La Juventud "Socialista", que dice reivindicar “el marxismo”, sin escrúpulos enaltecen la figura de Michelle Bachelet, quién fue de los gobiernos de los 30 años que administraron y profundizaron el modelo neoliberal heredado de la dictadura de Pinochet. El objetivo de este artículo es continuar el debate y profundizar en cuáles fueron algunas de las medidas o políticas neoliberales y pro-empresarios impulsadas por los gobiernos de Bachelet.
Martes 23 de enero
En un artículo anterior abordamos lo desvergonzado que son los militantes de la Juventud Socialista, quiénes dicen reivindicar “el marxismo”, pero sin escrúpulos enaltecen la figura de Michelle Bachelet, quién fue presidenta por dos periodos, siendo parte de los gobiernos de los 30 años que administraron y profundizaron el modelo neoliberal heredado de la dictadura de Pinochet. A dicha nota llegaron decenas de comentarios por parte de “socialistas” apoyando a la expresidenta. El objetivo de este nuevo artículo es profundizar en cuáles fueron algunas de las medidas o políticas neoliberales y pro-empresarios impulsadas por los gobiernos de Bachelet.
Reforma educacional
Uno de los puntos más importantes y polémicos es el de la Reforma Educacional de Bachelet, con el que los militantes “socialistas” dicen haber llevado adelante una medida “en favor del pueblo trabajador”. Sin embargo, hacen como si el hecho de que fueran miles de estudiantes los que pudieran acceder gratis a la educación superior hubiera sido un regalo caído desde el cielo gracias a que Bachelet tuvo un “ataque de amor” hacia el pueblo.
El movimiento estudiantil -secundario- comenzó a activarse desde el 2006 -en contra del propio gobierno de Bachelet- y tuvo su punto más álgido en el 2011 con la unidad en las calles de estudiantes de liceos y universidades, durante el gobierno de Sebastián Piñera, en donde la principal demanda que se instaló fue la de educación gratuita y de calidad para todos y todas. Durante ese año, la burocracia estudiantil -PC, PS y los partidos pre Frente Amplio- terminaron negociando con el gobierno, a espaldas de las y los estudiantes, tras el paro nacional convocado por la CUT el 24 de agosto. Desde el principio que estos partidos defendían la medida de “arancel diferenciado” porque decían que la educación gratuita era algo para un futuro indeterminado, para cuando hubiera mayor “correlación de fuerzas”, algo parecido a la actualidad, cuando la dirección del movimiento estudiantil (PC-FA) se niegan a pelear por educación gratuita, reemplazandola por la demanda de “Nuevo Sistema de Financiamiento” que no es nada más que arreglo a las becas.
Gracias a estos años de movilización, los que continuaron durante los años siguientes, con tomas, paros y movilizaciones que exigían educación gratuita, fue que el régimen, al que se le cuestionaba uno de sus mayores pilares heredados de la dictadura, es decir, la educación de mercado, buscó una receta que lograra “quedar bien con dios y el diablo”, sobre todo bajo un gobierno en el cual participaba la misma burocracia estudiantil, con el propio partido comunista y los ex dirigentes de los organismosestudiantiles.
De esta forma, llevaron adelante la beca de gratuidad, la que buscó “dar una concesión” al movimiento estudiantil movilizado que era la piedra en el zapato de los distintos gobiernos, mientras que -y aquí el aspecto neoliberal- perpetuó la educación de mercado, beneficiando a los dueños de universidades privadas, quienes, a su vez, se enriquecieron con los subsidios del Estado, mientras que la educación pública se siguió desfinanciado con la lógica de autofinanciamiento que provoca que las universidades suban las tasas de interés y cobros (suban los aranceles año tras año), así como buscar créditos en los bancos para poder subsistir, provocando precarización para trabajadores, profesores y estudiantes. Ejemplo de esto es la crisis de la UMCE (ex-pedagógico), una universidad estatal que hace años se encuentra casi en la quiebra. No es casual que durante los años 2014 y 2015 el ministro de Educación fuera Nicolás Eyzaguirre, un ex funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI), un economista neoliberal que de seguro iba a aplicar las medidas “socialistas” que “defienden” los militantes de la JS.
Por otro lado, esta beca de gratuidad, muestra sus deficiencias en el marco de que ni siquiera asegura que las y los estudiantes puedan terminar sus carreras gratis, ya que son miles de estudiantes los que año tras año pierden la beca por demorar más del tiempo formal en egresar, estudiantes que probablemente son los más precarios, pues es más difícil sacar una carrera cuando se debe trabajar para sobrevivir, tener tareas de cuidado a otras personas, o simplemente no se tiene un espacio cómodo para estudiar.
Por esta razón es que la demanda de educación gratuita no fue “resuelta” por el gobierno de Bachelet, más bien fue una maniobra por parte del Estado empresarial y sus partidos políticos para desmovilizar a un movimiento estudiantil alzado y profundizar en el modelo subsidiario de educación mercantil, lo que llevó a que durante la rebelión del 2019 la demanda de educación gratuita fuera una de las más fuertes nuevamente.
Quienes somos verdaderamente socialistas y no militantes de un partido burgués anclado en el régimen que tiene empresarios en su directorio, creemos que debemos recuperar la pelea por educación gratuita, de calidad, democrática no sexista, que sea 100% financiada por el Estado mediante aportes basales directos que provengan de la nacionalización del cobre y los recursos naturales como el litio, el que ahora fue regalado nuevamente a Ponce Lerou, pero no por Pinochet sino que por el gobierno “progresista” de Gabriel Boric. Además proponemos que la educación sea administrada por las y los trabajadores, profesores, estudiantes y apoderados (en caso de los liceos) y no por autoridades que ganan como gerentes o por los administradores de los colegios particulares subvencionados que, tras el segundo gobierno de Bachelet, se llenaron los bolsillos con sobresueldos de más de 10 millones de pesos.
