Opinión. UTA: dividir para darle gobernabilidad a Milei y beneficiar a los empresarios

Los que no trabajan deciden

Se pasaron días, semanas y meses de “tire y afloje”: excusa siempre recurrente de los empresarios ”antes de ofrecer algo debemos saber cómo pagarlo”, y un Roberto Fernández amenazando con ir al paro como mensaje al gobierno para que intervenga. ¡Una vez más en favor de los empresarios del sector, en desmedro de los trabajadores y pasajeros!

Son varios los factores que degradan la vida de los trabajadores del sector aparte de los bajos salarios. Físicos: por las jornadas de trabajo prolongadas debido a la necesidad de “meter” alguna hora extra o más; fatiga muscular por posturas forzadas, problemas en los riñones, etc. Psicosensorial: se trabaja sobre un colectivo que demanda estar en estado de alerta o atención constante por la responsabilidad sobre los pasajeros. Sin olvidar la presión que genera día a día el despotismo empresarial y la amenaza de quedar desempleado. Roberto Fernández en las negociaciones llevadas adelante en la Secretaría de Trabajo no dice una palabra de esto.

Miguel Bustinduy, su ex aliado, menos que menos. Dejaron de manejar un “bondi" hace décadas. Unos y otros son burócratas sindicales al servicio de determinada cámara empresarial. Eso lo sabe hasta el hijo del vecino. Él primero supo andar de buenas con la Metropol y los diferentes gobiernos de turno; primero con el kirchnerismo, después con Macri y hoy Milei; él segundo, que hoy se la da de opositor y revivió un sindicato que combatió como matón de la UTA, ladra cuando lo deja ladrar DOTA y se cubre bajo el paraguas del moyanismo qué lo reconoce como dirigente de UCRA. Ven a los trabajadores como base de maniobra. Como números que suman a su poder e intereses.

La memoria es buena y ayuda. Bustinduy como Secretario de Organización de UTA dirigía “barras” de Chicago y otros clubes para reventar cualquier intento de organización independiente a la burocracia del gremio. Pero en voz de mando estaba Fernández, como jefe del gremio. Más allá de la división actual, nunca han renegado de los métodos coercitivos con los que mantuvieron el control del gremio. El zorro pierde el pelo, pero no las mañas.

Divide que algo quedará

Después de la última reunión con las cámaras empresariales, ni lerdo ni perezoso, Roberto Fernández dijo que el paro de la UTA sería el 31 de octubre. De esta forma busca despegarse del paro que se impulsa el 30 desde los sindicatos agrupados en Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).

Todo trabajador con dos dedos de frente sabe que la unidad hace la fuerza. Si todo el transporte para el 30, ¿por qué la UTA no para ese día? Hasta el gobierno cruzaba los dedos para que no se sumará la UTA. Trascendido que Fernández no quiere quedar pegado al moyanismo y tampoco quedar pegado a un paro que para él es contra el gobierno de Milei, claro, es un “mileísta de la primera hora”. En esta decisión los trabajadores fueron convidados de piedra. La decisión la tomó el CND, o sea, la crema de la burocracia sindical de la UTA.

Hay que golpear todos juntos, dice un trabajador. Si los burócratas tienen diferencias por cómo posicionarse con el gobierno de Milei son sus diferencias. Más allá de sus discursos, la realidad demuestra que le dan gobernabilidad. Pero si el método fuera la Asamblea se podría discutir todo, se podría expresar el ánimo, el descontento, la bronca y hasta la propia necesidad de lucha de amplios sectores y la necesidad de espera, seguramente, de un sector. Pero los trabajadores serían realmente los sujetos de construir la Jornada. Desde abajo. No desde arriba, de forma vertical, como lo hace la conducción peronista. ¿Parar el 30 CATT? ¿Parar el 31 solos? ¿Parar los dos días? ¿Movilizamos? ¿Cortamos? ¿Paro dominguero? Golpear Juntos, marchar separados. Ponerse de acuerdo en la manera de como golpear, a quién golpear y cuando, sin desconocer que en cada bandera va inscripto un programa y un método. O sea, nos ponemos de acuerdo en que hay que parar, pero no nos atamos de manos de cómo encarar la jornada.

Miguel Bustinduy UCRA no hizo ninguna declaración al respecto, pero en su lugar de opositor a Fernández, aliado de Moyano y jugador de primera línea del Grupo DOTA, seguramente quiera parar el 30 y carnerear el 31. En el transporte de colectivos detrás de cada personaje hay una cámara empresarial que con los años fue monopolizando el sector, acumulando poder político y económico para utilizarlo como presión en el toma y daca para obtener mayores subsidios o aumento de tarifas. Cámaras empresariales que nunca han sido auditadas. Nunca han mostrado públicamente adonde se han ido los millones y millones de pesos entregados por el estado. Lo único a la vista son los bajos salarios, la precariedad en las condiciones de trabajo y falta de inversión para mejorar el servicio.

Unir lo que dividen desde arriba es lo central. La realidad hará lo propio. Mostrará quién es quién. No es lo mismo golpear con un dedo qué unir a los mismos en un solo puño y golpear para demostrar lo que hace la unidad contra un gobierno que se beneficia de que andemos golpeando con un dedo, cada uno por su lado.