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Música / Rock. Un nuevo nivel de poder: hace 30 años Pantera lanzaba Vulgar Display of Power

Siendo parte de una escena metálica pletórica de dinamismo y vitalidad en la gran mayoría de los subgéneros, esta obra se destacó por vencer el espíritu hostil de una época hegemonizada por el grunge. ¿Por qué se puede decir que fue el disco más importante del heavy metal en los años noventa?

Viernes 25 de febrero de 2022 12:00

¿La portada más directa de la historia del rock? Sin dudas.

¿La portada más directa de la historia del rock? Sin dudas.

Lanzado el 25 de febrero de 1992, Vulgar Display of Power puede ser postulado como uno de los discos mejor titulados en la historia del heavy metal. La calidad del título del sexto disco de Pantera, conecta a esta obra con otros discos de rock perfectamente titulados, como son los casos de In Rock (Deep Purple, 1970) y de Let There be Rock (AC/DC, 1977). Su perfección refiere a que tales nombres anticipan cabalmente la música contenida en la obra, y este es el caso de la vulgar demostración de poder que sacudió a los metaleros contemporáneos y condujo al género maldito a un nuevo nivel.

Según nos cuenta Hernán Alzamora, en Zona Retro, el nombre del disco fue tomado de un diálogo que se produce en la película El Exorcista (1973). El mismo dice así:

—¿Dices que eres el demonio? –preguntó el padre Karras.
—Te lo aseguro. –contestó Pazuzu.
—Entonces, ¿por qué no haces que las correas desaparezcan?
—Eso sería un despliegue de poder demasiado vulgar, Karras.

Creemos que existe algo más en común entre El Exorcista y el sexto disco de Pantera: es difícil transmitir lo que cada uno sintió la primera vez que se tuvo contacto con estas obras. Centrándonos en el disco que nos ocupa, por más trillado que suene, se puede decir que la metáfora de la imagen de la portada de Vulgar Display of Power expresa perfectamente lo que los oyentes contemporáneos sentimos musicalmente cuando nos expusimos a su trompada (sonora).

En referencia a la portada, donde se observa un sujeto siendo golpeado con perfecta destreza, los músicos de Pantera dejaron correr una leyenda. La misma decía que el protagonista aguantó treinta trompazos para sacar la mejor toma, recibiendo diez dólares por cada golpe. Con los años la leyenda fue desmentida por Brad Guice, el fotógrafo encargado de dar forma a la portada. También aclaró que se trataba de un modelo profesional y que la luz original de la fotografía era roja, siendo cambiada a la forma final por la compañía disquera.

Darrell Lance Abbott (as de la guitarra), Philip Hansen Anselmo (voz), Rex Robert Brown (bajo) y Vincent Paul Abbott (batería).
Darrell Lance Abbott (as de la guitarra), Philip Hansen Anselmo (voz), Rex Robert Brown (bajo) y Vincent Paul Abbott (batería).

Introduciéndonos en la música, el disco abre con el riff inicial “Mouth for War”, comandado por el talento de Diamond / Dimebag Darrell (alias de Darrell Lance Abbott). Los primeros cuarenta segundos son suficientes para comprender la razón por la cual la forma de tocar la guitarra de Dime, como también se lo conoció, se ganó el calificativo de shred (“desmenuzar” o “destrozar”) por aquellos tiempos. Se trataba de un calificativo que buscaba sintetizar el tipo de sonido que le daba forma a un determinado subgénero del heavy metal, como se puede observar en el caso del thrash o del grind. Con el tiempo esta singularidad sonora que Darrell le imprimió al sonido de Pantera, fue resignificado como groove metal y transformó a la banda en uno de los referentes fundamentales de este subgénero. Si bien era un sonido que tenía antecedentes en la banda Exhorder, para los metaleros contemporáneos era tan novedoso que podemos explicarlo mediante la anécdota que cuenta Hernán Alzamora en la Zona Retro. Él y un amigo fueron de los primeros en el país en escuchar el vinilo de Vulgar Display of Power. Al hacerlo, el sonido que encontraron era tan “raro”, por estar acostumbrados a la velocidad del thrash metal, que no sabían si el tocadiscos estaba en la velocidad “correcta”.

