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Red Internacional
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Susana Fiorito, una de las imprescindibles

Este jueves nos dimos con la noticia que, en la Ciudad de Córdoba, a sus 96 años nos dejó quién, entre otras cosas, fuera colaboradora fundamental en los sindicatos clasistas SITRAC y SITRAM e impulsora de la Biblioteca Popular Bella Vista.

Sábado 25 de enero 16:21

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Susana, que también tuvo repercusión con su seudónimo “Natalia Duval” fue una militante incansable toda su vida. A los 18 años había comenzado a militar en la llamada “Izquierda Nacional”. Fue parte, en la decada del 50, del grupo fundador de la Revista Contornos junto a los hermanos Viñas, y participó desde los inicios en el Movimiento de Liberación Nacional (MALENA).

A principios de los años 70, luego del Cordobazo, se trasladó a nuestra ciudad para participar, junto a los trabajadores de Fiat Concord y Materfer, de la experiencia de los sindicatos recuperados para el clasismo. Sobre esos años sacó un libro que circulo mucho y dejó valiosas lecciones, para nuevas generaciones militantes, que se llamó “Los Sindicatos Clasistas: Sitrac (1970/71)” publicado por el Centro Editor de América Latina y luego reeditado por otras editoriales. Esta obra fue publicada bajo el seudónimo de Natalia Duval. Fue también una celosa cuidadora del archivo de los materiales generados por los trabajadores de esos sindicatos.

Junto a su compañero de vida, el escritor Andrés Rivera, a principios de los años 90 pusieron en pie la “Biblioteca Popular Bella Vista” y la Fundación “Pedro Milesi”. La “biblio” se convirtió en una referencia para centenares de pibes y pibas que pasaron por allí. Cuando el menemismo arrasaba con las condiciones de vida en esa barriada popular de la capital cordobesa (al igual que en gran parte del país), quienes asistían no solo eran parte de un comedor si no que aprendían a leer y a escribir. Se nutrían también de grandes clásicos de la literatura universal.

Como vemos, cada uno de los aspectos salientes de su vida que hemos elegido para recordarla, hablan de alguien inconformista con la realidad y siempre dispuesta a militar para transformarla. Si bien nunca adhirió a las ideas del trotskismo, Susana nunca rehuyó al debate político y estratégico. También siempre se mostró dispuesta a transmitir a las nuevas generaciones las experiencias más avanzadas de la clase trabajadora en nuestro país.

Son recordadas las charlas o presentaciones de libros junto a los “viejos” clasistas donde discutían apasionadamente las lecciones de sus luchas como si se estuvieran desarrollando en ese momento.

También fue extremadamente generosa con aquellos investigadores y documentalistas que buscaban profundizar sobre ese periodo. Una gran guardiana de la memoria de los y las trabajadoras en lucha. Participó hasta donde pudo en movilizaciones y siempre estuvo atenta y solidaria con las distintas luchas que se daban en Córdoba y en el país.

Quienes militamos en el PTS enviamos un fraternal saludo a familiares y sus amistades, también nos comprometemos a luchar con todas nuestras fuerzas para terminar con este régimen de hambre y explotación, pelea en la que se le fue la vida a Susana.