por el cual preparan un paro del servicio para enfrentar el ataque.
Otro ejemplo escandaloso es el juicio al que se está llevando a los trabajadores del taller San José. ¿Cuál es el motivo? Los compañeros fueron sancionados por donar sangre. Llevaron adelante una medida de fuerza en contra de este avasallamiento, y hoy se encuentran procesados.
En definitiva, una clara persecución a los que quieren salir a enfrentar los ataques de un gobierno que intenta por todos los medios pasar un brutal ajuste, el cual pretende que recaiga sobre nuestras espaldas.
Inversiones
Con tanta propaganda por parte de los medios, podemos pensar que estamos en el mejor subte del mundo. Hablan de "modernización del servicio de subterráneos", de "innovaciones tecnológicas", pero en realidad el servicio sigue siendo tan deficiente como siempre, con el agregado de los gastos millonarios que se han hecho en reparaciones cosméticas, como pinturas, o LED gigantes, o máquinas automáticas.
No hay inversiones reales: las extensiones en el recorrido vienen a cuentagotas, la mayor parte del tiempo la frecuencia es paupérrima, lo que provoca que millones de usuarios trabajadores viajen como ganado. Otro gran problema es la accesibilidad a la red de subterráneos: escaleras mecánicas que no funcionan por años, como Pueyrredón y José Hernández de la línea D, ascensores parados o que quedan a mitad de camino con pasajeros en su interior. Filtraciones, pisos rotos, baños clausurados, y un sinfín de etcéteras.
Las inversiones solamente están pensadas para recaudar y reducir puestos de trabajo. Esto se ve claramente en los planes que Metrovías tiene en lo inmediato para ciertos sectores como estaciones y tráfico. Invierten en máquinas recargadoras de última tecnología, pero no invierten en mejorar los POS que utilizan los boleteros, y que son su principal herramienta de trabajo. Los trenes 0 km que vienen con botonera para que el guarda cumpla con una de sus principales funciones, son modificados para que no exista más esa categoría. La cual es imprescindible por muchas cuestiones. Conductor y guarda son un equipo en el traslado diario de millones de usuarios.
Y las paritarias… ¿para cuándo?
El 28 de febrero vencieron las paritarias del año 2015. La resolución del plenario de delegados fue pedir 38% en paritarias semestrales. Pero ya estamos a mayo, y nada. Solo unas cuotas que representan alrededor de un 15% de nuestro sueldo, y que ni siquiera tenemos la seguridad de que vamos a seguir cobrando. Pero mientras tanto, el transporte aumenta un 100%, la luz y el agua un 500%, la nafta lleva aumentos de un 30% en lo que va del año, las prepagas aumentan ahora un 15% y en julio un 5% más. Todo aumenta, menos nuestros sueldos. Esto también es parte de un mismo ataque a los trabajadores y trabajadoras. Ataque que para el gobierno tenemos que aceptar sin chistar. A las patronales agropecuarias y a las mineras, el gobierno los benefició con la quita de retenciones. Sin embargo, los “sacrificios”, los tenemos que hacer los que todos los días sólo tenemos nuestra fuerza de trabajo. Es claro para quiénes gobierna la coalición “Cambiemos”.
Su política y la nuestra
Lo que vienen haciendo desde el estado abiertamente, los 120 mil despidos aplicados tanto por gobernadores PRO como por las gobernadoras K Rosana Bertone y Alicia KIrchner, también están aplicándolo en el subte, aunque de manera encubierta. Con el argumento de las “innovaciones tecnológicas”, preparan el terreno para reducir puestos de trabajo en un futuro no muy lejano. Nos quieren dejar sin tareas, para que después sea más fácil prescindir de nosotros.
Desde el sindicato del subte, AGTSyP, sólo los metrodelegados del sector estaciones se vienen pronunciando, junto con la minoría del Secretariado Ejecutivo y delegados opositores de otros sectores. En cambio, la mayoría del Secretariado Ejecutivo alineada con el kirchnerismo solamente mira lo que está pasando sin pronunciar palabra, ya sea por el bono de fin de año, las actas que ilegítimamente firmó la UTA pasando por arriba de la decisión de los compañeros, las paritarias o los ataques que está sufriendo nuestra organización, materializados en las persecuciones a delegados y activistas. No pasa nada. Antes había pasado lo mismo con los tercerizados: la conducción mayoritaria no sólo dejó que vuelva la tercerización, en condiciones insalubres y salarios miserables, sino que después no apoyó la lucha contra los despidos que llevaron adelante los compañeros.
Es hora de pararle la mano a la derecha unificando nuestros reclamos en un plan de lucha, empezando por un paro general de 24 horas con asambleas en todas las cabeceras, en contra de los ataques de la empresa y el gobierno. Debemos salir organizados, junto a los usuarios que rechazan el tarifazo, a enfrentar este ajuste encubierto por parte de Metrovias, Sbase y el gobierno. Pero también debemos unificar nuestra lucha con la del resto del movimiento obrero, y exigirles a las centrales sindicales que convoquen a un paro nacional para frenar este ajuste que va en detrimento de nuestras condiciones de vida.
Creemos que la única salida de fondo para que el servicio realmente sea en beneficio del pueblo trabajador, es la estatización bajo control de trabajadores y usuarios. Para eso es indispensable que la empresa muestre los libros, para que los que decidamos en qué se invierte, seamos los que trabajamos y los que usamos el subte todos los días, y no personas que están sentadas detrás de un escritorio.