Para explicar el talento del guitarrista de Pantera, también podemos recurrir a las afirmaciones de sus compañeros. Ellos, en diversas oportunidades, han sostenido que, si alguien utilizará el equipo de Darrell, no podría lograr el mismo sonido; pero si “Dimebag” hubiera empleado otro equipo, seguiría sonando como él mismo. ¿Cuál era ese equipo? Dime se caracterizaba por utilizar un modelo de guitarra, que no se producía por aquellos tiempos, llamada Dean ML. Para alcanzar el sonido deseado a estas guitarras se les colocaba un puente Floyd Rose, pickups Bill Lawrence L-500-L y cuerdas La Batall hard rockin´. Esto le permitía alcanzar rápidamente el tono deseado en el estudio, mientras que “en directo” no necesitaban nada particular más que basarse en los amplificadores Randall. En cuanto a los efectos logrados por el guitarrista, el esquema no presenta mayores complejidades. Así, la guitarra se encontraba conectada a un Furman PQ-4 y a un ecualizador MXR Blue de seis bandas, de ahí pasaba a un Rocktron Hush 2-B y al final se encontraban los amplificadores Randall. A ello se agregaba un pedal de guitarra Cry Baby.

El styling del Pantera groove metal rompió con el canon del cuero y las tachas impuesto por Judas Priest.
El styling del Pantera groove metal rompió con el canon del cuero y las tachas impuesto por Judas Priest.

Darrell había crecido admirando a Kiss, en especial a Ace Frehley, pero templó su talento al sonido de Eddie Van Halen y Randhy Roads. Esto le permitió tocar “Eruption” de Van Halen de forma fluida y natural, e incluso era capaz de darle su propia personalidad y variantes a este icónico tema. De hecho, con el tiempo, logró el respeto y la amistad de Eddie Van Halen, quien entregó la guitarra Kramer que se observa en la portada del disco Van Halen, para que Darrell fuera enterrado junto a ella, luego de su asesinato en medio de un show en vivo de Damageplan, en diciembre del 2004.

Más o menos a los cuarenta segundos de “Mouth For War”, se escucha un grito estremecedor que dice: “Revenge!”. Con ello hace aparición el vocalista Phil Anselmo, el único miembro de la banda que no había nacido en Texas (era de Luisiana). En un género musical caracterizado por la abundancia de carismáticos vocalistas como Rob Halford, Bruce Dickinson, Ronnie James Dio, Ozzy Osbourne y muchos otros, Phil Anselmo supo ganarse un lugar especial en el corazón de los fanáticos del género. No solo por su indiscutible talento como vocalista, sino también porque nadie de su generación supo comandar al público como él lo hizo.

A todo lo anterior, Anselmo sumaba una gran capacidad para componer las líricas de Pantera. Sus letras tenían el porte suficiente para interpelar a su generación al mismo nivel que lo podía hacer cualquier letra de Kurt Cobain. Esto se pone de manifiesto en la capacidad de proyectar su introspección hacia las grandes audiencias. En “Mouth for War”, propone que la ira, el enojo y el descontento no deben ser desperdiciadas en quejas, que deben ser canalizadas de forma productiva. Esta idea se templa en la confrontación con aquellos que utilizan la boca para crear conflictos y afectar las relaciones. También reconoce la importancia de las presentaciones en vivo para nutrirse de la fuerza necesaria para concentrarse en lograr las metas. Por lo tanto, las letras del Pantera de los primeros años noventa buscaron conectarse con las experiencias vitales de su audiencia y de darle voz a sus angustias. Todo lo anterior no se lograría escribiendo sobre dragones, demonios, zombis o recurriendo al gore; tampoco se podía lograr apelando a metáforas, por lo que las letras de Anselmo se caracterizan por ser directas. Esta es una característica de Anselmo que también se observaba en sus entrevistas, lo que lo asemejan a la actitud del joven Dave Mustaine o de Henry Rollins.

