Tamara Seiffer, candidata a Directora de la Carrera de Trabajo Social, opina junto a Andrea Echverría, también candidata, sobre la desaparición de Santiago Maldonado, la formación académica y su ligazón con la realidad social. El próximo Lunes desplegarán un debate abierto para dar a conocer sus propuestas en el Comedor de la Facultad de Ciencias Sociales.
Lunes 4 de septiembre de 2017 00:01
Las candidatas a directora de la carrera de Trabajo Social, Tamara Seiffer, que se referencia en el Frente de Izquierda (docente de la carrera de Trabajo Social en la UBA e investigadora en el CONICET. Lista 17 - Izquierda (Estudiantes) y lista 68 - Roja (Graduadxs); y Andrea Echeverría, referenciada en Unidad Porteña (docente de la carrera de Trabajo Social en la UBA. Lista 10 - Pluralista (Docentes y Graduadxs) y lista 21 - Lucía Cullen (Estudiantes), opinan sobre la desaparición de Santiago Maldonado, la formación en la Carrera de Trabajo Social y su ligazón con la realidad social.
A un mes de la desaparición de Santiago Maldonado y luego de una Plaza de Mayo colmada por miles de personas en la tarde del Viernes 1 exigiendo su aparición con vida, Tamara Seiffer opina que se debe enfrentar la desaparición forzada de Santiago con la movilización masiva, y el debate en todos los espacios. El gobierno, junto con los grandes medios de comunicación intentaron tapar la imagen de la plaza colmada con cientos de miles de personas exigiendo la aparición con vida de Santiago, denunciando a la gendarmería y al Estado como responsables y pidiendo la renuncia de Bullrich. Por eso es necesario que todas las Facultades de la UBA sean parte de un gran pronunciamiento por la aparición de Santiago.
Tamara S. Tambien plantea que la carrera de Trabajo Social debe asumir una postura crítica frente a los hechos concretos: propone trabajar en la formación académica, el aspecto represivo constitutivo del Estado, insertando la desaparición de Santiago en un contexto de reforzamiento del aspecto represivo del Estado en la última década, “mediante la sanción de la Ley Anti-terrorista, la existencia -que fue denunciada por las organizaciones de izquierda- del Proyecto X, poniendo sobre la mesa que la desaparición de Maldonado no es el primer caso de desaparición forzada de personas en democracia, como el caso de Jorge Julio López, o el de Luciano arruga”.
Este reforzamiento y legitimación de las fuerzas represivas del Estado, se viene desarrollando de la mano de todos los gobiernos de turno desde la vuelta a la democracia. Por eso Cristina Fernandez, la ex-presidenta, defendió a la gendarmería en su lanzamiento de la candidatura a senadora, el 30 de Agosto: ’’la Gendarmería Nacional es la misma que en diciembre de 2015. Lo que cambió es el Gobierno. Las fuerzas sólo reciben órdenes. Lo que cambiaron son las órdenes"; admitiendo que ella fue la que envió a la gendarmería a reprimir a los trabajadores despedidos de Lear, a los trabajadores de la Linea 60, a las familias sin techo en el Barrio Papa Fransisco y en el desalojo del Indoamericano.
Andrea Echeverría es parte de la Agrupación Lucía Cullen, que dirige la Carrera de Trabajo Social desde el año 1994. Opina que los trabajadores sociales no se pueden permitir ser indiferentes frente a una desaparición forzada, y se debe “debatir sobre el problema y desarmar algunas trampas con las que algunos medios masivos de comunicación, por supuesto de la mano del poder real, intentan plantear la situación”.
Los medios y el gobierno niegan la desaparicion de Santiago Maldonado, como cuando desapareció Julio Lopez cuando iba a declarar contra los militares genocidas, y Aníbal Fernández decía que Julio ’ podría estar en la casa de la tía’, y hoy no quedan dudas de que lo desaparecieron los mismos militares. Por eso todas las organizaciones que conforman el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, reclaman hace una decada la apertura de los archivos secretos del Estado.
