En el marco de la campaña “Nuestras vidas valen más que sus ganancias” los estudiantes de la Facultad de Sociales responden a la pregunta: ¿Por qué creen que es necesaria la reducción de la jornada laboral?
Lunes 22 de mayo de 2017 12:16
Estudiantes de la agrupación En Clave Roja realizaron entrevistas en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, lanzando la campaña “Nuestras vidas valen más que sus ganancias” que impulsan Nicolás del Caño y Myriam Bregman, precandidatos del Frente de Izquierda. La propuesta incluye la reducción de la jornada laboral a 6 hs, 5 días a la semana, con un salario igual a la canasta familiar, y con el reparto de las horas de trabajo, para acabar con el desempleo.
Frente a la pregunta ¿Por qué creen que es necesaria la reducción de la jornada laboral?, un estudiante responde que de esta forma trabajaría mucha más gente y habría menos desempleo y que “a veces trabajamos el doble de lo que plantean ustedes en la campaña para ganar más o menos lo que uno necesita para vivir”.
Parte del estudiantado considera que la reducción de la jornada laboral es importante para mejorar la calidad de vida, ya que permitiría disponer de más tiempo para hacer otras cosas, aprovecharlo como le guste más a cada uno, pasar tiempo con la familia. Opinan también que no todo se debe circunscribir al trabajo ya que se trata de una cuestión de salud: el último informe de la Sociedad de Medicina del Trabajo sostuvo que 8 de cada 10 argentinos padecen estrés laboral.
Los “millennials”, nombre que se le da a los que son parte de la generación que hoy tiene entre 20 y 35 años, tienen mayor índice de estrés que otros grupos etarios. El estudiantado es parte de esa juventud que vive bajo un ritmo de vida acelerado: largas distancias para llegar al trabajo, jornadas extenuantes, y que aún así intentan llegar a la facultad “frescos como una lechuga” para poder absorber el contenido de las cursadas. Ni hablar de las salidas con amigos, el ocio y estudiar. Al tener que comprimir todo esto en una sóla jornada, pareciera que necesitan días de 48hs.
Siguiendo con la entrevista un estudiante menciona: “Creo que se tiene que reducir la jornada laboral porque el intento del gobierno y de toda la clase dominante de alargarla es para hacerle pagar a los trabajadores y al pueblo en general las crisis que ellos mismos generan”.
Dos estudiantes de Relaciones del Trabajo que dividen su tiempo entre los libros y el empleo, opinaron que no sería posible en Argentina “porque los empresarios no van a querer”, aunque es una buena idea. Además, “el propio Estado Nacional, mantiene relaciones de trabajo precarias: acá el Estado está al servicio de las empresas”.
Uno de los objetivos de la campaña es pensar esa fuerte naturalización respecto de las ganancias capitalistas a costa del trabajo de las grandes mayorías. La intención es dejar en claro que sin dudas “los empresarios no van a querer” y que por eso es una pelea con enemigos concretos. Desde las propias carreras se induce a los estudiantes a pensar el mundo y la sociedad como algo estático, que no puede cambiarse de raíz. Un sistema al cual se le pueden hacer pequeñas reformas, pero que no puede ser reemplazado por una sociedad alternativa.
Así, inculcando el sentido común, la clase dominante arraiga sus ideas profundamente en las conciencias de los jóvenes, para que piensen que no se puede pelear por otra vida.
Otra discusión que aparece es la idea de que la reducción de la jornada laboral genera automaticamente una baja en el salario y mayor desempleo. Justamente la campaña propone lo contrario: atacar la ganancia capitalista para mantener los salarios (como mínimo iguales a la canasta familiar) y repartir las horas de trabajo para que todos y todas tengan empleo.
Uno de los entrevistados relata que en su trabajo en la Defensoría del Pueblo, a veces hace hasta diez horas por día, sin remuneración acorde a esa jornada. Esta precarización que él vive en carne propia, es la realidad de miles: el 59% de los jóvenes argentinos tienen un trabajo no registrado. La reducción de la jornada laboral sería de mucha ayuda ya que permitiría estudiar y trabajar a la vez, más aún cuando se vive a más de una hora de distancia del lugar de trabajo y de la facultad.
Esta es la realidad concreta que comparte gran parte del estudiantado: solo 1 de cada 4 ingresantes llega a finalizar sus estudios. El resto abandonan.
La propuesta del Frente de Izquierda apunta a que los estudiantes no abandonen y a que la educación superior no sea un lujo del cual los hijos de los trabajadores tengan que privarse. La situación hoy en día es que solo una minoría llega a estudiar una carrera terciaria o universitaria, y de esos, sólo unos pocos llegan a recibirse. Por eso también proponemos que se creen becas integrales de estudio, equivalente a media canasta básica familiar, en vez de destinar esa plata a subsidios para las mineras o los grandes terratenientes que tienen fortunas.
Con esta campaña y por medio del debate buscamos generar un cuestionamiento al sistema capitalista por parte de los estudiantes, con el objetivo de identificar enemigos claros: los empresarios que para aumentar sus ganancias nos exprimen en extensas jornadas laborales.
No vamos a aceptar la ganancia capitalista como algo ’ natural’ mientras los empresarios descansan tranquilos y nosotros vivimos de trabajos que nos queman la cabeza y hacemos malabares para que el dia dure “48 horas”.
Vamos a pelear, porque nuestras vidas, ¡Valen mucho más que sus ganancias!