Pasados los tres minutos, la canción se acelera e invita al oyente a desnucarse con el headbanging. La letra cierra diciendo que “No one can piss on this determination” (algo así como “Nadie puede mear en esta determinación”), dando un cierre perfecto a la canción. Así, además de una gran voz, Anselmo le dio una actitud de tipo duro y de calle que no era impostada. Según contaban sus compañeros, esta actitud terminó de forjarse cuando Suicidal Tendencies y Pantera giraron juntos. Ello le permitió a Anselmo observar y aprender de un verdadero campeón, como es Mike Muir, en el arte de generar respeto como vocalista y líder del escenario.

Le sigue “A New Level”. En la biografía de la banda escrita por Rex Brown, se afirma que el tema fue tomando forma en base a acordes cromáticos fuera de lo común. En ella se destaca el perfecto sonido de la batería. Este instrumento estaba a cargo de Vinnie Paul (alias de Vincent Paul Abbott), hermano mayor de Darrell y ambos fundadores de la banda. Vinnie Paul admiraba a Neil Peart, baterista de Rush, y había crecido siendo fan de Kiss y de Van Halen. Además, tenían gran conocimiento y oído para la producción de discos. De hecho, junto al productor del disco Terry Date, Vinnie fue uno de los responsables directos del nivel de perfección que se puede escuchar en el sonido de la batería. Tanto es así que el sonido de los bombos marcó un antes y un después, que influyó desde el último disco de estudio de Hermética hasta el sonido de Fight (banda de Rob Halford en los años noventa), pasando por Fear Factory y Machine Head.

El tema tiene un comienzo que se nutre de un sonido denso y oscuro, que reactualiza y resignifica el legado de Black Sabbath en el heavy metal. Llegando alrededor del segundo cuarenta, se produce un corte, algo característico de Pantera, y se reinicia la canción con un puente que dura veinte segundos hasta que comienza una letra que continua con el espíritu de la anterior canción: proponer una vida nueva, en lugar de la vida vieja, sin cicatrices por los ensayos, o, dicho de otro modo, un nuevo nivel de confianza y de poder.

En tercer lugar, nos encontramos con la fórmula que Metallica no supo, o no quiso, encontrar en el Black Album: hacer un tema con gancho, sin perder nada de la potencia propia de una banda de heavy metal. El tema se llama “Walk” y su riff principal se transformó en un fraseo icónico del heavy metal, en general, y del groove metal, en particular.

En este logro fue muy importante Terry Date, productor que ya tenía la experiencia de haber producido Cowboys From Hell (1990). Date poseía una idea inversa a la de Bob Rock (el productor del Black Album de Metallica) al enfocarse en la producción del sonido de una banda de heavy metal. Él buscaba darle más intensidad al sonido de la banda, hacerlo más heavy, es decir, hacer lo contrario a lo que se propuso Bob Rock en Black Album. Para ello se volvió a las fuentes sonoras del género que forjó Black Sabbath, lo que le restaba velocidad al sonido, pero le aumentaba su intensidad. Por lo tanto, la propuesta era experimentar sin ablandar el sonido, como había realizado Metallica con el Black Album, mediante canciones extremadamente pesadas que, sin embargo, no perdieran el gancho. Al mismo tiempo, a nivel producción, Date y Vinnie apuntaron a lograr una perfección sónica total que superará el elevado nivel del Black Album. Sin embargo, el mayor mérito de Terry Date fue forjar el fluir, en todo su potencial, del talento de una banda con todos sus integrantes en el pico de su capacidad creativa.

La letra es una defensa de la banda frente a la acusación de “venderse” a una multinacional (como si ser parte de una pequeña productora los aislará mágicamente de la circulación del capital) o de “creerse” estrellas de rock (cosa que necesariamente se transformaron, sin importar su voluntad, como le pasó a Kurt Cobain). Parte de esa defensa era proponer a esos críticos ser ellos mismos y por sí mismos, es decir, no fingir ser algo que no se es y construir en base a sus potencialidades. Una vez más se puede observar, que Pantera comparte un cierto espíritu de época con el grunge: el sentimiento de la vida apesta. Pero hay una radical diferencia frente en la actitud y propuesta frente a ese hecho fáctico: la lírica de Pantera apunta a que el enojo se convierta en una fuerza transformadora de la realidad, mientras el grunge propone la utopía de buscar evadirse de esa realidad.

