Declaración del Movimiento de Agrupaciones Clasistas. Trabajadores de PAMI en Rosario: el pase a planta sólo se puede conquistar con la lucha

A pesar de los aprietes, las amenazas y los intentos de echarles la culpa de los déficits en la atención a los jubilados, las últimas 4 semanas de paro en PAMI Rosario (que afectó a ambos policlínicos, anexo y médicos de cabecera) mostraron una enorme fuerza y predisposición para pelear contra un régimen de explotación y negreo que usa a los prestadores como mano de obra barata y descartable.

No se trata de una situación nueva. Desde hace más de una década PAMI mantiene a más de 300 trabajadores en condición de prestadores, incluyendo a la mayoría de los médicos, además de kinesiólogos, camilleros, personal de laboratorio, de diagnóstico por imágenes, entre muchos otros. Los prestadores, que cumplen tareas indispensables en la institución, cobran menos de la mitad que los trabajadores de planta permanente que realizan las mismas funciones.

A este reclamo por algo tan básico como un sueldo digno y los derechos mínimos de cualquier trabajador, la gerencia dio una respuesta insultante. Un aumento del 7%, un bono de $9000 y una promesa en el aire de empezar a discutir los pases a planta permanente. Esta propuesta fue rechazada la semana pasada en asamblea de trabajadores, que había votado continuar el paro.

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Luego de que la gerencia de Rosario se reuniera con representantes de los prestadores y prometiera “trabajar para avanzar en equiparar las condiciones de trabajo”, convocando a una mesa paritaria el 27 de diciembre sin que exista ninguna clase de acuerdo firmado por la dirección de Pami para pasar siquiera a un trabajador a planta permanente, los compañeros de ATE llamaron a levantar el paro y esperar a la negociación. Creemos que esto es un error.

Sacar conclusiones y prepararnos para continuar la pelea

La contundencia del paro logró que por primera vez en muchos años PAMI tuviera que esbozar una respuesta a los prestadores. Es por mérito de esta lucha que la gerencia tuvo que reconocer abiertamente la situación de irregularidad y reconocer algo tan básico como el derecho a vacaciones pagas de las y los trabajadores. Esto es completamente mérito de la lucha.

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Pero las medidas de lucha, que mostraron una enorme fuerza y voluntad, fueron levantadas sin que hayan pasado un solo compañero a planta permanente ni que se hayan equiparado los ingresos de los prestadores con la planta permanente. Ni siquiera hubo un aumento significativo de ingresos para los prestadores que vienen poniendo en riesgo su salud y la de sus familias en plena pandemia.

Hay que seguir la pelea por el pase a planta permanente y por el fin de la precarización laboral

La pandemia ha dejado en evidencia la situación precaria e insostenible de los trabajadores de la salud en todo el país. Lo mostraron las movilizaciones convocadas por las y los enfermeros que pelean por ser reconocidos como profesionales, las y los médicos que se autoconvocaron para pelear por las condiciones de atención frente a la pandemia, los trabajadores del Hospital Centenario que vienen reclamando en las puertas del hospital por las condiciones laborales, por nombrar sólo algunas. Lo mismo se repite a lo largo y ancho del país: el personal de salud está en la primera línea también en defensa de las condiciones laborales y la salud.

Durante todo el año los funcionarios nos llamaron héroes, pero la respuesta a los esenciales que no dejamos de poner el cuerpo durante todo el año fueron más ataques y ajuste: mientras el presupuesto 2021 impulsado por el gobierno de Alberto Fernández recorta un 9% en salud, en la provincia de Perotti llegaron hasta el colmo de anular las licencias para el personal de riesgo. Una vergüenza.

No podemos seguir esperando ni peleando separados. Coordinar los reclamos entre todos los trabajadores de la salud de la región y aunar fuerzas es la única forma de terminar con la precarización laboral y garantizar una mejor atención para el conjunto de los usuarios.

¿Qué hubiera pasado si los trabajadores de Pami hubieran recibido el apoyo de los miles de trabajadores de la salud que se agremian en ATE? ¿No hubiera sido aún mayor el impacto del paro si a esta lucha se hubieran sumado también los trabajadores estatales y docentes que comparten agremiación en la CTA? Unir fuerzas y golpear con un solo puño hubiera hecho mucho más fácil la pelea contra la precarización y el fraude laboral, evitando que la directiva de PAMI se juegue al desgaste de las medidas.

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El sector salud está plagado de contratos basura, fraude laboral, precarización y explotación. Gremios como ATE y SiPruS sólo han impulsado medidas aisladas y en su mayoría por sector, lo que lleva a dividir y debilitar la pelea. No hay nada que impida impulsar un gran plenario regional de todas y todos los trabajadores de la salud. Necesitamos arrancar un gran paro regional de la CTA y la CGT por todos nuestros reclamos, empezando por el pase a planta permanente y el reconocimiento de todos los trabajadores como profesionales de la salud, en unidad con el resto de los trabajadores que hoy se levantan como lo están demostrando los trabajadores aceiteros, los jóvenes del call center Hey Latam que luchan por su reincorporación o los vecinos de Magaldi que pelean por su derecho a una vivienda.

Luchar hoy por salarios dignos y trabajo en blanco es luchar por una salud de calidad para todos. Los trabajadores de Pami abrieron la puerta. No dejemos pasar esta oportunidad.