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Red Internacional
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Elecciones estudiantiles. UNLP: pongamos en pie una alternativa de izquierda, independiente y que esté en cada lucha

El 30, 31 de marzo y 1 de abril, se llevarán adelante las elecciones estudiantiles en la UNLP. Desde la Juventud del PTS llamamos a pelear por una perspectiva de izquierda a quienes nos encontramos luchando contra el ajuste del gobierno en nuestra educación, defendiendo nuestro ambiente y los derechos de las mujeres y disidencias, y enfrentando la precarización y pobreza que trae el nuevo acuerdo con el FMI.

Miércoles 9 de marzo de 2022 14:00

Elecciones a medida del Rectorado

Estas elecciones se dan a semanas de haber vuelto a la presencialidad, después de dos años de pandemia. El apuro y la decisión inconsulta se deben al objetivo de renovar mandatos en los consejos directivos y superior hacia la Asamblea Universitaria, que se realizará en mayo para definir un nuevo Rector. Otra vez, un mensaje claro desde rectorado para el conjunto de lxs estudiantes: decidimos a espaldas de ustedes.

Al mismo tiempo, y lamentablemente no sorprende, las conducciones de los Centros de Estudiantes decidieron negarle el derecho al voto a los 33 mil estudiantes que ingresaron este año. Desde la Juventud del PTS estamos impulsando una gran campaña para enfrentar esta decisión antidemocrática y organizarnos en cada facultad contra un ataque cuyo único antecedente es bajo gobiernos de facto. En la Facultad de Humanidades quedó expuesto en la asamblea que la conducción (Patria Grande) junto con la segunda fuerza (JUP), están de acuerdo en aplicar la misma práctica que lleva adelante la Franja Morada. Llamamos a realizar en todas las facultades Juntas de Centro, donde presentaremos las cientos de firmas de ingresantes que quieren votar, ya que siendo que las elecciones a Centro de Estudiantes son autónomas, los ingresantes podrían votar a solo centro. Un ejemplo de que esto podría realizarse es la Facultad de Exactas, donde los ingresantes tendrán derecho al voto.Mientras exigimos a las autoridades que se incorporen a claustro

Estas elecciones antidemocráticas se dan en el marco de lo que hace años venimos planteando como un cuadro urgente. Las condiciones en las que nos encontramos lxs estudiantes y el conjunto de lxs jóvenes: en el país del FMI se nos hace imposible conseguir un trabajo con derechos y un salario que alcance. Aumenta el alquiler, el bondi y los servicios. Hacemos malabares para poder estudiar porque el tiempo no alcanza.

Esta situación tiene responsables claros. Nuestra educación viene siendo atacada hace años, tanto por el gobierno de Macri como con Alberto Fernández, que ya recortó 20 puntos de presupuesto. A la vez que, desde el inicio de la pandemia, las autoridades de la UNLP estuvieron en sintonía con el Frente de Todos: recortaron derechos históricos como el comedor, el albergue y las becas, y avalaron el ajuste presupuestario. Hoy volvemos a la presencialidad sin tener garantizado el acceso a estas becas, donde muchxs estudiantes encuentran dificultades para poder cursar por imposibilidad de pagar el boleto y aún no hay noticias del Boleto Educativo Gratuito, por tener hijxs a cargo y ni un sola Facultad cuenta con jardines materno paternales, y porque no hay bandas horarias para lxs que trabajamos. A la cabeza de aplicar estos planes está el presidente de la UNLP, Fernando Tauber, quien declaró un patrimonio de 180 millones de pesos. Vive en un mundo opuesto al nuestro, mientras estudiantes y docentes no llegamos a fin de mes.