Con respecto a la formación profesional, Tamara Seiffer opina que el plan de estudios debe superar la mirada profundamente fragmentaria de la realidad social. Esta mirada lleva a detenerse en las apariencias de los problemas sociales, sin tener en cuenta las determinaciones generales de la vida social, mutilando la acción política profesional, ya que el profesional opera sobre lo inmediato, “pero no puede ir más allá y explicar las causas profundas de eso que tiene enfrente”.
Según Tamara, esto lleva a que la pobreza quede naturalizada, ya que se explica como un problema distributivo y no como constitutivo de las formas generales de producción de la sociedad: “La perspectiva fundamental que prima actualmente en la Carrera es que la pobreza se explica por la ausencia del Estado, y que el Estado puede por lo tanto corregir, reproducir o potenciar la pobreza por la voluntad de los gobiernos en el poder. Porque se explica esa voluntad y la acción estatal como una acción externa al movimiento del capital.”
Desde el punto de vista de Andrea, -citando a Freire- la educación es praxis, reflexión y acción del hombre para transformarlo. Opina que la re-instalación de un modelo neoliberal en lo económico y neoconservador en lo cultural y simbólico implica revisar y actualizar contenidos y prácticas de formación. Afirma que este modelo modifica sentidos de la política social, construyendo un otro peligroso “que es necesario civilizar, adaptar, contener. En su momento fueron los manteros. Ahora son los mapuches y los beneficiarios de programas sociales en general”.
Esta forma de plantear al modelo actual como totalmente contrapuesto al modelo kirchnerista que gobernó por más de una década, es la que predomina en casi la totalidad de las materias de Trabajo Social, impidiendo visualizar de manera crítica, cuales son las continuidades reales entre uno y otro gobierno. Por eso actualmente se oculta que el kirchnerismo, junto con el peronismo, es una pata fundamental de la gobernabilidad de Cambiemos: el Kirchnerismo y el PJ le votaron las principales leyes a Cambiemos en el Congreso (donde Cambiemos tiene minoría en ambas cámaras). Además, en las provincias en donde gobierna el Frente para la Victoria, como en Santa Cruz con Alicia Kirchner, se aplica el mismo ajuste que a nivel nacional, contra docentes y estatales.
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Hoy, en la “Charla-debate”, ambas candidatas pondrán diversos temas sobre la mesa. Tamara Seiffer expresó que pondrá en discusión el carácter fragmentario de la formación profesional, las condiciones laborales de los trabajadores sociales –más allá de los gobiernos de turno-, la necesidad de una formación crítica y científica que no naturalice la pobreza, que no se persiga a los docentes críticos, que como colectivo universitario se enfrente el ajuste y la precarización tanto de la educación como de las políticas sociales sin buscar el auto-financiamiento; y “la necesidad de una Carrera que se organice junto al resto de la clase obrera en sus luchas con independencia de todo gobierno”. Plantea también la necesidad de una independencia de la Iglesia para mantener la enseñanza laica y por lo tanto poder defender el derecho al aborto libre, seguro y gratuito y “que las prácticas pre-profesionales no tengan a la Iglesia como espacio donde se inserten los futuros profesionales”.
Por su parte, Andrea Echeverría planteará un debate en torno a los desafios de la intervencion y “las políticas sociales en este nuevo escenario, en este nuevo rol que el gobierno le imprime al Estado”. Otro eje, será “la cuestión de géneros, que es una temática a incorporar en la formación, si bien se dieron los primeros pasos”. También plantea intercambiar respecto a cómo sostener a los “estudiantes más vulnerables que por dificultades económicas o laborales no pueden sostener las cursadas, y los que cursan en la Unidad penitenciaria de Ezeiza”.
Frente a las necesidades reales que atravesamos, la solución tiene que venir por parte del Estado y las autoridades, que cobran sueldos abultados superando los 130 mil pesos mensuales –como el decano Glenn Postolski-, mientras miles de estudiantes abandonan sus estudios por razones económicas. Si la educación superior es un derecho, es obligación del Estado garantizarlo. Tiene que dejar de ser un lujo, un privilegio al que podemos acceder algunos.
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