Ambos candidatos intentaron monopolizar el debate polarizado entre ellos, con pocas ideas, chicanas, pase de facturas y mucho cinismo.
Nicolás Laguna @NicolsBenjamin7
Jueves 21 de octubre de 2021 02:52
La “grieta” volvió a decir presente este miércoles por la noche en el debate presentado en A Dos Voces. Victoria Tolosa Paz y Diego Santilli se eligieron mutuamente como contrincantes. Repitiendo lo actuado por ambas fuerzas durante el debate de candidatos en CABA, apostaron polarizar entre ellos. El objetivo fue doble: por un lado, garantizar sus respectivos núcleos duros golpeando al rival central. Por el otro, evitar momentos incómodos que pudieran surgir en un eventual debate con el resto de los y las candidatas.
Sin embargo, de un lado y del otro no hubo muchos puntos altos que se pudieran destacar. No se trata de un problema en las argumentaciones, sino por la política que tienen que defender.
En el caso de Tolosa Paz, sus principales argumentos se centraron en atacar el ajuste realizado por el macrismo durante sus cuatro años de mandato. Ese ataque sirve al objetivo de justificar todo lo que ocurre en el Gobierno del Frente de Todos. Cada medida es presentada siempre como resultado de la imposición que significa esa “pandemia” sumada a la del coronavirus.
El enfoque global de Tolosa Paz combinó una reivindicación de la actuación durante la pandemia con las promesas de una situación mejor a futuro, en el marco de afirmar que se “está saliendo de la pandemia”. Cínicamente, la candidata del peronismo reivindicó a los trabajadores de la salud. Nadie olvida de las múltiples protestas del sector ocurridas en la Provincia que Gobierna Kicillof. Nadie olvida tampoco que los salarios siguen siendo bajísimos y que la paritaria del sector cerró en números por debajo de la inflación.
Tolosa Paz tuvo dos puntos a favor que supo explotar. El primero es la escandalosa situación judicial de Mauricio Macri, quien este mismo miércoles se negó a presentarse ante la Justicia en el marco de una causa por espionaje que se sigue contra él. El segundo fue el hecho que Santilli, hasta ayer nomás funcionario en el Gobierno de CABA, viene de impugnar legalmente el traspaso de fondos a la Provincia que hizo Alberto Fernández para responder al chantaje de la Bonaerense a mediados de 2020.
El candidato de Juntos esquivó las acusaciones todo lo posible. Evitó responder sobre las consecuencias económicas del ajuste macrista. Defendió a su ex jefe político, señalando que sus abogados habían decidido presentarse y atacó la decisión de sacar fondos a CABA para dárselos a PBA.
Su contraataque permanente giró alrededor de la gestión de la pandemia, de la apertura de escuelas y la presencialidad en las mismas y de las consecuencias económicas de las decisiones del Gobierno nacional.
Santilli evitó hablar de economía. Algo comprensible en el marco de que en la memoria social está muy fresco el recuerdo del desastre cambiemita de ese período.
Sin embargo, por momentos los cruces tuvieron puntos de cercanía. En el momento en que el tema a abordar fue “Seguridad”, Santilli desplegó un lenguaje manodurista destinado a recalar en un voto más derechista. En ese momento compartió el mismo andarivel con Randazzo y Espert.
Sin embargo, Tolosa Paz no se quedó atrás. Reivindicó que el Gobierno de Kicillof hubiera dado concesiones a las fuerzas policiales que se rebelaron a mediados de 2020 y, al mismo tiempo, reivindicó la construcción de más cárceles y la entrega de mayor armamento y más patrulleros a la Bonaerense.
El debate entre los candidatos de los partidos mayoritarios no dejó sorpresas. La “grieta” ocupó su lugar para que ambos pudieran chocar alrededor de cuestiones parciales. Ni el acuerdo con el FMI ni el ajuste que vendrá con el mismo ocuparon su agenda. Esta denuncia solo corrió por parte de Nicolás del Caño, el candidato del Frente de Izquierda Unidad.