Mientras recrudece la campaña de estigmatización y amenaza a los que luchan, por parte del PRO y de ministros del Frente de Todos como Zabaleta, la vocera presidencial buscó en la mañana de este jueves tirarle el problema a Larreta: "Para que haya menos cortes sería de gran ayuda que CABA mejore situación empleo". También dijo que "ocupar la calle no es la solución", pero no explicó como sí se solucionaría el tema de la pobreza.
Jueves 7 de abril de 2022 11:26
A la par que se desarrolla la crisis social, con 17 millones de personas bajo la línea de pobreza y una inflación que golpea los bolsillos populares, recrudece el debate político.
Los últimos días estuvieron llenos de amenazas a los que luchan, tanto por parte del PRO (pedido de sacar planes), como del Frente de Todos (el ministro Zabaleta hablando de "extorsión" de los piqueteros) o la derecha liberal de Milei con su "Movimiento Antipiquetero".
El eje de la discusión entre ellos no está puesto en cómo acabar con la pobreza, sino en el tema de los piquetes.
Esta mañana fue el turno de la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, quien buscó pasarle la pelota a Horacio Rodríguez Larreta: "Sería de gran ayuda para que haya menos cortes que la ciudad mejore la situación del empleo y la economía de los porteños", señaló un poco insólitamente, como si la pobreza no fuera un problema nacional.
Cerruti también se ocupó de subrayar que "la solución no es ocupar la calle", pero no ofreció ninguna pista de cuál sí sería la solución. Quizás porque en el horizonte del Gobierno no esté ese plan, sino aplicar las recetas del FMI.
Al mismo tiempo, la vocera presidencial calificó como "extraordinario" el trabajo del ministro Zabaleta y estimó que se inició "un camino virtuoso" que se constata en la baja del índice de desempleo "a 7 puntos de desempleo, el más bajo en muchísimo tiempo".
Sin embargo, la vocera presidencial "olvidó" decir que gran parte de la pobreza que se vive en nuestro país es porque esa "creación de empleo" es en gran parte precaria: más del 30% de los trabajadores ocupados son pobres.
En este punto del debate político es donde ni el PRO, ni el Frente de Todos ni los liberales se quieren meter: su objetivo es discutir los piquetes, pero nunca acabar con la pobreza. Para eso harían falta medidas de fondo como un desconocimiento soberano de la deuda o el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, para trabajar todos con plenos derechos. Pero ese es un horizonte al cual se niegan el Gobierno y la oposición de derecha.