El cuarto tema es “Fucking Hostile”. Su sonido se encuadra más en el thrash metal que en el Groove de los primeros tres temas. El paso de Pantera por el thrash metal comienza a transitarse con el impacto que produjo en Vinnie, Darrell y Rex la salida de “Ride the Lightning” (Metallica, 1984). También influyó el hecho de compartir espacios con los integrantes de Metallica, Megadeth y Slayer, en los años que Pantera estaba orientado al glam metal. Estas influencias tomaron más fuerza con la llegada de Phil Anselmo a la banda. El nuevo vocalista llegó a la banda acompañado por un conocimiento mucho más profundo de la diversidad de la escena del heavy metal que lo podían tener los integrantes originales.

En este tema, un Anselmo con su voz con cierta distorsión, canta sobre la religión y el miedo a dios, como una evasión del mundo real, y también critica el accionar de la policía. Respecto a la religión, Anselmo hace una crítica a la educación religiosa legada por su familia, una experiencia vital que lo une a otros músicos de la época como Dave Mustaine y James Hetfield. En este tipo de pedagogía, Anselmo encuentra una serie de prohibiciones y un centro que es el miedo al castigo, como fundamento para distinguir el bien del mal. Tales fundamentos son débiles porque no están relacionados con la razón y la plena conciencia en el correcto actuar. En la parte final de la letra también se critica a la religión como institución, mientras que, en la parte intermedia, la crítica es a la Policía. Se afirma que la Policía persigue al que consume marihuana o a quienes estacionan mal, y utilizan sus armas como un atributo de poder, pero que dejan al ciudadano en la disyuntiva de la defensa por mano propia o no resistirse frente a la violencia criminal, debido a su inoperancia como servidores públicos.

En quinto lugar, nos encontramos con “This Love”. Su nombre, el arpegio inicial, y el tono de apertura en el cantar de Anselmo, dan impresión de que se trata de una balada, pero es un engaño que dura un poco más de un minuto. Luego inicia un poderoso riff que alterna nuevamente con el arpegio, hasta que se da rienda suelta al estilo Pantera. Llegando al tercio de la canción, Darrell nos regala un tremendo solo.

Justamente, el solo nos permite llamar la atención sobre las particularidades del sonido de Vulgar Display of Power: pretende (y logra) un sonido “en vivo”, pero realizado con las capacidades de un estudio. Es decir, lo que se buscaba era que el oyente se encontrará con la banda tal cuál era en directo. Al ser una banda con un solo guitarrista, el sonido “en vivo” necesariamente se caracteriza por la ausencia de guitarras rítmicas en el momento de los solos. En estas condiciones, el verdadero reto lo tenían Vinnie y Rex Brown. Este último era el bajista y tenía la difícil tarea de compartir la banda con un guitarrista con un sonido descomunalmente personal. Si se tratara de un bajista mediocre podría arruinar los riffs. Para evitar esto, y al tener conocimiento de jazz, Rex no se limitaba a seguir al riff de Darrell una octava más abajo, realizando un sincopado por debajo de la guitarra. Así, Rex logró un entendimiento y una complementación con las particularidades de la guitarra en lo que refiere en los cambios, el ritmo y el armado de los acordes. A ello se sumaba el reto que le generaba que la batería de Vinnie utilizaba mucha reverberación. De todas formas, ante cada yeite de batería, Rex siempre lograba enlazar un riff de bajo que era el adecuado.

En su formación, Rex tuvo una amplia variedad de influencias musicales, como The Beatles o Pink Floyd, pero el quiebre se produjo al escuchar “Tush” de ZZ Top. Conoció a Vinnie en la escuela secundaria y se transformó en parte de la banda desde el invierno 1981/82. De perfil bajo, fue el aglutinador fundamental en esa comunión sónica que hizo de cada tema del disco una gema por sí misma. Entonces, si este es uno de esos discos en donde el oyente no encuentra nada que le sobre o que le falte, es en una buena parte porque Rex logró transformarse en el eje sónico de Pantera.

