Fueron las palabras de Mónica una de las 144 trabajadoras que hace casi 4 meses, vienen peleando en plena pandemia por la reapertura de la clínica. Un escándalo nacional, inversamente proporcional a la respuesta inmediata de los distintos gobiernos a los trabajadores de la salud y la población en general
Domingo 23 de mayo de 2021 20:30
La reconocida en amplios sectores, Clínica San Andrés, va rumbo a cumplir 4 meses de resistencia contra el cierre. Es un centro de salud, que no sólo tiene trabajadores para afrontar la crítica situación en la que nos encontramos con 35 mil casos de contagio y más de 600 fallecidos por día. Es un centro que tiene 3 pisos, y otros 2 pisos más, a terminar. Con una guardia hecha a nuevo y que no llegó a inaugurarse; pero sobre todo con 10 camas UTI y el único tomógrafo en funcionamiento del distrito, para detectar neumonía bilateral.
La necesidad y urgencia es de los trabajadores y el pueblo.
El gobierno de Axel Kicillof, como el de Alberto Fernández podría en un santiamén, “decretar” ya que tanto le gusta utilizar esa metodología de necesidad y urgencia para subvencionar a los empresarios, o vaciar a obra social de los estatales IOMA con 400 millones de pesos por mes, “decretar” que ese edificio es de utilidad pública; estatizar y ponerlo a funcionar ya con sus trabajadores controlándolo (como vienen haciendo al día de hoy) y poniéndolo a disposición de enfrentar la pandemia. Pero ambos, condenan en los hechos a que los trabajadores de la salud, verdaderos esenciales tengan que, para sostener familias enteras, recurren a la solidaridad de organizaciones, o impulsen su fondo de lucha recorriendo otros hospitales, fábricas o haciendo, como van a hacer por segunda vez en el mes, este 25 de mayo, comida para recaudar dinero y solventar. Fernández y Kicillof, prefieren una rotisería y no una clínica para afrontar la pandemia.
Mónica tiene más de 30 años de trabajo en la clínica. Vivió varias “crisis” de la ex Surachi, incluyendo cambios de firma. Su mayor bronca es que de todas esas crisis salieron porque ella y sus compañeros se pusieron al frente. En los últimos meses del 2020, los 144 trabajadores de la clínica resignaron premios, aumentos salariales, aguinaldos, etc., para que no tenga que cerrar. Pero aún así, la patronal cerró. “Es un modus operandi de todas las patronales de la salud de este tipo’’, dicen otros trabajadores. Y efectivamente puede comprobarse: a 15 minutos hacia el norte de la San Andrés, está la Clínica Pelliza que recientemente cumplió 1 año de estar cerrada también. O hacia el oeste, la Constituyentes de Morón donde sus trabajadores dicen que siempre son “socios en las pérdidas”.
“Llegamos hasta acá también por el apoyo de muchas organizaciones”
Si el 1 de febrero, día que la patronal abandonó literalmente a las y los trabajadores de la San Andrés, fue clave la determinación de estos y estas esenciales de no irse con la cabeza gacha a buscar otro trabajo, o a su casa resignados; como ellos mismos reconocen, el apoyo de decenas de organizaciones también lo fue. Esto llegó a su máxima expresión con la importante reunión de solidaridad a micrófono abierto que realizaron en la puerta de la Clínica, donde propusieron acciones callejeras, que terminaron con la ruptura del brutal cerco mediático que tenían sobre su lucha.
Esta ruptura, fue producto de una acción contundente, el corte por más de 3 horas de la Avenida General Paz. La participación en distintas actividades, charlas y nuevas acciones callejeras como el corte en el Obelisco, coordinado en el encuentro de las luchas en Madygraf, pusieron a los trabajadores de la San Andrés, como uno de los ejemplos a seguir en el sector de la Salud del AMBA.
Una referencia indiscutida con la que miles se identificaron y por esto trascendió en los medios de comunicación nacionales, e internacionales. Nadie podrá negar, que estas son las principales fortalezas de esta lucha. De ahí la importancia de ser conscientes, para relanzar una gran campaña por un gran fondo de lucha y no permitir lo que buscan los empresarios y el gobierno: doblegarlos por hambre y cansancio. Asi también retomar la iniciativa en las calles. Cualquier promesa de solución mágica será nada más ni nada menos que un chantaje para, más tarde o más temprano, atacar duramente a las y los trabajadores de la San Andrés. La recientemente largada,campaña solidaria con los inundados del barrio La Union, es un enorme y gran primer paso en retomar ese camino, como la jornada de locro y empanadas que lanzarán para el próximo 25 de mayo
La lucha es una sola. Hay que coordinar todos los sectores en lucha para ganar
Todas las semanas aparecen nuevas luchas y conflictos de los y las esenciales de la salud. Solo para mencionar algunas, que se suman a las ya mencionadas, Hospital Larcade de San Miguel, Hospital de Trauma de Malvinas Argentinas, CAP de Moreno, San Juan de Dios de Ramos Mejía, etc. ¿Qué impide entonces, habiendo tantos sectores en lucha, juntarse y coordinar acciones en común todos y todas los esenciales que son atacados por las patronales y los gobiernos Nacional, Provincial y municipales? ¿Qué otra forma hay para enfrentar a las conducciones sindicales que pelean contra la unidad de los trabajadores de la salud, y los divide por privados, municipales, provinciales. Y a su vez, por “profesionales”, “enfermeros”, “de limpieza”, etc? Frente a esta política de ajuste consciente del gobierno que se expresa en el recorte presupuestario en salud 2021, y de la conducción sindical de dejar pasar todos los ataques y no convocar ninguna medida de lucha, hay que fortalecer las peleas que se vienen dando. Confiando en la propia fuerza de los y las trabajadores.
Coordinando con todos esos sectores en lucha. Y retomar las calles, que en última instancia es lo que los gobiernos y empresarios, no quieren. Porque saben que cuando los trabajadores se juntan y pelean, se transforman en una fuerza arrolladora capaz de transformarlo todo. Es la propuesta que venimos llevando a todos los sectores y que queremos concretar en lo inmediato, tomando las mejores conclusiones de la enorme y triunfal lucha de los “Elefantes” de Neuquén, para pisar fuerte, juntos y con memoria.