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El ajuste no es sólo sobre nuestra educación, los peronistas y radicales que gobiernan el país vienen regalando nuestros recursos naturales a las multinacionales y cierran la grieta cuando se trata de pagar la deuda macrista que solo trae mayor pobreza y precarización. Estas dos fuerzas políticas son los mismos que gobiernan la universidad, las facultades, y tienen bajo su órbita a la mayoría de los centros de estudiantes, secretarías, consejos directivos y juntas por carreras. No podemos permitir que avancen los aparatos tradicionales en nuestros Centros de Estudiantes. Tenemos la tarea de frenar el crecimiento de La Franja Morada, brazo estudiantil de Cambiemos, quienes bajo el lema “recibase quien pueda” arreglaron con las autoridades el recorte de nuestras becas. Pero también de las agrupaciones aliadas al Gobierno, que al estar unidos a este mantuvieron inmovilizados los centros dejando que el ajuste caiga sobre nuestras espaldas.

Por esto, en estas elecciones queremos pelear por una voz independiente de los partidos tradicionales que nos trajeron hasta la crisis en la que está el país. Para eso, tenemos un recorrido de luchas en común que nos sirven como punto de partida. Venimos organizando la bronca que brota desde abajo. Durante la pandemia impulsamos comités, asambleas virtuales por facultad y de toda la UNLP, además realizamos movilizaciones de coordinación como la que enfrentó el recorte del Gobierno a las becas Progresar y en la que exigimos ayuda económica y conectividad para que todxs podamos estudiar, además de plantear la defensa del salario y las condiciones de nuestrxs docentes y no docentes. En estas instancias, siempre impulsamos la convocatoria con el conjunto de las organizaciones de izquierda e independientes del Gobierno para fortalecer la lucha.

Unir y potenciar con Centros de lucha las peleas de la juventud

Hoy la juventud es protagonista en numerosas luchas, tenemos que recuperar nuestros Centros de Estudiantes, que bajo las actuales conducciones hoy son los grandes ausentes, para potenciar nuestra organización. Nombramos algunos ejemplos.

Lxs jóvenes nos venimos organizando contra las consecuencias del ajuste, realizamos junto a organizaciones sociales y de izquierda, movilizaciones contra el acuerdo del Gobierno del FMI. También nos encontramos en las calles contra el extractivismo del Gobierno, la derecha y el Fondo, enfrentando los intentos de explotación petrolera en Mar del Plata, derrotando la zonificación minera en Chubut y exigiendo que se apruebe la Ley de Humedales presentada por el Frente de Izquierda. Mientras las conducciones de los Centros se encontraban ausentes, realizamos numerosas movilizaciones desde la coordinadora Basta de Falsas Soluciones apoyando al pueblo de Chubut y contra la exploración petrolera en Mar del Plata.

Las pibas somos las protagonistas del movimiento de mujeres, que viene de conseguir el derecho al aborto, que llena las calles contra los femicidios y la violencia machista, que se organiza por la aparición con vida de Tehuel y todos los derechos de la comunidad LGBTIQ+. Este 8M volvimos a inundar las calles realizando una inmensa movilización en todo el país. Los Centros de Estudiantes deberían organizar toda esta fuerza, que hoy ya está movilizada pero de forma dispersa, para golpear con más fuerza. Por ejemplo, se podrían impulsar asambleas, comisiones de género, o cátedras libres en cada facultad. Lejos de esto, llegaron a hacer el más sordo de los silencios cuando Axel Kicillof y Sergio Berni pasaban topadoras sobre las casillas de las mujeres que escapaban de la violencia de género en Guernica, mientras cientos de estudiantes nos solidarizamos realizando colectas y encontrándonos con ellos en las calles.

Nos organizamos contra la precarización laboral, por trabajar menos para poder vivir y estudiar, repartiendo las horas de trabajo para que no haya desocupación.
Somos parte de la generación que se llena de bronca viendo la irracionalidad de este sistema, que nuevamente trae guerras. Repudiamos tanto la injerencia militar rusa en Ucrania como la escalada armamentística y la expansión en Europa del Este por parte de las potencias de la OTAN (Organismo dirigido por EEUU el mismo país imperialista que nos aprieta el cuello mediante el FMI).

Muchxs nos identificamos con la izquierda, con Nicolás del Caño, Myriam Bregman y Alejandro Vilca. Somos parte de las movilizaciones masivas convocadas por el Frente de Izquierda junto a más de 200 organizaciones contra el pacto del FMI. Pero las conducciones que, de palabra, dicen repudiar la estafa macrista, no han movido un dedo para enfrentar este acuerdo con el que los partidos del régimen quieren regalar nuestro futuro.