El sexto lugar es de “Rise”, donde el thrash metal hecho y derecho vuelve a ser el contenido sónico del tema. La letra continúa con la lírica proactiva sobre una realidad, proponiendo respirar vida, al apelar a la utopía de reintegrar y educar a los sujetos por encima de la clase o del credo: ninguna sociedad de clase puede tener un interés por encima de su clase dominante; y los credos religiosos sólo pueden ser reemplazados por credos laicos, como el culto a la Patria o al mercado.

El séptimo lugar es para “No Good (Attack the Radical)”, que nos introduce nuevamente en Groove. Aquí Anselmo se mete en el problema del profundo racismo que caracteriza a los Estados Unidos, haciendo referencia a las atrocidades generadas por el Ku Klux Klan. La solución propuesta es no prolongar el racismo, al dejar de diferenciar entre negros y blancos. También la letra trasluce un miedo a una revolución “violenta” (¿puede ser otra cosa una revolución?) y hace una crítica (nuevamente un tanto utópica) a la acción de las minorías. Por último, se destaca una crítica a la fantasía de eliminar a todo aquel que no es de nuestro agrado, afirmando que ello supone una prisión para la mente de quien se deja llevar por esos sentimientos de hostilidad.

El octavo tema se titula “Live in a Hole”. Sus primeros cuarenta segundos tiene a Darrell surfeando la demoledora base construida por Rex y Vinnie. Es un tema caracterizado por los cortes y por el Groove, donde el estribillo se destaca por su originalidad y en los solos se vuelve a descollar Darrell. La letra refiere a la incomprensión y a la disociación, de quien se entierra en un hoyo para huir del horror del mundo. También es un tema donde se puede observar la dinámica de trabajo que tenía la banda al momento de componer: Darrell, Vinnie y Rex desarrollaban sus sonidos vanguardistas, puliendo los enlaces sonoros del material con el productor, y dejando la voz para el final.

El noveno tema se llama “Regular People (Conceit)”. Nuevamente nos encontramos con un riff que no regala nada de agresividad para lograr gancho en la melodía. A su vez, la batería le da “marcha (pero de la otra)”, mientras el bajo de Rex hermana a los instrumentos de ambos hermanos. Así, los tres instrumentos nos regalan una muestra de perfección estilo groove metal. Y el momento del solo es brillante (no importa cuántas veces se tenga que repetir). Para finalizar se acelera el ritmo y cierra la canción.

Para finalizar el disco se encuentran dos temas: “By Demons Be Driven” y “Hollow”. En el primero se destaca Anselmo al momento de repetir la frase que dice “Beckon the call”. También es un tema que muestra el más oscuro sonido que se pueda encontrar en el disco. “Hollow” se trata de una balada, donde se destacan los elementos acústicos durante los primeros tres minutos del tema. Su letra es oscura, ya que refiere a un amigo que perdió la razón o que se encuentra en estado de coma, por lo que se afirma que el amigo se transformó en un cuerpo vacío. Ello ocurre frente al desconsuelo de la madre y de los amigos, que solo tienen a su hijo o amigo en el pasado. Al cruzar los tres minutos de la canción emerge un riff de Pantera al 100% y Anselmo vuelve al poderoso tono que lo caracterizó en este disco. Así cierra Vulgar Display of Power.

¿Hay vanguardia sin un período (jodidamente) hostil?

Al observar la historia del heavy metal, uno encuentra que sus músicos de vanguardia siempre terminan de templarse cuando encuentran fuertes resistencias. Pareciera que la resistencia, en especial por parte de la industria musical, es componente necesario para lograr el músculo necesario para irrumpir en un nuevo nivel. Como hemos afirmado en una nota anterior: en el universo del rock, las decadencias se alternan con auges, y períodos rupturistas dan paso a su transformación en poses y clichés. Así, todas las corrientes de vanguardia, como diferentes encarnaciones de Sísifo, empujando la piedra del rock and roll en la cuesta arriba de las relaciones sociales capitalistas hasta ser transmutadas en una mercancía más. Aun así, las vanguardias son las que imprimieron vida a este universo.

