Walter Ramallo es auxiliar en una escuela primaria de la ciudad de La Plata y puede quedar en la calle debido a que no puede afrontar el alquiler con su escaso salario. Walter, como tantos miles de trabajadores, tiene que optar entre pagar el alquiler o comer todos los días.
Jueves 1ro de julio de 2021 15:48
la Plata: trabajador auxiliar de educación puede quedar en la calle por no poder pagar el alquiler - YouTube
Walter tiene 51 años y trabaja como auxiliar hace 27. Cobra, como todos los auxiliares, alrededor de $30.000, es decir, mucho menos de la mitad que la canasta familiar.
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Hoy enfrenta una situación angustiante. Corre el riesgo de ser desalojado de la casa donde alquila, ya que no puede afrontar más los gastos del alquiler, que representa el 70 % de su sueldo.
A su vez, nos cuenta que tiene muchos problemas de salud. “Fui intervenido dos veces del corazón donde se me aplicó un reemplazo valvular mecánico y dos stens , patología que lo obliga a estar medicado de por vida con remedios varios y muy caros que IOMA cubre muy poco", expresa.
Denuncia además que recurrió al Consejo escolar y a las conducciones de los gremios. “Todos se lavan las manos”, denuncia. Ha solicitado también un espacio prestado como casero en alguna escuela donde no tenga que pagar alquiler.
Salarios de miseria
La realidad de Walter representa la realidad de miles de trabajadores, que tienen que optar entre pagar un alquiler o comer todos los días.
El salario de un trabajador auxiliar en la Provincia de Buenos Aires es de miseria.
Vivir cada vez cuesta más caro. Ir al supermercado a comprar lo básico y elemental puede implicar volver a casa con una mueca de dolor. Es una realidad estructural para millones de trabajadores y trabajadoras que lo sienten a diario en su bolsillo. Si con los cuatro años de gobierno macrista el problema se hizo mucho menos llevadero, con Alberto Fernández y el kirchnerismo la cosa no va mejor, sino todo lo contrario.
Los trabajadores auxiliares, además, no pueden ni siquiera inscribirse para un plan Procrear por sus bajos salarios.
La voz de Walter, es la voz de miles de auxiliares que todos los días hacen malabares para su supervivencia, con changas, venta de ropa y comida y todo lo que esté al alcance para hacer unos pesos más para llegar a fin de mes.
