El documental que tanto éxito y revuelo ha ocasionado en EEUU y el mundo deportivo, muestra gran parte de la historia de los Chicago Bulls en la era de Michael Jordan. La NBA necesitaba perfeccionar su producto, Jordan fue su mejor mercancía.
Lunes 1ro de junio de 2020 22:00
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ESPN y Netflix lanzaron el documental The Last Dance, la trama del último campeonato conseguido por Michael Jordan y sus Chicago Bulls de la NBA en la temporada 97-98. Uno puede consultar muchos videos de la época, pero nada como esta producción filmográfica basada en miles y miles de horas de cintas grabadas por la propia franquicia, que esperaban arrumbadas el “okey” de Michael para sacar a luz la trastienda de ese campeonato, de ese equipo, y, sobre todo, de su biografía.
La historia, por episodios, comienza narrando el escenario interno en la pretemporada 97-98, con un Phil Jackson al que deciden darle su último año como entrenador. Michael, opuesto a esta decisión de la franquicia, deja entreabierto: o su retiro o su ida al destino al que vaya Phil Jackson. Los episodios estarán cruzados por esta disyuntiva, de la que Jerry Krausse, el manager general de los Bulls, estará siempre en el centro de las decisiones. Se trata de la última temporada de un equipo cansado de ganar, el “last dance”.
En los episodios se irán sumando los protagonistas: las pujas de Pippen con el staff empresarial por su sueldo de contrato, la vida de Denis Rodman, los jugadores de rol como Paxon y Kerr, el desarrollo de los playoffs de esa última temporada. Todo con flash-backs constantes en los que introduce las vicisitudes históricas del equipo, los 5 campeonatos anteriores y lo que todo el mundo aficionado al básquet quiere ver y/o recordar: “the shot” contra Craig Ehlo y esos Cavaliers, la pelea con los “bad boys” de Detroit, sus duelos de joven contra Larry Bird y los consagrados Celtics, su campeonato contra Magic Johnson, inclusive las imágenes del duelo de All-Star con un joven Kobe Bryant, o el día del “virus” contra Utah, entre tantos otros.
Todo muy propicio para el consumo de la NBA en una época en que la pandemia hizo trizas la temporada actual. La autorización de Michael Jordan a realizar el documental, en el cual él mismo tuvo influencia en el guion, tiene ese estilo tan propio de la mega-estrella, en donde siempre aparece en la oportunidad precisa para seguir acrecentando su figura y vender.
No es intención de esta nota contar lo que el documental muestra, hay que verlo. Todos sabemos cómo termina esa temporada en 1998, el robo de Michael a Malone y su finta ante Russel ganando una vez más el anillo. Aquí se tratará de hablar sobre el producto logrado, desarrollado y perfeccionado: Jordan y la NBA como éxito neoliberal de un Estados Unidos que expandía su hegemonía a nivel mundial.
Dr J: la anticipación callejera de Jordan
El documental nos cuenta cómo Phil Jackson se convertía en campeón de la NBA con los Knicks para 1973, siendo jugador. Eran tiempos en los que la NBA no era la reina madre del deporte, ni siquiera a escala nacional. Competía con otra liga profesional: la liga ABA, que tenía la disposición de la línea de tres puntos, la que inventó el concurso de volcadas, la que jugaba con la pelota tricolor… y en la que explotó Julius Erving.
“Dr. J.”, como fue apodado, era un jugador explosivo, no solo por las enormes jugadas que pasaron a la posteridad, sino porque pasaron también a ser “posters” para la venta. Su juego callejero, exhibido más de una vez en la legendaria cancha “Street” de Rucker Park y su pelo mota, fueron una marca registrada. A mediados de los 70´s el capitalismo estaba en una encrucijada, debía lograr expandir su dominación hacia otros terrenos. La NBA logra fusionar con ABA, entonces el mercado nacional del básquetbol profesional se unifica, puede pegar el salto que necesitaba.