Particularmente, en lo que refiere al heavy metal, no todas las bandas tienen la misma masa al momento de conformar un subgénero. Es decir, ningún género o subgénero es creación estrictamente individual de tal o cual banda, pero también es dable afirmar que ciertas bandas tienen una influencia mayor, tal vez decisiva, al momento de sintetizar en determinado tipo de sonido un espíritu de época.

Ahora, ¿Pantera era un grupo de músicos de vanguardia? Tal vez la respuesta dependa del período en que posamos la mirada. Si observamos el período de Cowboy From Hell y de Vulgar Display of Power, sin duda estamos hablando de un sonido disruptivo y con una notable influencia sobre el resto de las bandas de los diversos subgéneros del heavy metal. Ello lo transforma en una vanguardia. Ahora, si uno observa los primeros cuatro discos de Pantera, poco hay de original o de disruptivo. Y esto es lo extraño en el caso de Pantera: la mayoría de las obras de vanguardia en el heavy metal se produjeron en el período inicial de la trayectoria de las bandas. Este es el caso de Black Sabbath y su primer disco homónimo (1970); el de Judas Priest con Sad Wings of Destiny (1976); el del lanzamiento de Iron Maiden (1980); o el de Metallica con Kill ´Em All (1983). Justamente, esta característica que le dio el guionista de la historia al heavy metal: cuando una generación pierde su fuerza, otras nuevas se alzan en forma de múltiples vanguardias.

Los inicios de la carrera de Pantera nada tuvieron de vanguardistas. La banda fue creada durante el año 1981, en Texas, por los hermanos Abbott. Ellos sumaron Rex “Rocker” (alias por aquel entonces de Rex Robert Brown), en el bajo, y a Terrence Lee Glaze, como cantante. La influencia principal de los hermanos Abbott, además de Kiss, era Van Halen. De esta banda se tomó la configuración con una sola guitarra. Además, los hermanos venían de una familia con conocimiento de la industria musical, dado que su padre poseía un estudio de grabación, era ingeniero de sonido y compuso muchas canciones de música country.

El cantante Terrence Lee Glaze y el resto de Pantera versión glam metal: este subgénero, para la mayoría de los metaleros, es como el pariente que uno quiere esconder porque da vergüenza ajena.
El cantante Terrence Lee Glaze y el resto de Pantera versión glam metal: este subgénero, para la mayoría de los metaleros, es como el pariente que uno quiere esconder porque da vergüenza ajena.

En búsqueda de un nombre que tuviera magnetismo y poder, los hermanos Abbott eligieron el nombre Pantera. De haber utilizado el mismo nombre en inglés, la banda debería haberse llamado “Panther”. Sin embargo, Pantera no hace referencia directa al animal. En realidad, proviene de un vehículo deportivo muy exitoso en los setenta, cuyo nombre se estableció en español debido a que la empresa productora de esos vehículos era de un argentino, establecido en Italia, cuyo nombre era Alejandro De Tomaso.

El auto deportivo que inspiró el nombre de la banda.
El auto deportivo que inspiró el nombre de la banda.

La glamorosa imagen del primer Pantera era un elemento central para llamar la atención. En sus primeras presentaciones se solían escuchar covers de Journey y de Judas Priest. Además, ya contaban con un show escénico con un elevado desarrollo para una banda under. Al tener como centro el estado de Texas, no contaban con las mismas posibilidades que las bandas surgidas en California. Pero también su competencia por hacerse una reputación era menor. Forjándose en cuanto evento local pudieran participar, desde fiestas de egresados a bar mitzvahs, de forma paulatina comenzaron a presentarse en otros estados, como Oklahoma y Luisiana.

Si bien actualmente es algo ya bien conocido (no así en 1992), el primer disco de Pantera se edita en 1983. Llamado Metal Magic, poco o nada se puede destacar de esa obra, salvo una cuestión no menor: el sonido, la actitud y el styling, se ubica en la línea de Mötley Crüe y Ratt, con toques de Def Leppard. Este perfil continuó con la salida de Projects in the Jungle (1984) y de I´m de Night (1985), donde las letras vacuas del glam metal se destacan. Pero lo peor son sus portadas: parecen realizadas para una banda de freak metal como Nanowar of Steel o Asspera. Estos tres discos fueron grabados de forma independiente y con muy escaso presupuesto. Sin embargo, con ellos se lograron posicionar como soportes de bandas glam metal en boga como Quiet Riot, Dokken y Night Ranger. Incluso filmaron un video que rotó en MTV.

