Tribus de Estados Unidos y México, así como organizaciones ambientalistas y solidarias se manifestaron contra la construcción del muro fronterizo.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Lunes 25 de enero de 2021
Imagen: movimiento Sunrise.
A pocas horas de haber iniciado su mandato, Joe Biden anunció que detendría la construcción del muro que había iniciado su antecesor, el magnate Donald Trump. Pero las obras continúan.
Según información del sitio Frontera Desk, pequeños rancheros de la zona fronteriza del lado estadounidense han denunciado que se siguen desecando los pozos por el uso del agua del proyecto. De igual forma se han dinamitado secciones de los Altos de Tumacacori en el estado de Arizona.
Como cualquier megaproyecto capitalista, los contratos ya están hechos, firmados y valuados por 4 millones de dólares. En voz de uno de los activistas ambientalistas del estado, Laiken Jordahl, "Trump construyó este muro sin aprobación del congreso y sin revisión judicial, así que lo correcto sería tumbarlo".
Por supuesto que tenemos que ser realistas con nuestras demandas. Sin duda queremos centrar nuestra energía en la eliminación de secciones de barreras [construidas] en corredores de vida silvestre, en áreas sagradas para los pueblos indígenas. En vías fluviales donde están deteniendo el flujo de agua. Y ciertamente abogaremos por derribar muros en todos esos lugares.
De igual forma se manifestaron dirigentes indígenas y activistas pro-migrantes denunciando el daño que causa el muro para este sector:
Este es un llamamiento nacional a la acción contra el muro fronterizo y el daño que se ha hecho, no sólo al medio ambiente, sino también a los sitios culturales, los sitios espirituales, que son importantes para nuestro pueblo, el pueblo Kumeyaay.
Los pueblos originarios han sido también uno de los sectores más desproporcionadamente golpeados por la pandemia, sin acceso a la salud en el gigante imperialista y baluarte del capitalismo internacional. Esto ha causado una crisis entre varios pueblos indígenas que están realizando esfuerzos para conservar sus idiomas, tradiciones, lugares sagrados y su cultura encarnada en sus ancestros y ancianos, quienes son población riesgo de contraer el coronavirus.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana