Después de una dura lucha, Edgardo “Tronco” Ibáñez, trabajador tercerizado de Aerolíneas Argentina, fue reincorporado en su puesto.
Jueves 30 de abril de 2015
La miseria de lo posible: de eso se trata el relato K. Ese pregonar del estado oficial se siente con fuerza en las empresas cuyo patrón es directamente el gobierno. En Aerolíneas Argentinas, los trabajadores tercerizados saben de qué se trata aquello del doble discurso de los políticos de arriba. Recalde, el patrón, no es tan ameno como en las fotos de campaña. Allí las trabajadoras/es tercerizados sufren la consecuencia directa del trabajo precario. Se calcula que 5 mil trabajadores están trabajando en condiciones precarias en los aeropuertos del país, sin contar los precarizados complementarios del negocio turístico. Allí la cifra de precarización crece enormemente.
GPS, una de las principales tercerizadas de Aerolíneas manejada por testaferros del ministro Granados, no escatimó en atacar ferozmente la organización independiente de los trabajadores. Luego del despido del Tronco Ibáñez, referente natural de los laburantes, la empresa implemento una caza de brujas. Con una cobardía inusitada se alzó contra aquellos que se levantaron contra el despido y atropello de la patronal. Los que osaron ser solidarios y alzar su voz contra el despido fueron suspendidos, sancionados y perseguidos por una empresa que intentó (e intenta) establecer un régimen laboral propio de las fuerzas de seguridad.
Pero la astucia de los trabajadores puede con mil sanciones. Prontamente apelaron a las organizaciones solidarias para que el conflicto cobrara notoriedad. Tres cortes en la Richieri dejaron en claro que no habría amedrentamiento que valiera a la hora de levantar cabeza contra los despidos. Al tiempo que por abajo corrió entre los trabajadores el fondo de lucha para bancar al Tronco Ibáñez. Se lanzó una campaña que incluyó afiches y boletines para expresar la campaña por la reincorporación entre todos los aeronáuticos. Los compañeros de Falcon en Aeroparque realizaron cortes, asambleas y paros contra el despido. Se conformó una mesa coordinadora de delegados y trabajadores de Falcon, Lan, GPS y Aerolíneas, cuya principal bandera fue la lucha por la reincorporación del Tronco. Se unificó la lucha a nivel territorial empalmando la pelea contra los despidos en un comité regional conformado por trabajadores de Shell, Calza y Honda con quienes participamos del paro general bancando el piquete en el puente Pueyrredón. La Comisión de Mujeres Aeronáuticas protagonizó actividades con una impronta digna de destacar. Aquí y allá, la presencia de los luchadores de GPS se hizo sentir.
Pero la cosa no fue fácil. La patronal contaba que los bufones sindicales, los encargados del trabajo sucio. Aquellos personajes que hacía ya dos años habían usurpado de forma fraudulenta los puestos de delegados. Así las cosas, los trabajadores de GPS estuvieron sometidos a la doble confrontación patronal-sindical.
El reclamo de elecciones limpias se había extendido y el despido del Tronco que se postulaba a delegado mostraba el nuevo formato del fraude. Despedir a los posibles ganadores. Los Delegarcas, así bautizaron los trabajadores a los holgazanes del sindicato. Aquellos personajes que sin autoridad alguna solo les queda apelar al vil clientelismo.
Finalmente llegó el día en que los luchadores de GPS lograron conjugar el esfuerzo emprendido. Una combinación de perseverancia; de mantener la postura solidaria aun cuando por momentos la situación era adversa y en contra de la corriente. El despliegue legal y las instancias ministeriales y judiciales que los abogados del CeProDH emprendieron al ritmo de la propia lucha lograron un enorme triunfo. La convocatoria a elecciones. A partir de allí nuestro planteo contra el despido discriminatorio del Tronco, cobró sustento y logramos arrancar un fallo en segunda instancia que ordena la reinstalación inmediata del compañero en función de que pueda ejercer su derecho a postularse.
Ayer nuestro querido Tronco volvió al lugar del que nunca debió haberse ido, su laburo. Algarabía, con ese ánimo recibieron sus compañeros al Tronco. Junto a seis compañeros, probados en la lucha y en la democracia de base, conforman la Lista 2 “Bordo”. Ya no es un secreto. Todos saben que los delegarcas intentaran apelar al fraude. Por lo bajo todos saben que la impunidad de la directiva de UPADEP no tiene límites. Será fundamental entonces defender el voto de manera activa. El 5 de mayo habrá que votar y defender lo votado. El reciente triunfo contra los despidos y por la convocatoria a elecciones debe ser la palanca que fortalezca la pelea contra el fraude.
Como fuere quienes acompañan a la Bordo han sabido esquivar a quienes pregonan desde las usinas oficiales la miseria de lo posible. Ellos y ellas son luchadores. Merecen todo el apoyo. Vamos con La Bordo.