Si bien musicalmente el Pantera glam metal era de tercera clase, si fue vanguardia al anticipar el freak metal.
Si bien musicalmente el Pantera glam metal era de tercera clase, si fue vanguardia al anticipar el freak metal.

Eran años en los cuales la canción más pesada compuesta por Pantera era similar a una de Dokken. Es decir, su sonido tenía más influencias pop que de heavy metal. Esto lentamente se iba a modificar, ya que Pantera comenzó a absorber influencias de la pujante escena thrash metal. Esto generó un cambio en el peso relativo de cada integrante dentro de la banda, debido a que las nuevas influencias musicales daban al sonido de guitarra más peso que a las voces. En este sentido, como hemos explicado más arriba, Pantera contaba con un verdadero as de la guitarra. Pero también era una dirección que empujaba a Terry Glaze a dejar la formación. Si bien su voz era aguda y tenía gancho, además de ser un buen compositor para el glam metal, su intento de emular constantemente a David Lee Roth comenzaba a generar molestias y no encajaba en el nuevo horizonte de la banda.

Entonces, de alguna forma se puede establecer un paralelo con Metallica. Este paralelo es por oposición: al tiempo que el Metallica de los años ochenta poseía una música y una actitud disruptiva, el Pantera contemporáneo solo era una banda glam metal de tercera división; mientras que los primeros cuatro discos de Metallica son obras perfectas de su subgénero, los primeros cuatro discos de Pantera solo sirvieron para contribuir al calentamiento global; así como el quinto álbum de Metallica comienza a marcar un repliegue del thrash metal, el quinto álbum de Pantera reinicia la historia de la banda e inicia la conformación de un nuevo subgénero; finalmente, si el sexto álbum de Metallica poco tiene de heavy metal, y mucho de maquillaje y de grunge, el sexto álbum de Pantera es la piedra angular del groove metal. Si la transformación de Metallica ya fue analizada en una nota anterior de La Izquierda Diario, nos queda dar cuenta de la metalmorfosis de Pantera.

Alrededor de 1987, se produce la llegada de un joven Phil Anselmo (tenía 18 años y se llama Philip Hansen Anselmo) a Pantera y ya nada será lo mismo. Rápidamente Anselmo se convirtió en el vocero de la banda y, como hemos explicado más arriba, tenía un carisma escénico enorme y produjo un rotundo cambio en las letras de Pantera. Los integrantes de Pantera lo conocían debido a que habían girado con Razor White, la banda donde Anselmo era vocalista El efecto de su llegada se empieza plasmar en un nuevo sonido, ligado al power metal ya desde el título. Así la etapa glam metal de Pantera comienza a quedar atrás, para dar lugar a un sonido vinculado a Judas Priest (especialmente en el modo de cantar de Anselmo) y con una fuerte influencia de Queensrÿche. También Anselmo generó una apertura de los integrantes originales de Pantera a nuevas influencias como Voivod, Venom, Mercyful Fate y muchas otras bandas que eran poco conocidas en Texas. ¿Será quien llevo a Exhorder al resto de la banda? No sería extraño porque era una banda originaria de New Orleans, igual que Anselmo.

De forma paralela, Pantera comenzaba a leer mejor las redes del negocio musical. En ello fue importante contactar con Marc Ferrari, guitarrista de la banda Keel y que llegó a aportar la composición de tema en “Power Metal”. Ferrari les consiguió el ansiado primer contrato con una discográfica llamada Gold Mountain Records. Sin embargo, los directivos no tenían muchas luces para proponer un plan de trabajo a la banda: su ofrecimiento fue que Pantera emulara a Bon Jovi. Esto no fue aceptado por la banda y negociaron que “Power Metal” fuera editado de forma independiente. A pesar del fracaso, lo más importante de esta experiencia es que la banda comenzaba a forjar flujos que le abrían nuevas posibilidades.

