Conversamos con la Licenciada en Psicología sobre su definición de violencia sexual y su recorrido en la atención de situaciones de abuso sexual infantil dentro del ámbito de salud pública: “No hay que despolitizar, en el sentido de quitarle el aspecto de relaciones de poder que hay en juego en cada una de las situaciones de violencia”.
Lunes 4 de abril de 2022 12:02
ENTREVISTA | Susana Toporosi: Especialista en abordaje de abuso sexual infantil. - YouTube
Conversamos con Susana Toporosi, Licenciada en Psicología (UBA), Psicoanalista de niños y adolescentes, Ex Coordinadora de Salud Mental de Adolescencia del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires. Dirigió durante dos períodos la Asociación de Profesionales del Hospital Gutiérrez. Es miembro del Consejo de Redacción de la Revista Topía de Psicoanálisis, Sociedad y Cultura. Investigadora en Investigaciones clínicas UBACyT, Fac. de Psicología, UBA, sobre abuso sexual infantojuvenil, desde 2009 hasta la actualidad. Autora del libro “En carne viva”, sobre Abuso Sexual Infantojuvenil y de varios artículos y capítulos de libros sobre temas de niñez y adolescencia y sobre violencia sexual.
¿Que significado tiene cuando planteas que la violencia sexual funciona como un analizador?
“Que sea una analizador significa que deja a la vista, muestra algo, pone a la vista algo que habitualmente está sumergido y que tiene que ver sobre todo con las relaciones de poder, las desigualdades que padecemos a partir del capitalismo mundializado, el patriarcado y las desigualdades de clase y de género. Cada situación de violencia sexual no la podemos pensar como una situación individual ya que sería riesgoso, en ese sentido no hay que despolitizar, en el sentido de quitarle el aspecto de relaciones de poder que hay en juego en cada una de las situaciones de violencia. Ya sea en los femicidios, que tanto nos preocupan, los travesticidios, cada agresión sexual hacia un niño o niña, tenemos que pensar que es un ataque a toda la sociedad, no es solamente a ese niño o a esa mujer”.
Siguiendo con su definición Susana Toporosi plantea que la violencia sexual implica “la reproducción de una manera, de instituir una forma de funcionamiento con desigualdades, donde un sector somete a otro, y en este caso, el lugar de las mujeres, de las sexualidades no hegemónicas; lo que durante el patriarcado rige, que es un lugar considerado de medida, es el lugar de las masculinidades hegemónicas, que sobre todo tienen que ver con los varones de clase media y alta. Y un lugar de déficit, en el que se ubican a las mujeres, lxs niñxs, las sexualidades no hegemónicas. Entonces, la agresión sexual que hay en la violencia sexual es un modo de ataque a la sociedad en su conjunto, para sostener y mantener estas relaciones de poder y que esto no se modifique y no se transforme”.
¿Por qué te especializaste en la temática?
“Viene a partir, por un lado, del trabajo clínico en el hospital en el que me fui encontrando con muchísimas situaciones de traumatismos. En particular, trabajé en el equipo de atención psicológica del atentado de AMIA que había dirigido Silvia Bleichamar, ella aportó muchos conocimientos para desde el psicoanálisis pensar los efectos del traumatismo en el psiquismo de niñas, niños y adolescentes (...) Me interesó mucho pensar en cómo afecta el psiquismo y cómo se pueden procesar y elaborar esos traumatismos, pero en relación a lo social. Qué importancia tiene en la posibilidad de que si se procese o no, lo que haga el colectivo social”.
Sobre como se dan las situaciones de Abuso Sexual Infantil
La discusión sobre cómo abordar las problemáticas de abuso sexual infantil pone sobre la mesa el pensar un abordaje intrínseco en las relaciones de poder. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que una de cada cinco niñas y uno de cada 13 niños son abusados sexualmente antes de los 18 años. De acuerdo con una proyección que realizó Red por la Infancia con base en esos datos y al censo de 2010 en la Argentina, en nuestro país hay potencialmente casi 2.000.000 de niñxs y adolescentxs que son víctimas de violencia sexual.
En este sentido, durante la entrevista, Toporosi plantea que el lugar de lxs adultxs es un lugar de poder, ya que estando a cargo de la crianza habitualmente están y pueden estar a solas con lxs niñxs. Sumado a eso la posición de dependencia fundamental con la que nace unx niñx, que dura hasta el final de la adolescencia con sus diferentes grados, genera relaciones asimétricas, quedando así lxs niñxs y adolescentes en lugares de vulnerabilidad.
En su desarrollo agrega que, en la sociedad, existen modelos que reproducen cada vez mayor agresividad y sadismo, operando para todas las personas, producto del capitalismo mundializado. Estos modelos, comenta, se inscriben en el psiquismo de lxs adultxs y sobre todo de los adultos varones, reproduciendo así las masculinidades hegemónicas. “Por eso decimos que la violencia sexual es como un analizador, porque permite ver todos los elementos de cómo funciona la sociedad capitalista. Y las asimetrías de poder que se dan en este modelo social que cada vez se profundiza más”.
En relación a su recorrido en el sector público de salud, comenta cómo observa ella la situación actual de la misma:
“El espacio de la salud pública tiene que ser defendido permanentemente a través de luchas que permitan que no sea transformado por políticas que consideran a la salud pública como un gasto que hay que reducir. Es necesario que los recursos vayan a la salud pública, está clarísimo. Antes mencionaba a las luchas por conseguir más recursos para la salud y digamos en particular para la salud mental, en función de los efectos de todo lo que padecimos, y lo que estamos padeciendo en la pandemia y también del crecimiento de toda la vulnerabilidad social que va dejando esta pandemia. Con lo cual, queda claro que lo que necesitamos es muchos más recursos puestos en la educación y la salud pública”.
En relación a la justicia y al proceso que atraviesan lxs niñxs, manifiesta que “van quedando los niños, niñas y adolescentes en un lugar muchas veces de revictimización en vez de reparación, que sería supuestamente la función de la Justicia, que no lo es muchas veces”.