Claves de la conferencia de prensa presidencial tras el triunfo electoral del Morena: reivindicación de la democracia y de la primera presidenta electa en México.
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Lunes 3 de junio
Desde Palacio Nacional, el presidente López Obrador celebra los resultados de los comicios realizados ayer 2 de junio. Destacó que el pueblo de México es muy politizado, inteligente y ejemplar. Asimismo resaltó la relevancia de los procesos democráticos que a su parecer significa “tener gobiernos que procuren el bienestar del pueblo”.
“El pueblo es bueno, es noble y sabe muy bien lo que le conviene y lo que no le conviene (....). Esa idea que se fue imponiendo no solo en México, sino en el mundo, que la democracia era un sistema político de elección de autoridades democracia representativa, cuando la democracia tiene una connotación profunda, no solo es el pueblo el gobierno del pueblo para el pueblo con el pueblo, la democracia tiene una dimensión social, porque la democracia significa tener gobiernos que procuren el bienestar del pueblo”, declaró el mandatario.
Más adelante reivindicó que el voto de un obrero y de un campesino vale lo mismo que un rico o que un sabihondo. Y eso, que representa un avance en los derechos democráticos del siglo XX, en realidad aún es insuficiente.
Primero porque efectivamente el régimen democrático se limita a la posibilidad de elegir representantes cada tres años en México, pero la clase trabajadora y los sectores populares no tienen voz ni voto a la hora de decidir el destino del país: no deciden a qué se destinan los fondos públicos, qué obras públicas se necesitan para satisfacer necesidades sociales, no intervienen tampoco en la legislación laboral para poder prohibir la precarización laboral, por ejemplo.
Segundo, porque quienes producen la riqueza son las y los trabajadores de la industria, de los servicios, del campo, de la minería, y justo por manejar los hilos de la economía, su aporte a la sociedad es infinitamente superior al de un empresario que hoy decide qué y cómo se produce desde la comodidad de su escritorio o de un intelectual a su servicio.
¿Es suficiente contar con un gobierno que "vele por el bienestar del pueblo"? Los planes sociales, los aumentos al salario mínimo, la extensión del periodo vacacional y otras medidas del gobierno de la Cuarta Transformación no resuelven de raíz la pobreza estructural en la que viven amplios sectores del pueblo mexicano. Porque el salario mínimo no cubre el costo de la canasta básica y el acceso a servicios de primera esenciales como transporte y telecomunicaciones, porque persiste la inestabilidad laboral y amplios sectores de trabajadoras y trabajadores no tienen acceso a derechos laborales elementales como aguinaldo, vacaciones, pensiones dignas y porque, a pesar de la reforma de pensiones del Morena, las afores siguen teniendo la libertad de especular con los fondos de ahorro para el retiro mientras los ingresos que perciben quienes llegan a pensionarse siguen muy por debajo del costo de vida.
Por eso las y los socialistas consideramos que hay una forma superior de democracia: la democracia de los consejos, donde las y los trabajadores y los sectores populares organizados desde las bases decidan qué, cuánto y cómo producir, definir un régimen fiscal progresivo donde quienes paguen más impuestos sean los más ricos y qué hacer con los recursos públicos, por ejemplo. Pero conquistar esta democracia implica enfrentar los intereses del imperialismo estadounidense, de las trasnacionales y los empresarios, implica cuestionarlo todo, como sucedió en la Rusia de 1917.
La primera mujer presidenta
Respecto del resultado de los comicios, el presidente López Obrador afirmó: “Hablamos ayer, la felicite, estoy muy porque imagínense lo que significa entregar la presidencia a una mujer luego de 200 años de que sólo gobernaron México hombres desde la primera República federal, desde el primer presidente de México Guadalupe Victoria, desde entonces hasta el 2024, 200 años, además la candidata más votada de la historia de México, la que obtiene más votos de los que hemos participado o los que hemos ocupado el cargo de presidente, es algo histórico”.
Lo cierto es que el triunfo de Claudia Sheinbaum despierta enormes expectativas, porque la llegada al poder de una mujer en el país que se hizo tristemente famoso por los feminicidios en la década de 1990, parece abrir nuevas posibilidades para todas las mujeres. ¿Pero eso terminará con la violencia patriarcal, con la doble jornada laboral de las mujeres (en el trabajo y en la casa), con la brecha salarial entre trabajadores y trabajadoras que realizan las mismas tareas? Cuesta imaginarse eso al recordar el despliegue de vallas ordenado por López Obrador y por Claudia Sheinbaum con cada movilización del 8 de marzo donde cientos de miles de mujeres salen a exigir un alto a los feminicidios y la violencia machista y el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.