Finalmente llegaría el ansiado contrato. Este se firmó con Atco (una subsidiaria de Warner) y dio como resultado un Pantera cualitativamente distinto, que parecía una nueva banda en todos los aspectos: sonido, actitud y stlyling (profundamente diferente al canonizado por Judas Priest). Este cambio fue tan profundo que generó un cono de sombra sobre la anterior trayectoria de Pantera. Para dejar en claro la profundidad de esta metalmorfosis, los miembros de la banda pensaron en cambiar el nombre, pero ello no pudo ser posible por presiones legales de Atco.

En esta imagen la metalmorfosis ya había comenzado.
En esta imagen la metalmorfosis ya había comenzado.

Para el éxito de semejante metalmosfosis fue decisivo que Cowboys From Hell fuera el primer gran vínculo con el público metalero y que, en aquellos años, la información no tenía la velocidad y extensión que hoy muestra. Así, para la generalidad del público metalero, Cowboys From Hell era el “primer” disco de Pantera. A ello se sumó que el sonido disruptivo que comenzaba a forjar la banda fuera saludado por muchos músicos ya establecidos, destacándose especialmente los elogios de Rob Halford.

Sin embargo, también había nuevas amenazas. La mayoría de ellas tomaron densidad en el lapso que va desde la salida de Cowboys From Hell hasta el lanzamiento de Vulgar Display of Power. Los primeros años noventa se caracterizaron por un fuerte viraje en los vientos del negocio del rock. Si bien, como decíamos más arriba, el heavy metal mostraba dinamismo y vitalidad, la salida del Black Album, su éxito y la rotación sempiterna en MTV de sus temas llenaba de consternación a los fanáticos del heavy metal.

Siguiendo en el universo del género maldito, la mayoría de lo relacionado con al heavy metal había caído en desgracia, al momento de realizar la perspectiva de lucro de las empresas disqueras. El modelo comercial a seguir era el de Nirvana. Al mismo tiempo, los medios generalistas del rock sentenciaban la muerte del heavy metal, demostrando su ignorancia sobre el género, ya que igualaba al heavy metal con uno de sus subgéneros que mostraba una profunda crisis: el glam metal.

Ahora, si hay una constante en el heavy metal es que nunca se rinde. Esto supone constantemente estar buscando un nuevo sonido, pero ¿cuál podía ser el sonido con la suficiente fuerza y gancho? En principio, como hemos dicho más arriba, los integrantes de Pantera y su productor descartaron transitar los caminos abiertos por Metallica con el Black Album, por ser considerado “ultra comercial”. Ello animó a Pantera a dirigir sus esfuerzos a llenar el vacío dejado por Metallica, es decir, Vulgar Display of Power estuvo dirigido a reemplazar a Metallica como banda insignia del heavy metal. Para ello, Pantera optó por no sumarse a los más extremo del heavy metal, como el death metal. Su estrategia era más fina: buscó conectarse con el descontento del público heavy metal, mediante un sonido que fuera al mismo tiempo pesado y magnético. Es decir, se eligió componer himnos metaleros para aquellos cuya subjetividad no se podía enlazar con el lánguido y deprimente enojo del grunge, como tampoco soportar el éxito comercial de Metallica. Así, por ejemplo, Anselmo mostró una ampliación en su rango vocal, algo que también hizo Hetfield en Black Album. Esto permitió que ambas bandas pudieran ampliar su variedad sonora, pero había una diferencia fundamental: Anselmo no optó por renunciar a cantar en un tono jodidamente hostil.

Sintetizando, el secreto del magnetismo de Vulgar Display of Power era que te obligaba a ir hacia Pantera. Es decir, se descartó suavizar y simplificar la complejidad musical del heavy metal para que fuera aceptado por el público lego y generalista. Justamente, el sonido vanguardista de Pantera fue lo que permitió reclamar y obtener un lugar destacado en el espacio de la línea de evolución rockera. Dentro de este horizonte, Vulgar Display of Power fue la obra de heavy metal más influyente de su tiempo. Es decir, si bien no logró ser número uno, como si lo logró su sucesor, hay en él algo mucho más importante para todo metalero de ley: fue capaz de llevar al heavy metal a un nuevo nivel y hacer de Pantera la banda más importante del género maldito en la década de los noventa.