Un artículo de New York Times analiza cómo sería un aumento del salario mínimo a 15 dólares en Los Angeles. Aunque polemiza con los empleadores, recomienda a los trabajadores compartir con sus patrones los mayores costos de los aumentos. Y reconoce que el cambio llevará mucho tiempo.
Martes 2 de junio de 2015
Según NyT el planteo de un aumento del salario mínimo, además de en Los Angeles –la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos-, también se realizó en otras ciudades como Nueva York, Washington, DC, y Kansas City, Mo.
“Los opositores de salarios más altos - en general, grupos empresariales y sus aliados políticos - han planteado las mismas objeciones en Los Ángeles que se han planteado desde los albores del salario mínimo federal en 1938: una paga más alta dará lugar a despidos y cierres o a la migración de negocios.”
Sin embargo, NyT opina que “la experiencia y la investigación con aumentos del salario mínimo real indican lo contrario: El coste añadido de los salarios más altos se ve compensado por los ahorros de menor rotación laboral y una mayor productividad laboral.”
Y continua, “los salarios más altos también pueden ser compensados por precios más altos pero con modestia, que no lleguen a perjudicar al salario, en caso que los aumentos de salarios mínimos sean mayores que la suba de los precios. Los mayores salarios también pueden plantearse mediante un menor pago a los ejecutivos y accionistas –una resolución muy difícil cuando la tendencia es la contraria, como planteamos acá.”
NyT aunque intenta difundir un mensaje optimista reconoce que, “sea el cambio que sea, el aumento de los salarios atravesará una larga fase que le dará tiempo a los empresarios de Los Ángeles para adaptarse”. El aumento del salario mínimo no será de un día para el otro, sino lo contrario, y tampoco será sin resistencias, “uno de los retos será garantizar que todos los empleadores se ajusten al nuevo salario más alto”.
Compartiendo los costos
Por otra parte, afirma “California ya es uno de los ocho estados que prohíben la práctica deplorable de los salarios por debajo del mínimo para los trabajadores que reciben propinas. Sin embargo, la industria de cadenas de restaurantes, no va a aceptar los aumentos sin dar una pelea. El ayuntamiento de Los Ángeles se ha comprometido a estudiar el posible efecto de permitir que los restaurantes agreguen un cargo ante un posible aumento del salario mínimo.”
“Ya es hora, sin embargo, dejar de mimar a una industria que ha llegado a considerar como derecho a un permiso especial. Si los restaurantes no pueden pagar a sus trabajadores el salario mínimo, tienen que pagar menos a quienes tienen mayores ingresos o subir los precios. Si los restaurantes son franquicias que no pueden pagar salarios adecuados, sus padres corporativos deben compartir la carga.” Aunque NyT sugiere un aumento del salario mínimo, con estas medidas no es claramente el empleador el que afronte el coste, sino el mismo trabajador.
Aumento en 2020
Otro aspecto que destaca NyT es la decisión del Estado de California a exponer el grado en que los empresarios que pagan bajos salarios obtienen ventajas de los contribuyentes. “Cuando los empleadores pagan mal, los trabajadores deben depender de la asistencia pública, en forma de Medicaid, cupones de alimentos y otros programas. A partir de 2016, California va a publicar los nombres de los empleadores con más de 100 trabajadores en Medicaid, y cuánto cuestan estas empresas del Estado en ayudas públicas. Esto podría ayudar a construir y mantener el apoyo público a los salarios más altos.”
El aumento de sueldo en Los Ángeles desafía al Congreso y a otros Estados, sobre todo a Nueva York. En el Congreso, la última propuesta demócrata exige un salario mínimo federal de $ 12 por hora en 2020. “Una gran mejora de los actuales $ 7.25 la hora, el nivel desde 2009” afirma NyT. Con propuestas como estas los trabajadores deben esperar 5 años para un aumento, cuando su salario real esta estacando desde el 2007.
En relación a los Estados, NyT afirma “a nivel estatal, 21 Estados que no han subido sus mínimos en los últimos años se verán obligados a enfrentar el hecho de que para ser un lugar competitivo para hacer negocios significa garantizar una remuneración justa. Quienes se oponen a los aumentos salariales a menudo levantan el fantasma de "islas de salarios ", un miedo causado por las empresas que se localizan en las zonas de salario más bajo. El resultado es probable que sea justo lo contrario. Las empresas, especialmente en las industrias de servicios, preferirían estar donde los clientes tienen dinero, y eso es probable que sea donde los salarios están subiendo.”
Conclusiones
NyT concluye su artículo planteando que “la parte del ingreso o riqueza nacional que corresponde al trabajador se ha ido reduciendo desde hace décadas, como las ganancias de la productividad del trabajo han fluido cada vez más a los beneficios del empleador, en lugar de a los salarios. El resultado ha sido una economía que es menos resistente y más desigual. Los trabajadores de bajos ingresos que se vienen movilizando por salarios más altos le demuestran a los líderes políticos a donde tienen que ir”.
NyT expresa la preocupación de ciertos sectores del manistream por la creciente desigualdad agravada por la última crisis, y ante esto bregan por cierta moderación del capitalismo mejorando los ingresos de los trabajadores como forma de recomponer el poder adquisitivo de la demanda. Sin embargo, como analizamos acá, acá y acá, el problema de la economía mundial es más profundo que una cuestión de demanda, aunque todo aumento de salario es bienvenido. El problema del capital y sus vías de desarrollo es que provocan mayor desigualdad, bajos salarios y empleo precario, aunque muchas veces no sea lo que desee el propio capital y sus políticos. Es por eso afirmamos que [lo que es bueno para el capital no lo es para la humanidad<- http://www.laizquierdadiario.com/Lo-que-es-bueno-para-la-humanidad-no-lo-es-para-el-capital].