Entrevistamos a la Dra. Ana Bratanich, docente de Cs. Veterinarias de la UBA, que encabeza un grupo de investigadores veterinarios y médicos que llevan adelante en Argentina una investigación sobre la presencia de coronavirus, entre ellos el SARS-CoV2 en animales silvestres y domésticos.
Lunes 8 de junio de 2020 20:08
La pandemia de Covid-19 puso en discusión los orígenes de nuevos virus que afectaron a la población humana en la última década, como el SARS-CoV-1, el MERS-CoV y el H1N12009 (gripe porcina), que también surgieron de animales que portaban el virus. Para charlar sobre este tema, sobre el que viene investigando junto con su equipo, hablamos con Ana Bratanich, veterinaria (UBA), doctora en ciencias veterinarias de la Universidad de Lincoln Nebraska (USA) y Profesora Adjunta a cargo en el Área de Virología de la Facultad de Ciencias Veterinarias en la UBA. Ella encabeza un grupo de investigación que viene estudiando justamente este tema.
“Se sospecha –nos decía– que el origen de la pandemia por SARS-CoV-2 estuvo en coronavirus que infectan murciélagos y otras especies de fauna. En realidad, estos eventos zoonóticos ya han sucedido en el pasado: el SARS-CoV-1, con la civeta, y el MERS-CoV con el dromedario como especies intermedias respectivamente. Estudiar qué variantes habitan en murciélagos y en especies que están en contacto con ellos, ayuda a entender cómo estos saltos de especie suceden.”
Efectivamente, como han señalado el biólogo evolutivo Rob Wallace y otros investigadores, en los orígenes de la pandemia actual encontramos este fenómeno en el marco de la destrucción de nichos ecológicos por el agronegocio y la comercialización de animales silvestres en mercados como el de Wuhan. Sin embargo, hay otro tipo de transmisiones, que se dan en contextos diferentes, pero cuyo estudio es igualmente importante.
“De la misma manera –explica Bratanich– se pueden estudiar eventos que no son necesariamente saltos de especie estables, como son los casos de infección de gatos, tigres, leones, perros y visones a partir de sus dueños o cuidadores. Estos eventos son, en realidad, accidentes ya que no cumplen necesariamente un rol epidemiológico (tanto dueño/cuidador como el animal superarán la enfermedad). Sin embargo, es fundamental estudiar también esos nichos y cómo esas infecciones ocurrieron porque, en definitiva, son eventos zoonóticos.”
¿Cómo conformaron el equipo? Previo a la pandemia, ¿Ya venían trabajando en un tema similar o a partir de la pandemia se abocaron a este tema?
"El grupo está además integrado por los Dres. Silvia Mundo (Inmunología), Marcelo Miragaya (Teriogenología) y Gabriel Capitelli –los cuatro en la foto de portada de esta nota. Ninguno de los integrantes del grupo trabajaba específicamente en coronavirus, pero todos tienen experiencia en los estudios que se proponen realizar en este proyecto. La Dra. Mundo realizará la puesta a punto de un test de ELISA para detectar el posible contacto de estos animales con el SARS-CoV-2 o con variantes cercanas. El Dr. Miragaya es un experto en reproducción de camélidos y visita productores en el norte argentino con regularidad y es quien proveerá de las muestras de camélidos, roedores y murciélagos. El Dr. Capitelli aportará los estudios de modelización epidemiológica y yo estoy encargada de realizar la detección molecular de los virus, tanto del SARS-Cov-2 potencialmente presente en mascotas como de nuevos coronavirus infectando las especies de fauna. Todo el trabajo se realizará en laboratorios de la facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA que cuentan con el equipamiento y las condiciones de bioseguridad adecuadas para llevar adelante las actividades programadas, siguiendo protocolos nacionales e internacionales.”
Entonces, para que exista un seguimiento del virus es fundamental, identificar nichos de infección y el rol que cumplen en las epidemias. ¿Cuál es la expectativa de los resultados de la investigación? ¿Se podrá preveer o prevenir nuevas apariciones de virus que afecten a la población humana?
"Predecir lo que la naturaleza puede llegar a generar es muy difícil. El ser humano contribuye a la aparición de nuevas variantes haciendo coexistir múltiples especies animales (como el murciélago) entre ellas y con él mismo. Nuestra contribución es descubrir potenciales nuevos coronavirus que se han establecido en las especies que hemos propuesto estudiar y analizar a través de sus secuencias genómicas, cuáles son sus antecesores. De esa manera pueden identificarse coronavirus recombinantes con mayor o menor chance de infectar otras especies o el hombre. De la misma forma, estudiar el virus obtenido de mascotas infectadas por sus dueños nos permite evaluar si esos virus son similares al SARS-CoV2 de los humanos o son variantes diferentes. Esto es fundamental para poder evaluar el verdadero rol de estos animales en la pandemia actual.
Hay muchos proyectos similares en varios países que analizan los virus que portan los murciélagos y otros animales salvajes en el que están identificadas muchas de las variedades del virus de la familia del Coronavirus. ¿Qué opinión tiene sobre que igualmente haya surgido esta pandemia a pesar de la existencia de estudios que ya indicaban su posibilidad?
"Existen estudios, sobre todo en Asia, de coronavirus de múltiples especies animales, sobre todo en murciélagos. Aun así, si bien existen parentescos entre coronavirus de murciélagos y coronavirus de humanos o de otros animales, es muy difícil determinar cómo y cuándo se originó la variante que se encuentra circulando hoy o cómo se han generado SARS-CoV-1 o MERS-CoV. Y eso ocurre porque los saltos de especies, que requieren de la adaptación de ese virus al nuevo huésped, necesitan de muchos años de ajuste, hasta darle a esas variantes una identidad propia de esa especie. O sea que si el pangolín, como se supone, dió origen al SARS-CoV-2 (a partir de un coronavirus de murciélago), esta infección en humanos ocurrió mucho tiempo atrás del momento que se empezaron a registrar los casos. Es muy difícil hoy rastrear ese origen; solo se puede presumir que el antecesor más cercano del SARS-CoV-2 es el coronavirus de pangolín."