Ocurrió este martes en Formosa. El equipo cordobés se impuso por 1 a 0.
Miércoles 28 de octubre de 2015 20:19
El martes, durante la siesta en la calurosa Formosa, 4 mil hinchas de Talleres que habían viajado más de mil kilómetros, sin la seguridad de poder ingresar al estadio por la prohibición de la policía de Gildo Insfrán se aprestaban para ver el partido definitorio del Torneo Federal A, tercera categoría del futbol argentino. Decenas de miles más en la provincia de Córdoba, paralizaban sus actividades laborales para seguir por televisión el juego.
El partido no dio mucho para hablar, el excesivo calor y la humedad, sumado a un campo de juego embarrado contribuyeron a hacer aun más trabado el juego típico de la categoría.
Aún así hubo destellos de buen juego por parte de los albiazules con Juan Pablo Francia y Araujo. El ingreso de Victorio Ramis, la figura de la cancha y autor del gol del campeonato, en el primer tiempo le dio velocidad al planteo de Talleres.
Sol de América aprovechó algunos desajustes defensivos y llegó en un par de oportunidades al arco de la T. Pero el conjunto del partido fue chato y mediocre.
Talleres demostró que efectivamente no estaba en la categoría que le corresponde, no sólo por historia sino por una convocatoria ampliamente superior a la mayoría de los equipos del adefesio que nos heredó Julio Grondona, el torneo de primera división con 30 equipos.
Al finalizar el partido que consagró a Talleres campeón, decenas de miles de cordobeses se juntaron en el céntrico Patio Olmos a celebrar. Como siempre la Policía de Córdoba, que parece tener un rechazo alérgico a ver a la juventud celebrando, realizó un operativo con policías motorizados y encapuchados que cacheaban las mochilas de los jóvenes “morochos” de las barriadas populares que se acercaban a celebrar su triunfo.
Ahora, la esperanza de los hinchas pasa por estabilizar el club y no por proyectos estrafalarios que llevaron a una de las instituciones más grandes del interior a su quiebra económica y la peor debacle deportiva de su historia.
Ese club fundado por los trabajadores ferroviarios pone proa hacia el lugar que le corresponde que es entre los clubes grandes de la Argentina, es tarea de hinchas y socios impedir que los dirigentes nuevamente roben el corazón y la ilusión de centenares de miles de seguidores de la T.