Estas peleas les pasan por al lado, se ve que la única realidad que las actuales conducciones conocen son las oficinas del rectorado. La juventud participa activamente de estas peleas, pero es por el rol de las actuales conducciones que aún esta participación se encuentra dispersa. Tanto las agrupaciones que responden al Gobierno (La Mella - Patria Grande, Miles, CEPA, Quebracho, La Cámpora, JUP) como la Franja Morada han sido los grandes boicoteadores de la organización estudiantil y de la movilización. Tenemos que unir lo que hoy se encuentra dividido, y poner los Centros de Estudiantes al servicio de que el movimiento estudiantil participe organizado de cada una de estas peleas para potenciar su fuerza.

Organizar la bronca que brota desde abajo

Necesitamos Centros de Estudiantes y concejerxs independientes del Gobierno y las autoridades universitarias. Que no tengan las manos atadas, para poder enfrentar el ajuste y fortalecer nuestras peleas. Estos espacios tendrían que funcionar como grandes instituciones del movimiento estudiantil para golpear con un solo puño. Para tender un lazo entre las peleas que los de arriba quieren dividir. Como en el 2018, cuando tomamos las facultades en defensa de la educación y unimos nuestra lucha a la de lxs docentes y a los trabajadores del Astillero Río Santiago, que enfrentaban el intento de Vidal de “dinamitarlo”.

Imaginemos si los Centros de Estudiantes saltaran los muros de la universidad para aliarse a lxs trabajadores; si levantaran las banderas de lxs pibes precarixs que luchamos por trabajo con derechos y para repartir las horas de trabajo para poder acceder a la educación superior; las de quienes defendemos nuestro planeta de los planes extractivistas; las de las mujeres y disidencias; las de la lucha contra la represión estatal y el gatillo fácil que se lleva la vida de un pibe cada menos de 24 horas; las de cada laburante que enfrenta despidos; las de quienes ponen el cuerpo para conseguir un pedazo de tierra y una vivienda digna. Imaginemos lo que estudiantes junto a trabajadorxs podríamos hacer si ponemos nuestras carreras y conocimientos al servicio de las grandes mayorías.

Desde la Juventud del PTS pensamos que quienes damos estas peleas nos tenemos que unir para recuperar los Centros y ponerlos en función de desarrollarlas. Queremos poner la universidad al servicio de las mayorías. Que puedan entrar lxs hijxs de lxs trabajadores, conquistando becas integrales, la implementación del boleto educativo, el aumento del plantel docente para que haya más bandas horarias, la implementación de jardines materno paternales, la ampliación del albergue y la apertura total del comedor, no solo para lxs estudiantes sino para el conjunto de la comunidad. Para esto es necesario un presupuesto que alcance, y no es posible bajo los mandatos del FMI, que revisa de cerca las cuentas del país para comerse cada derecho que “sobra”. Hay que luchar para derrotar el pacto de coloniaje, y para eso la fuerza que tenemos lxs estudiantes es fundamental.

¡Basta de que decidan los mismos de siempre, lxs estudiantes queremos decidir! Necesitamos Centros de Estudiantes democráticos y participativos, basados en asambleas, en comisiones, con cuerpo de delegadxs. Llenar los Centros de participación estudiantil, donde se escuche la voz de lxs estudiantes, es la herramienta con la que contamos para organizarnos por todas nuestras demandas.

Queremos pelear por poner en pie una alternativa de izquierda en la Universidad para recuperar los Centros de Estudiantes. Por eso llamamos a todas las agrupaciones estudiantiles, activistas y estudiantes que compartan un programa de independencia política de los gobiernos y las autoridades, a unirnos y hacer frentes para reflejar nuestra lucha por poner en pie al movimiento estudiantil. Particularmente, llamamos a aquellas agrupaciones que son parte de la coordinación de Parque Lezama, que ya convocó a 2 movilizaciones masivas contra el pacto con el FMI y vuelve a las calles este 10 de marzo para rechazar el acuerdo que el Gobierno y la oposición de derecha quieren votar en el Congreso.