El Dr. J. en el “potrero”
Scottie Pippen reconoce en el documental que su ídolo era “Dr. J.”. Es que Julius Erving fue algo así como el “Jordan” antes del original, un poco menos despegado del tejido social del cual provenía. Su estética afro tan reivindicativa estaba allí, aunque nunca se convirtiera en un referente político de los afroamericanos, al menos sí lo fue social y culturalmente. La NBA lo hizo ícono, porque ya lo era en las calles previamente. Con Jordan (más aún con Kobe o LeBron) la fama empieza “desde arriba”, con un producto cerrado desde un draft en el que ya están firmando también contratos con los sponsors ni bien salen de las universidades.
Magic y Larry: el showtime en la cancha
“Dr. J.” solo pasa de refilón en el documental, tiene el suyo propio. Podrá salir campeón finalmente en 1983, luego de perder varios playoffs contra las jóvenes estrellas que ascendían: Magic Johnson de los Lakers y Larry Bird de los Celtics. A finales de ese año aparecerá el primer videojuego de la NBA para Commodore 64: “One on one”, donde Dr. J. juega contra Larry Bird. Luego evolucionará a un Larry vs. Jordan, ya en 1988. Para ese último año será el juego deportivo más vendido del mercado de consolas y computadoras.
Magic Johnson y Larry se las verán durante todos los 80´s, convirtiéndose en dueños de la década, pero en enemigos acérrimos adentro y fuera de la cancha. Lo anecdótico es que, por cosas que solo el capitalismo norteamericano puede lograr, terminan haciendo las paces gracias a un comercial televisivo: las zapatillas Converse, marca oficial de la NBA para ese entonces, logra unirlos en una publicidad en el que tuvieron que relajar tensiones. Después de eso se seguirán fajando, pero ya solo dentro del rectángulo de juego.
Comercial de Converse entre Larry y Magic, antes que “Air” Jordan con sus Nike arrasen el mercado
El documental va rápido, no se mete mucho con estas glorias, más bien trabaja la rivalidad de Jordan con el tercer equipo en disputa, la respuesta violenta al “showtime” de Magic y sus Lakers: los Pistons de Detroit, esos “bad boys” que a pesar de la enorme calidad de Isiah Thomas y Joe Dumars, hacían descansar su juego en los largos manotazos de Lambeer, Salley y un joven Rodman. El documental deja hablar a Isiah, comentarista de lujo de una rivalidad que sigue viva a pesar de las edades de los entrevistados.
Joven Jordan: el estigma de no ganar campeonatos
Michael Jordan llegó a la NBA en 1984 y rápidamente se convirtió en goleador, estrella del equipo y prenda de merchandising: rápidamente aparecen las “Air Jordan”, las zapatillas Nike que serán todo un símbolo de la expansión comercial de la NBA por todo el globo. La liga conseguía así un nuevo virtuoso, de la cepa de Dr. J. pero con adversarios de una talla mucho más selecta. El documental trabaja esas líneas, hay objetividad: contra Larry Bird, contra los Pistons y esas guerras de las que salió derrotado…
Con el crecimiento de su imagen crecía a la vez un estigma: “no gana campeonatos”. El documental, centrado en la psiquis, la actitud y el temple de Jordan, muestra esto sin reparos. No será el primero ni el último que, siendo super-estrella deportiva, sufra ese tipo de estigmatización. Lo cierto es que realmente debió enfrentar el dilema y vaya si lo superó. Primero destrozando a los Pistons, luego a los Lakers, y desde allí en más todo fue dominación. El documental nos muestra toda esa larga precuela en algunos pocos episodios, y en algunos flash-backs posteriores.
Lo que queda claro es que la vara estaba muy alta, y Michael debió superarla. Su transformación y la del equipo, fue al compás de la expansión internacional del juego NBA. No solo por la importación de jugadores europeos al juego, sino sobre todo por la exportación de la NBA a todo el globo terráqueo. La NBA comenzaba una era de dominación comercial en la televisación a escalas antes impensadas. Ese producto, del que “Air” Jordan era su más fina mercancía, explotará con el primer Dream Team. Pero esto lo terminaremos de desarrollar en una segunda nota.