El intendente del Frente Para la Victoria, Ismael Passaglia, a quien gusta mostrarse como el jefe de la "mano dura", se dispone a desalojar lo que queda de la "villa pulmón", al mejor estilo de los funcionarios de la dictadura.
Sábado 22 de noviembre de 2014
Imagen: web diario El Norte
El intendente municipal de San Nicolás, Ismael Passaglia, perteneciente al Frente para la Victoria y aliado en las últimas elecciones del Movimiento Evita, quiere postularse como el intendente del "orden y limpieza". Al mejor estilo de la dictadura, actúa como patrón de estancia.
Muy propenso a lo castrense y a los operativos en los barrios, puso en pie la primer sucursal de la escuela descentralizada de policía del país, la Vucetich, trajo la policía comunal de la mano del "mataguachos" Alejandro Granados y reactivó el cuartel del Ejército en la ciudad. Le gusta mostrarse como el jefe de "mano dura".
Ahora viene atacando a los trabajadores municipales mediante traslados, derivaciones hacia otros sectores y no reconociendo a ATE y a sus dirigentes que denuncian las tercerizaciones y los vaciamientos de sectores de trabajo como el corralón; un gran negocio para las empresas.
A la vez, inició un sumario administrativo contra Gabriel Godoy, secretario General de la CTA local, a lo que el gremio de ATE junto a la CTA han respondido con denuncias y manifestaciones.
A pura topadora
Pero al parecer le resulta poco. Se dispone, al mejor estilo de los intendentes de la dictadura, a pura topadoras y milicos y con una verborragia acorde a las circunstancias de "forajidos y malhechores" a desalojar lo que queda de la "villa pulmón", a la que ya hizo referencia La Izquierda Diario y que es lindante al santuario de la Virgen del Rosario.
La "Villa tranquila" debe ser erradicada para dejar lugar a la buena imagen vendida a los visitantes del santuario. Toda esta política va atada a proyectos de parques y paseos a tono con la vida céntrica clasemediera, y como de la Vírgen se trata, dejan a las familias residentes de Villa Tranquila "a la buena de dios". Con promesas de "re localización" en barriadas ya prometidas a familias desalojadas de otros lugares, son literalmente empujados a abandonar el lugar.
Muchos de estos habitantes de más de cuarenta años y otros tantos son arrancados de su lugar de pertenencia por medio de una campaña de estigmatización a través de los medios locales: “la Villa tranquila es una cueva de ladrones”. Todo esto no sería posible sin el visto bueno y la aprobación del arco político patronal de los radicales, el Frente Renovador e incluidos el Movimiento Evita, que ganó un par de bancas de la mano del inefable intendente del orden y que han venido haciendo silencio absoluto, más allá de la retórica de ser los "representantes de los desposeídos" con visita de Taiana de por medio.