Represión al pueblo mapuche en beneficio de los empresarios Forestales
Otra de las políticas en las que se caracterizó el gobierno de Bachelet, fue en la represión al Wallmapu y el pueblo mapuche, lo que trascendió en todos los gobiernos de la Concertación, la derecha y ahora Boric.
Pues, entre los mapuche asesinados por parte del gobierno de Bachelet (I) se encuentran Johnny Cariqueo Yañez (2008), quién murió por un infarto tras una una brutal golpiza por parte del GOPE y Carabineros de la Comisaría 26º de Pudahuel, minutos después que fuera inaugurada en esa comuna la plaza “29 de marzo”, dedicada a los luchadores sociales caídos en dictadura y en democracia.
Otro de los casos más recordados es el de Matías Catrileo Quezada (2008), joven de 22 años asesinado por la espalda por el cabo Walter Ramírez durante la ocupación del Fundo Santa Margarita. El asesino quedó libre y en la más completa impunidad, incluso ejerciendo en sus funciones policiales.
Otro asesinado por el gobierno de Bachelet fue el de Jaime Facundo Mendoza Collío (2009), asesinado a balazos por el cabo Patricio Jara Muñoz, quién alegó legítima defensa, presentando su casco y chaleco antibalas con numerosos impactos de balines, mientras que un informe de la Policía de Investigaciones confirmó que dichos impactos habían sido hechos de manera posterior.
Durante Bachelet II continuó el historial represivo hacia el pueblo mapuche, demostrando que se trata de un gobierno que respondió a los intereses empresariales, lo que no tiene nada de socialista. Asesinar a los mapuche no es por mero capricho, sino que porque son un sector que se encuentra hace siglos reclamando por la devolución de sus tierras, en contra de la colonización del Estado chileno a su territorio y también peleando en defensa de la biodiversidad del territorio. En resumen su pelea principal es con el Estado de Chile (y los distintos gobiernos) y con los grandes empresarios Forestales y de las celulosas contaminantes como lo son los Matte y Angelini. El Estado, por medio de una policía militarizada -y las propias fuerzas militares cuando hay estado de excepción como con los gobiernos de Sebastián Piñera y Gabriel Boric- lo que hace es defender, por medio de la represión al pueblo mapuche, los intereses de importantes burgueses nacionales que se enriquecen a costa de una de las actividades económicas más importantes del país.
Otras reformas: Previsional y laboral
Entre las otras reformas que terminaron pasando por “concesiones”, pero beneficiando a los grandes empresarios, están las reformas previsional y laboral. Respecto de la primera, fue una reforma a las AFP con la cual se cambió algo para que nada cambie y que dejó intacto el sistema privado de pensiones y, por lo tanto, el negocio de las jubilaciones instaurado durante la dictadura militar, el que significó millonarias ganancias para los grandes empresarios, y pensiones insuficientes para los trabajadores.
Lo que se necesita realmente es un nuevo sistema de pensiones que sea solidario, tripartito, público y bajo la administración de jubilados y trabajadores. Perpetuar las AFP es solo una muestra de cómo la Concertación y los gobiernos de Bachelet no han hecho nada por avanzar “hacia el socialismo”, es decir, hacia la expropiación de los expropiadores, “la expropiación de un puñado de usurpadores por la gran masa del pueblo” (p. 680) [1] y no tienen nada que ver con eso, más bien lo que han hecho ha sido administrar el Estado de los capitalistas, que para Marx no es más “que la forma de organización a que necesariamente se someten los burgueses, tanto en lo interior como en lo exterior, para la mutua garantía de su propiedad y de sus intereses” (p. 54) [2] o “la junta que administra los negocios comunes de la clase burguesa". [3]
Respecto de la reforma laboral implementada por el Gobierno de la Nueva Mayoría y promocionada por la dirección de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) mostró ser un favor a los grandes empresarios del código laboral anti-obrero, que sigue atropellando en el país el derecho efectivo a huelga de miles de trabajadores, profundizando el subcontrato que pauperiza la calidad de vida y profundiza la desigualdad de los trabajadores, debido a que si existe huelga por subcontratistas, las empresas mandantes proveen de servicios externalizados de los trabajadores para que los reemplacen de forma interna, prohibiendo, en los hechos, la posibilidad de huelga.
Es decir, esta reforma laboral fue una continuación de la “negociación por empresas” heredada de la dictadura y elaborada por José Piñera, el impulsor del negocio de las AFP.
Esperamos contribuir al debate con este artículo, denunciando la hipocresía de los militantes del PS y la JS al decir que son “marxistas”, mientras son parte de gobiernos burgueses y neoliberales que solo han perpetuado este sistema capitalista de explotación y opresión. Lo que necesitamos es la construcción de un partido revolucionario que busque sacar lo mejor de las lecciones del pasado para contribuir a la lucha de clases del presente y del futuro, que se proponga ser “la pluma que desequilibre la balanza” y proponga un programa y una estrategia que busque superar al capitalismo y al Estado burgués. Esa es la tarea que nos proponemos desde el PTR y la red de diarios internacional La Izquierda Diario, siendo parte de la Fracción Trotskista Cuarta Internacional de la que, por ejemplo, son parte los compañeros y compañeras del PTS en Argentina, quienes están activamente organizando el paro nacional para este miércoles 24 de enero en contra de los ajustes del libertariano Javier Milei, mientras que la burocracia sindical del peronismo llama a paro -presionado por la calle- pero sin organizar nada en los lugares de trabajo.
Benjamín Vidal
Periodista - Universidad de Chile