Acompañando los ataques en redes que hacen los trolls bancados por el Estado, este miércoles el presidente dedicó un largo posteo a agredir a las y los periodistas, acusándolos de “delincuentes del micrófono”. Además, en una entrevista en LN+, atacó a la izquierda con el calificativo de “cucarachas”. Detrás del griterío estridente, se mantiene una crisis social que golpea duramente a las mayorías populares.
Jueves 21 de noviembre 10:00
Foto: Milei, el Gordo Dan y Agustín Romo.
En modo troll. Así funciona el presidente por estas horas. Un poco más que de costumbre. Este miércoles le dedicó un extenso posteo a atacar al periodismo. Lo hizo como parte de la pelea que viene dándose en las redes sociales –en especial en X (Twitter) entre funcionarios oficiales como Daniel Passerini, el llamado “Gordo Dan” y distintos sectores del periodismo.
En su largo posteo, Milei acusó a las y los periodistas de “delincuentes del micrófono”. Además, dijo que “les llegó el momento de tener que bancarse el vuelto por haber mentido, calumniado, injuriado y hasta haber cometido delitos de extorsión”.
El “vuelto”, en este caso, son los ataques furiosos en redes que vienen desplegando los trolls pagos del Estado nacional. Pagos con los impuestos de toda la población. Hay que recordar que el Gordo Dan y otros de esos trolls tienen oficina en Casa Rosada.
Esos mismos trolls vienen de lanzar la agrupación "Las Fuerzas del Cielo", en un teatro de San Miguel, con una estética fascistoide donde se definieron como el "brazo armado" de La Libertad Avanza. El acto mereció numerosos repudios y obligó a los ultraderechistas a "explicar" que sus armas son "los celulares".
Pero Milei no se quedó en el posteo. Por la noche, en una entrevista con LN+, atacó en todos los frentes. Entre los agravios, también atacó a la izquierda a la que calificó como “cucarachas”. El insulto tiene poco de novedoso. Al mandatario le sobran palabras y le falta lo que se suele llamar originalidad.
En la habitual mezcolanza, llama “izquierda” a todo lo que no comulgue con sus ideas reaccionarias. Incluye allí a las fuerzas que fueron parte del Foro de San Pablo, lugar por el que pasaron partidos que luego administraron el capitalismo de sus propios países, con diversas dosis de ajuste. Claramente, de izquierda no son.
Sin embargo, no se pueden menospreciar las consecuencias de estos discursos de odio. Ejercidos desde la Presidencia de la Nación funcionan como incitación a la violencia. Una violencia que puede ejercerse contra periodistas y sectores de la oposición. Lógicamente, Milei es responsable de cualquier hecho de ese tipo.
Esta presidencia en modo troll es una forma de hacer política para no hablar de las consecuencias del brutal ajuste que lleva adelante su gobierno. Para no referirse a la caída del consumo en productos de primera necesidad. Un derrumbe que acompaña una recesión brutal. Esa recesión es el “secreto” de la baja de la inflación.