El contexto del conflicto armado en Ucrania pone en peligro la integridad de quienes habitan en la zona de guerra, y las personas mayores representan un colectivo especialmente vulnerable en este escenario. Su derecho a la seguridad y a vivir una vida sin violencia se ve profundamente amenazado.
Miércoles 2 de marzo de 2022
La organización HelpAge reporta que las personas mayores se encuentran cansadas, asustadas, ansían recuperar la paz y reencontrarse con sus familias. Foto: AP
Ucrania es un país altamente envejecido. Para el año 2019, el 16% de su población tenía 65 años o más. Las mujeres viven más que los hombres y la esperanza de vida supera los 73 años. Transitar la vejez en un escenario de crisis bélica expone a las personas a un elevado estrés, a la vivencia de emociones intensas y sentimientos de sufrimiento.
La preocupación por el acceso a los alimentos, el miedo al escuchar las alarmas y el temor a los bombardeos comienzan a formar parte de una vida cotidiana marcada por un estado de alerta permanente. Esta crisis obstaculiza la disponibilidad de medicamentos, la asistencia por enfermedades crónicas y profundiza el aislamiento. A pesar de ello, el acceso a dispositivos de intervención y protección específicos provistos desde los Estados es insuficiente, lo que aumenta los impactos negativos y puede agravar las secuelas.
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HelpAge, organización internacional que sostiene entre sus objetivos la protección de los derechos de las personas mayores, se encuentra brindando apoyo y ayuda directa en la zona de conflicto. Los equipos de trabajo de esta organización realizan acompañamiento personal y telefónico, ofreciendo contención en el momento complejo que atraviesan. También proveen elementos de higiene, insumos de protección contra el COVID-19, además de pañales, bastones o andadores, según las necesidades que identifican. Reportan que las personas mayores se encuentran cansadas, asustadas, ansían recuperar la paz y reencontrarse con sus familias.
Observan que el conflicto tiene efectos negativos en su salud física y mental. Por otra parte, mencionan la existencia de “pueblos fantasmas” donde residen principalmente personas mayores que no pudieron huir de la crisis humanitaria en curso iniciada en 2014 y que han perdido a sus seres queridos, quedaron aisladas y sin fuentes de ingresos.
La atención de las necesidades particulares de las personas adultas mayores en situaciones de conflicto armado requiere de atención prioritaria, principalmente las que se encuentran en situación de vulnerabilidad, como las que presentan problemas de salud, las que requieren de cuidados especiales, las que viven solas y en condiciones de pobreza.
Las personas mayores ucranianas, junto a otros grupos minoritarios, quedan atrapadas, víctimas de un conflicto y de disputas que les son ajenas, por el solo hecho de vivir en un territorio determinado.