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Red Internacional
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HABERES JUBILATORIOS. Un aumento que no mide

Con el incremento anunciado ayer, en un año las jubilaciones habrían sumado un incremento de 38,60 por ciento. “Mídanlo con el índice que quieran”, propuso la Presidenta al anunciar el aumento de los haberes jubilatorios. Parecería que, se lo mire por donde se lo mire, el incremento de las jubilaciones en términos de poder adquisitivo, que es lo que realmente importa, estaría fuera de discusión.

Esteban Mercatante

Esteban Mercatante @EMercatante

Sábado 31 de enero de 2015

Pero no de ningún modo es así. Salvo que le creamos al Indec, que a pesar de haber comenzado 2014 con un nuevo índice de precios rápidamente volvió a perder credibilidad, con esta actualización, los haberes apenas empatan ante a la inflación. Una gran mayoría de las consultoras privadas que toman los diputados de la oposición para elaborar lo que se conoce como el Índice congreso, así como los organismos provinciales no encuadrados con el Indec que siguen realizando mediciones independientes, estiman que la inflación de 2014 estuvo por encima del 38% en 2014. Si tomamos la evolución de una canasta alimentaria, no vamos a obtener un resultado muy distinto (en la ciudad de Buenos Aires su aumento osciló entre 35 % y 39% durante el último año).

Por supuesto, con estos números puede decirse que los salarios quedan mejor posicionados que los salarios, que perdieron entre 8 y 10 puntos porcentuales contra la inflación. Pero ya sabemos lo que dicen, mal de muchos…
¿Y el 82% móvil?

El incremento porcentual de los haberes que viene ocurriendo en los últimos años ocurre desde niveles muy bajos. Cuando se concrete el incremento anunciado quienes reciban la mínima cobrarán 3.821 pesos. Bien lejos de cubrir las necesidades elementales.

Nada menos que el 53% de los jubilados recibe el haber mínimo. Mientras tanto, el 83 de los pasivos recibe menos del equivalente a dos jubilaciones mínimas. Es decir desde marzo 7.642 pesos.

El gobierno hace gala de la extensión del sistema a nuevos beneficiarios. Pero, ¿para cuando una recomposición de los haberes que los acerque al olvidado 82% del salario promedio? Esta es una medida siempre rechazada por el oficialismo con el argumento de que desfinanciaría al sistema.

Pero este planteo presupone que no puede ponerse en discusión la restitución de los aportes patronales a -como mínimo- los niveles que tenían hasta comienzos de los ’90, cuando alcanzaban el 33%. Hoy están en 23,7 % por ciento, pero con los regímenes especiales y programas que benefician a empresarios para incentivar el registro de empleados, la contribución patronal efectiva es mucho menor, promediando apenas el 13,3% de la masa total de los salarios. Si sólo se restituyera las contribuciones patronales a estos niveles, y se terminara con las múltiples desgravaciones destinadas a “promoción” a sectores empresarios a costa de los fondos previsionales, podría cubrirse tranquilamente el pago del 82% móvil.

Pero claro, esta medida para afectar la ganancia empresaria en pos de recomponer los haberes jubilatorios, es algo que ni al gobierno, ni a la oposición patronal, le interesa discutir.


Esteban Mercatante

Economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Autor de los libros El imperialismo en tiempos de desorden mundial (2021), Salir del Fondo. La economía argentina en estado de emergencia y las alternativas ante la crisis (2019) y La economía argentina en su laberinto. Lo que dejan doce años de kirchnerismo (2015).

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